Lección 13: *EL FIN DE LA MISIÓN DE DIOS*

Lección 13
Dic 23 - Dic 29

El fin de la misión de Dios

Imagen del título semanal

Sábado por la tarde

Lea para el estudio de esta semana

Apocalipsis 1:1-7; 1 Pedro 2:9; Apocalipsis 14:6-12; Lucas 11:23; 1 Timoteo 2:4; Apocalipsis 21:1-4.

Texto de memoria:

"Por tanto, puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿qué clase de personas debéis ser en santa conducta y piedad, esperando y apresurando la venida del día de Dios [...]?" (2 Pedro 3:11-12).

El libro de Apocalipsis llena la mente con escenas del fin. El epicentro del libro trata sobre el conflicto cósmico entre Cristo y Satanás. Satanás ha perdido su dominio legal sobre la tierra, y ahora persigue a los que permanecen leales a Dios. El libro llega a su clímax con el regreso de Jesús para liberar a sus hijos, tanto a los justos vivos como a los fieles que han muerto desde la caída de Adán y Eva. El libro nos muestra, también, la destrucción de Satanás y de los impíos por medio del fuego, y el establecimiento de Jesús de su reino eterno en la tierra hecho nuevo.

Los estudiantes de Apocalipsis exploran con entusiasmo y tratan de identificar las señales y los eventos predichos que marcan la historia de la iglesia desde el siglo I d.C. hasta nuestros días en el fin de los tiempos. Ellos también tienen razón en hacerlo.

Sin embargo, en la lección final de este trimestre, veremos que Apocalipsis es un libro misionero enfocado en un Dios misionero que nos está llamando a ser una iglesia misionera. Nuestro llamado a proclamar la "verdad presente" al mundo existirá hasta que todos hayan tomado la decisión a favor o en contra de Dios.

*Estudie la lección de esta semana para prepararse para el día de reposo 30 de diciembre.



Comentarios Elena G.W

Dios espera que los que llevan el nombre de Cristo lo representen en pensamiento, palabra y obra. Sus pensamientos han de ser puros y sus palabras y hechos nobles y elevadores, que atraigan a quienes los rodean más cerca del Salvador. En un sentido especial, los adventistas del séptimo día han sido puestos en este mundo como centinelas y portadores de luz. A ellos se les ha confiado el último mensaje de misericordia para un mundo que perece. Sobre ellos brilla la luz maravillosa de la Palabra de Dios. ¿Qué clase de personas, entonces, deben ser?…

Es necesario que haya una obra más profunda de la gracia en el corazón del pueblo de Dios. Se debe ver menos del yo y más de Cristo. Se aproximan para todos pruebas severas y apremiantes. La religión de la Biblia debe estar entretejida con todo lo que hacemos y decimos… debe tener el perfume de la presencia de Dios (In Heavenly Places, p. 332; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 334).

El plan que Dios se propone llevar a cabo hoy mediante su pueblo, es el mismo que deseaba llevar a cabo mediante Israel cuando lo sacó de Egipto. Contemplando la bondad, la misericordia, la justicia y el amor de Dios revelados en la iglesia, el mundo ha de obtener una representación de su carácter. Y cuando la ley de Dios quede así manifestada en su vida, el mundo reconocerá la superioridad de los que aman, temen y sirven a Dios por encima de todos los demás habitantes de la tierra.

Los ojos del Señor observan a cada uno de sus hijos; él tiene planes para cada uno de ellos. Él se propone que quienes practiquen sus santos preceptos constituyan un pueblo distinguido. Al pueblo de Dios de este tiempo, tanto como al antiguo Israel, se le aplican las palabras que Moisés escribió por inspiración del Espíritu: “Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra”. Deuteronomio 7:6 (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 21).

A nosotros, como pueblo, nos incumbe preparar el camino del Señor bajo la dirección de su Espíritu Santo. El evangelio debe ser proclamado en su pureza. El raudal de aguas vivas debe profundizar y ensanchar su curso. En todos los campos, cercanos y lejanos, habrá hombres que serán llamados a dejar el arado y los negocios que ocupan de costumbre el pensamiento, para prepararse junto a hombres de experiencia. A medida que aprendan a trabajar con éxito, anunciarán la verdad con poder. Merced a las maravillosas operaciones de la Providencia divina, montañas de dificultades serán removidas y arrojadas al mar. El mensaje, que tanto significa para todos los habitantes de la tierra, será oído y comprendido. Los hombres verán dónde está la verdad. La obra progresará más y más hasta que la tierra entera sea amonestada; y entonces vendrá el fin (Testimonios para la iglesia, t. 9, pp. 78, 79).
 Domingo 
24 de diciembre

Revelación: La misión de Dios en los últimos días

Las primeras líneas de Apocalipsis indican al lector que este libro se centra en la misión de Dios.

Lee Apocalipsis 1:1-7. ¿De qué maneras ven evidencia de que Apocalipsis se centra en la misión de Dios en los últimos días?

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Después de revelar en los primeros versículos que Jesús es la fuente y el enfoque de Apocalipsis, Apocalipsis 1:4-5 alude a los Tres Miembros de la Deidad, que están trabajando unidos para salvar a los seres humanos. El Padre es el eterno que era, es y ha de venir. Se nombra al Espíritu Santo, que está obrando poderosamente entre las iglesias del primer siglo. Entonces Juan recuerda el estatus de Jesucristo, el "testigo fiel", "el primogénito de los muertos" (Apocalipsis 1:5), que posee la propiedad legal de este planeta. El intento de Satanás de usar esta tierra para establecer su reino está arruinado. Además de la victoria de Dios sobre Satanás, la sangre derramada de nuestro Creador lava nuestra culpa y vergüenza.

Lea Apocalipsis 1:6; 1 Pedro 2:9. ¿Qué significan los títulos de los redimidos en esos versículos?

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El enfoque de la misión de Dios no es simplemente arrastrar a las personas que perecen a un lugar seguro. La salvación de Dios ofrece un estatus nuevo y honorable, porque la imagen de Dios es restaurada en nosotros. Los redimidos se convierten en realeza (reyes) porque estamos relacionados con el Rey del universo a través de la sangre derramada de Jesús. Ahora, como miembros de la familia real, nos unimos a la misión de la familia real en la salvación de otros seres humanos. ¡Esto nos hace sacerdotes! Cristo había constituido a su iglesia en un "reino" y a sus miembros individuales en "sacerdotes". Ser miembro del reino es ser sacerdote.

En Apocalipsis 1:7, encontramos la urgencia de la misión: Jesús viene, y las naciones llorarán porque están perdidas. Dios anhela a aquellos que están alejados de Él.

El libro del Apocalipsis se abre, pues, con la misión de Dios para los seres humanos.

No solo hemos sido creados por Dios, sino que hemos sido redimidos por Él, y también a un costo increíble. ¿Por qué esta verdad debería darnos tanta esperanza, sin importar nuestra situación actual?

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Comentarios Elena G.W.

Al acercarnos al fin de la historia de este mundo, las profecías que se relacionan con los últimos días requieren en forma especial nuestro estudio. El último libro del Nuevo Testamento está lleno de verdades que necesitamos entender. Satanás ha cegado las mentes de muchos, de manera que se han regocijado de encontrar alguna excusa para no estudiar el Apocalipsis. Pero Cristo, por medio de su siervo Juan, ha declarado allí lo que acontecerá en los postreros días, y dice: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas”. Apocalipsis 1:3 .

“Este empero es la vida eterna —dice Cristo—: que te conozcan el solo Dios verdadero, ya Jesucristo, al cual ha enviado”. Juan 17:3 . ¿Por qué es que no comprendemos el valor de este conocimiento? ¿Por qué no arden estas preciosas verdades en nuestro corazón? ¿Por qué no hacen temblar nuestros labios y penetran todo nuestro ser? (Palabras de vida del gran Maestro, p. 103).

[El] Señor obrará mediante los instrumentos humanos que se unen a Cristo. Los que tienen confianza permanente en Cristo, tendrán, corno Enoc, un sentido de la constante presencia de Dios. ¿Por qué sucede que hay tantos que experimentan incertidumbre y se sienten huérfanos? Se debe a que no cultiven la fe en la certidumbre preciosa de que Cristo es el portador de sus pecados. Jesús tomó sobre sí la naturaleza humana en favor de los que habían transgredido la ley, y llegó a ser semejante a nosotros para que pudiéramos tener seguridad y paz eterna. Tenemos un abogado en los cielos, y quienquiera que lo acepte como su Salvador personal, no queda huérfano para soportar la maldición de sus propios pecados (Hijos e hijas de Dios, p. 289).

La Iglesia es el medio señalado por Dios para la salvación de los hombres. Fue organizado para servir, y su misión es la de anunciar el evangelio al mundo. Desde el principio fue el plan de Dios que su iglesia reflejase al mundo su plenitud y suficiencia. Los miembros de la iglesia, los que han sido llamados de las tinieblas a su luz admirable, han de revelar su gloria. La iglesia es la depositaria de las riquezas de la gracia de Cristo; y mediante la iglesia se manifestará con el tiempo, aun a “los principados y potestades en los cielos”. Efesios 3:10 …

A través de los siglos de persecución, lucha y tinieblas, Dios ha sostenido a su iglesia. Ni una nube ha caído sobre ella sin que él hubiera hecho provisión; ni una fuerza opositora se ha levantado para contrarrestar su obra, sin que él lo hubiera previsto. Todo ha sucedido como él lo predijo. Él no ha dejado abandonada a su iglesia, sino que ha señalado en las declaraciones proféticas lo que ocurriría, y se ha producido aquello que su Espíritu inspiró a los profetas a predecir. Todos sus propósitos se cumplirán. Su ley está ligada a su trono, y ningún poder del maligno puede destruirla (Los hechos de los apóstoles, pp. 9-11).
 Lunes
25 de diciembre

Los mensajes y la misión de los tres ángeles

El libro de Apocalipsis nos da una representación poderosa y gráfica del tema del gran conflicto, tal vez representado más dramáticamente en Apocalipsis 12:12: "Por tanto, regocijaos, cielos, y vosotros que moráis en ellos. ¡Ay de los habitantes de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, porque sabe que le queda poco tiempo'" (NVI). Es difícil imaginar cómo alguien puede entender algo en las Escrituras aparte del motivo de la gran controversia, que llegará a su clímax en los últimos días.

Lee Apocalipsis 14:6-12. ¿Qué se describe aquí, y qué tienen que ver estos versículos con nuestra misión y mensaje?

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En el centro de la misión, la misión de Dios, está el mensaje, el mensaje de Dios: el evangelio. El mensaje, en un sentido real, es la misión. El mundo necesita ser advertido sobre lo que se le viene encima, y cada persona se verá obligada a hacer una elección, una elección ya sea por la vida o por la muerte.

"El que conmigo no está, contra mí está, y el que conmigo no recoge, desparrama" (Lucas 11:23).

¿Qué está diciendo Jesús aquí que tiene que ver tan directamente con nuestra misión?

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Los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:1-20 forman el núcleo, el corazón, de lo que nosotros, como Adventistas del Séptimo Día, hemos sido llamados a proclamar al mundo. En el centro y en el fundamento están dos temas: "el evangelio eterno" (Apocalipsis 14:6) y la adoración del Creador. Estos dos temas aparecen en esta representación de los santos: "Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús" (Apocalipsis 14:12). No importa lo que hagamos, todo el bien que hagamos al ayudar a las personas, nunca debemos perder de vista nuestro llamamiento y misión especiales, que es proclamar a un mundo perdido la esperanza que se encuentra en el "evangelio eterno", así como advertir al mundo de lo que un día vendrá sobre él.

"El que no está conmigo, contra mí está" (Lucas 11:23). ¿Cómo entiendes lo que Jesús nos está diciendo aquí? ¿Por qué estas palabras deberían hacernos examinar dónde está realmente nuestro corazón?

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Comentarios Elena G.W

[V]emos revelado [en la Palabra de Dios] el gran plan de redención, el medio ideado para liberar a la humanidad del poder de Satanás. Vemos a Cristo, el Capitán de nuestra salvación, enfrentando al príncipe de las tinieblas en batalla abierta y obteniendo la victoria por nosotros. Aprendemos también que, mediante esta victoria, se nos abrió una puerta de esperanza, una fuente de poder, y que como soldados fieles podemos pelear nuestras propias batallas con el astuto enemigo, y vencer en el nombre de Jesús. Cada alma debe hacer frente a los poderes de las tinieblas. Los jóvenes y los ancianos serán atacados, y todos deben comprender cuál es la naturaleza del gran conflicto entre Cristo y Satanás, y deben comprender que atañe a ellos mismos…

No basta poseer un conocimiento intelectual de la verdad… La palabra debe penetrar en nuestro corazón. Debe arraigarse en nosotros mediante el poder del Espíritu Santo. La voluntad debe ser puesta en armonía con sus requerimientos. No solo el intelecto sino el corazón y la conciencia deben concurrir en la aceptación de la verdad (A fin de conocerle, p. 192).

El mandato dado a los discípulos nos es dado también a nosotros. Hoy día, como entonces, un Salvador crucificado y resucitado ha de ser levantado delante de los que están sin Dios y sin esperanza en el mundo. El Señor llama a pastores, maestros y evangelistas. De puerta en puerta han de proclamar sus siervos el mensaje de salvación. A toda nación, tribu, lengua y pueblo se han de proclamar las nuevas del perdón por Cristo. El mensaje ha de ser dado, no con expresiones atenuadas y sin vida, sino en términos claros, decididos y conmovedores. Centenares están aguardando la amonestación para poder escapar a la condenación. El mundo necesita ver en los cristianos una evidencia del poder del cristianismo. No meramente en unos pocos lugares, sino por todo el mundo, se necesitan mensajes de misericordia (Obreros evangélicos, p. 29).

Por el gozo que le fue propuesto, Cristo soportó la cruz... murió en la cruz como sacrificio por el mundo, y gracias a este sacrificio tenemos acceso a la mayor bendición que Dios pudiera haber derramado: el don del Espíritu Santo. Esta bendición es para todos los que reciban a Cristo. El mundo caído es el campo de batalla donde se lleva a cabo el mayor conflicto que el universo celestial y los poderes terrenales hayan observado jamás. Fue designado como el escenario donde se pelearía la batalla colosal entre el bien y el mal, entre el cielo y el infierno. En este conflicto cada ser humano tiene una parte que desarrollar. Nadie puede mantenerse en un terreno neutral. Los seres humanos tienen que aceptar o rechazar al Redentor del mundo. Todos son testigos, en favor de Cristo o en contra de él. Cristo llama a los que se han alistado bajo su estandarte para que se empeñen en el conflicto con él como soldados fieles, para que puedan heredar la corona de la vida. Han sido adoptados como hijos e hijas de Dios (Exaltad a Jesús, p. 247).
 Martes
26 de diciembre

La crisis final

Jesús dijo a sus discípulos y a nosotros: "Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Amén" (Mateo 28:19-20). Esta es la Gran Comisión, y en muchos sentidos los mensajes de los tres ángeles, con un llamado a "toda nación, tribu, lengua y pueblo" (Apocalipsis 14:6), es simplemente la expresión de la "verdad presente" (2 Pedro 1:12) de la Gran Comisión.

Lea 1 Juan 4:8; 2 Pedro 3:9; 1 Timoteo 2:4; Génesis 12:3. ¿Por qué cada grupo de personas es importante para Dios?

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El amor de Cristo es para toda la humanidad, sin excluir a ningún grupo de personas. Contrariamente a la teología que enseña que Cristo murió solo por una élite predestinada, la Biblia es clara en que la muerte de Cristo fue para todas las personas, independientemente de su raza, etnia o cualquier otro factor. Si eres un ser humano, Cristo murió por ti. Periodo. La única pregunta que queda para cualquiera es: ¿Cómo respondes a Su muerte?

Cuando Jesús regrese, solo habrá dos campos abiertos: aquellos que se han sometido a la autoridad de Satanás a través de instituciones religiosas y políticas, como se muestra en Apocalipsis 13:1-18 y 17, y aquellos que se han sometido completamente a Jesucristo, cuya fe se manifiesta al guardar "los mandamientos de Dios" (Apocalipsis 14:12).

Desde el principio, los seres humanos han tenido evidencia de quién es Dios y de Su camino de justicia y amor (Romanos 1:18-21). Por lo tanto, todos los seres humanos de épocas pasadas serán juzgados en función de cómo cooperaron con Dios y cómo vivieron, independientemente de cuánto entendieron o no (Romanos 2:11-16).

Pero en este tiempo del fin, hay una polarización creciente, y ya no se respetará la libertad de conciencia. Se presionará a la gente para que se alinee con el partido de Satanás. Es urgente que se proclame el evangelio y que se expongan las noticias serias sobre las estrategias de Satanás. Y eso es exactamente de lo que se tratan los mensajes de los tres ángeles y nuestra misión.

Piensa en el hecho de que Cristo ha muerto por ti personalmente. ¿Qué podría hacerte pensar que cualquier cosa que hayas hecho, no importa lo malo que sea, no podría haber sido suficientemente pagada por la muerte de Cristo en la cruz?

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Comentarios Elena G.W

El evangelio de Cristo debe alcanzar a todas las clases, todas las naciones, todas las lenguas y pueblos. La influencia del evangelio debe unir en una gran hermandad. Tenemos un solo Modelo que debemos imitar en la edificación del carácter, y entonces todos tendremos el molde de Cristo; estaremos en armonía perfecta; las nacionalidades se unirán en Jesucristo, poseyendo la misma mente, y el mismo juicio, hablando de las mismas cosas, y glorificando a Dios con una sola boca. Esta es la obra que el Redentor del mundo debe realizar por nosotros. Si aceptamos la verdad como está en Jesús desaparecerán los prejuicios nacionalistas y los celos, y el Espíritu de verdad unirá los corazones en uno solo. Nos amaremos como hermanos; estimaremos al prójimo más que a nosotros mismos; seremos bondadosos y corteses, humildes y afables, y accederemos fácilmente a las súplicas; estaremos llenos de misericordia y de buenos frutos (Nuestra elevada vocación, p. 173).

Cuando miráis la cruz del Calvario, no podéis dudar del amor de Dios o de su deseo de salvar. Tiene una inmensidad de mundos que le tributan honor divino, y el cielo y todo el universo hubieran estado felices si él hubiera dejado perecer este mundo; pero su amor fue tan grande que dio a su propio Hijo para que muriera a fin de que nosotros fuésemos redimidos de la muerte eterna. Al ver el cuidado y el amor que Dios tiene por nosotros, respondamos a ellos; démosle a Jesús todas las facultades de nuestro ser, peleando varonilmente las batallas del Señor. No podemos permitirnos perder el alma; no podemos permitirnos pecar contra Dios. La vida, la vida eterna en el reino de la gloria, lo vale todo (That I May Know Him, p. 367; parcialmente en A fin de conocerle, p. 366).

Aquellos a quienes Cristo elogia en el juicio, pueden haber sabido poca teología, pero albergaron sus principios. Por la influencia del Espíritu divino, fueron una bendición para los que los rodeaban. Aun entre los paganos, hay quienes han abrigado el espíritu de bondad; antes que las palabras de vida cayesen en sus oídos, manifestaron amistad para con los misioneros, hasta el punto de servirles con peligro de su propia vida. Entre los paganos hay quienes adoran a Dios ignorantemente, quienes no han recibido jamás la luz por un instrumento humano, y sin embargo no perecerán. Aunque ignorantes de la ley escrita de Dios, oyeron su voz hablarles en la naturaleza e hicieron las cosas que la ley requería. Sus obras son evidencia de que el Espíritu de Dios tocó su corazón, y son reconocidos como hijos de Dios.

¡Cuánto se sorprenderán y alegrarán los humildes de entre las naciones y entre los paganos, al oír de los labios del Salvador: “En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis”! ¡Cuán alegre se sentirá el corazón del Amor Infinito cuando sus seguidores le miren con sorpresa y gozo al oír sus palabras de aprobación! (El Deseado de todas las gentes, p. 593).
 Miércoles
27 de diciembre

Éxito en la misión

¿Qué es el éxito en la misión? Podríamos estar tentados a pensar que se trata de muchos bautismos, grandes iglesias y tasas de rápido crecimiento. Podríamos pensar que el éxito consiste en entrar en la verdad a todas las tribus y grupos étnicos de la Tierra y que podemos acelerarlo mediante el uso de la radio, Internet y la televisión. Si bien todo esto puede ser bueno, debemos recordar lo que Pablo escribió a la comunidad de fe en Corinto: "Yo planté, Apolos regó, pero Dios dio el crecimiento" (1 Corintios 3:6). En otras palabras, nuestro enfoque es estar en el proceso; El enfoque de Dios estará en el crecimiento.

Ya hemos visto que el objeto de la misión de Dios es salvar a los perdidos en cada grupo de personas en la tierra, haciéndolos discípulos leales de Jesús que están involucrados en Su misión.

Lee los siguientes textos. ¿Qué nos dicen sobre el carácter de los que se convierten en seguidores de Jesús?

2 Corintios 11:2

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Isaías 30:21; Juan 10:27; Juan 16:12-13

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2 Tesalonicenses 2:9-11; Hebreos 3:12-13; 1 Juan 1:8

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1 Juan 1:9; Apocalipsis 7:14; Apocalipsis 19:8

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Los discípulos de Jesús son puros, permaneciendo leales a Él como una novia pura lo haría con su prometido. Siguen a Jesús mientras Él los guía por la voz apacible y delicada del Espíritu Santo. Esto incluye guiarnos a la obra misional para los demás. No hay engaño en estos discípulos. No se desvían por la duda debilitante, las falsas enseñanzas o la inmoralidad. Y no se sienten moralmente superiores a los demás. Reconocen que son imperfectos y que requieren la gracia y la misericordia purificadoras de Dios. Entendiendo esto, también están abiertos a recibir corrección e instrucción de otros creyentes. El éxito en la misión da como resultado hacer este tipo de discípulo.

¿Qué significa ser una "virgen casta para Cristo" (2 Corintios 11:2)? ¿Cómo podemos nosotros, como pecadores, ser esto ante Dios y señalar a otros para que también se conviertan en vírgenes castas para Cristo?

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Comentarios Elena G.W

Pablo había tratado de impresionar en la mente de los hermanos corintios el hecho de que él y los ministros que estaban asociados con él no eran sino hombres comisionados por Dios para enseñar la verdad; que todos estaban ocupados en la misma obra; y que dependían igualmente de Dios para tener éxito en sus labores. La discusión que se había levantado en la iglesia en cuanto a los méritos relativos de los diferentes ministros, no estaba de acuerdo con la voluntad de Dios, sino que era el resultado de abrigar los atributos del corazón natural. “Porque diciendo el uno: Yo cierto soy de Pablo: y el otro: yo de Apolos; ¿no sois carnales? ¿Qué pues es Pablo? ¿y qué es Apolos? Ministros por los cuales habéis creído; y eso según que a cada uno ha concedido el Señor. Yo planté, Apolos negó; mas Dios ha dado el crecimiento. Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento.” 1 Corintios 3:4-7 (Los hechos de los apóstoles, pp. 221, 222).

Pablo fue quien predicó primero el evangelio en Corinto y quien había organizado la iglesia allí. Esta era la obra que el Señor le había asignado. Más tarde, por la dirección de Dios, otros obreros fueron enviados allí, para que ocuparan su debido lugar. La semilla sembrada debía regarse, y esto debía hacerlo Apolos. Siguió a Pablo en su obra, para dar instrucción adicional y ayudar al crecimiento de la semilla sembrada. Conquistó los corazones del pueblo, pero era Dios el que daba el crecimiento. No es el poder humano, sino el divino, el que obra la transformación del carácter. Los que plantan y los que riegan, no hacen crecer la semilla; trabajan bajo la dirección de Dios, como sus agentes señalados, y cooperan con él en su obra. Al Artífice maestro pertenecen el honor y la gloria del éxito (Los hechos de los apóstoles, p. 222).

Jesús desea borrar la imagen de lo terrenal de las mentes de sus seguidores, e impresionar sobre ellos la imagen de lo celestial, para que puedan llegar a ser uno con El, reflejando su carácter, y anunciando las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable…

El carácter que cultivamos y las actitudes que asumimos hoy están fijando nuestro destino futuro. Todos estamos haciendo elecciones, ya sea para estar con los benditos dentro de la ciudad de luz, o estar con los malvados, fuera de la ciudad. Los principios que gobiernan nuestros actos sobre la tierra son conocidos en el cielo, y nuestros hechos son fielmente anotados en los libros de registro. Allí se sabe si nuestros caracteres son como el de Cristo... ¿Somos vírgenes prudentes?... Esta es la cuestión que estamos decidiendo hoy por nuestro carácter y actitud (Reflejemos a Jesús, p. 295).
 Jueves
28 de diciembre

Misión completada

Lea Apocalipsis 21:1-4; Apocalipsis 21:22-27; Apocalipsis 22:1-5. ¿Cuál es la escena descrita aquí?

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¡Qué paraíso será la nueva Tierra! La muerte y el pecado desaparecerán, Satanás y la maldad serán destruidos. Conoceremos a nuestro amoroso Salvador y nos reuniremos con nuestros seres queridos. Y la nueva tierra estará poblada de representantes de toda etnia y lengua.

La Junta de Misiones de la Asociación General ha aprobado las métricas de Misión Global que se pueden usar para determinar si un grupo de personas es alcanzado o no. Un "grupo de personas alcanzadas" es aquel que tiene el número y los recursos adecuados para testificar eficazmente al resto del grupo sin necesidad de ayuda externa; tiene servicios de adoración, Biblias y otras publicaciones en su idioma materno; Y hay líderes de iglesias indígenas que pueden testificar al resto del grupo de personas sin tener que trabajar a través de un traductor.

Un "grupo de personas no alcanzadas" es aquel que no tiene una comunidad indígena de creyentes adventistas con el número y los recursos adecuados para testificar eficazmente a su propio grupo sin ayuda de fuera de su cultura.

Cada iglesia y conferencia local debe determinar los grupos de personas en su comunidad que necesitan ser alcanzados. Ahora es el momento de invertir en la misión de Dios de hacer discípulos en todos los grupos de personas, acelerar el regreso de nuestro Salvador y, al final, vivir con ellos en el nuevo cielo y la nueva tierra que se nos promete aquí.

Desafío: ¿Cómo estás acelerando el regreso de Cristo? ¿Estás plantando semillas de esperanza en los corazones de aquellos que necesitan escuchar buenas noticias? ¿Estás "regando" a los nuevos creyentes ayudándoles a aprender lo que significa vivir una vida de obediencia leal a Cristo? Ore por oportunidades para comunicar la promesa de la tierra hecha nueva con las personas en su lista de oración diaria

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Desafío: Algunos de sus "discípulos" pueden estar listos para aceptar a Cristo. Esto incluye unirse a una iglesia o grupo de creyentes. Ponte en su lugar e imagina que asistes a tu iglesia por primera vez. ¿Qué tipo de experiencia tendría? ¿Qué tan preparada está su iglesia para dar la bienvenida y discipular a nuevas personas? ¿Está abierto a comenzar nuevos grupos de creyentes, no solo a construir su propia iglesia existente? Crea una estrategia para abordar las áreas débiles. Comparta sus pensamientos con los líderes de su iglesia y trabaje con ellos para implementar un plan para convertirse en una iglesia más intencional que haga discípulos.

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Comentarios Elena G.W

Cristo nos dice cuándo será introducido el día de su reino. No nos dice que todo el mundo será convertido, sino que “será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Mateo 24:14. Al dar el evangelio al mundo, tenemos la posibilidad de apresurar la venida del día de Dios…

Cristo va a venir en las nubes y con grande gloria. Le acompañará una multitud de ángeles resplandecientes. Vendrá para resucitar a los muertos y para transformar a los santos vivos de gloria en gloria. Vendrá para honrar a los que le amaron y guardaron sus mandamientos, y para llevarlos consigo. No los ha olvidado ni tampoco ha olvidado su promesa… Aún un poco más, y veremos al Rey en su hermosura. Un poco más, y enjugará toda lágrima de nuestros ojos. Un poco más, y nos presentará “delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría”. Judas 24 (La segunda venida y el cielo, pp. 153, 154).

La gloriosa ciudad de Dios tiene doce puertas, guarnecidas de las más preciosas perlas. También tiene doce cimientos de distintos colores. Las calles de la ciudad son de oro puro. En ella está el trono de Dios, y hay un río puro y hermoso que fluye del mismo, transparente como el cristal. Su diáfana belleza y su pureza alegran la ciudad de Dios. Los santos beberán cuanto deseen de las aguas salutíferas del río de la vida…

Todos los rostros reflejarán la imagen de su Redentor. No habrá semblantes ansiosos y preocupados; en cambio todos revelarán alegría y sonreirán con pureza inmaculada. Estarán allí los ángeles, y los santos resucitados y los mártires, y, lo mejor de todo, lo que nos producirá el mayor gozo, es que allí veremos a nuestro amado Salvador, que sufrió y murió para que pudiéramos disfrutar tanta felicidad y libertad. Su glorioso rostro resplandecerá con más brillo que el sol, inundará de luz la hermosa ciudad y reflejará su gloria en derredor (Mi vida hoy, p. 361).

En la ciudad de Dios “no habrá ya más noche”. Nadie necesitará ni deseará descanso. No habrá quien se canse haciendo la voluntad de Dios ni ofreciendo alabanzas a su nombre. Sentiremos siempre la frescura de la mañana, que nunca se agostará… La luz del sol será sobrepujada por un brillo que sin deslumbrar la vista excederá sin medida la claridad de nuestro mediodía. La gloria de Dios y del Cordero inunda la ciudad santa con una luz que nunca se desvanece. Los redimidos andan en la luz gloriosa de un día eterno que no necesita sol.

“No vi templo en ella; porque el Señor Dios Todopoderoso, y el Cordero son el templo de ella”. Apocalipsis 21:22 (VM). El pueblo de Dios tiene el privilegio de tener comunión directa con el Padre y el Hijo. “Ahora vemos oscuramente, como por medio de un espejo”. 1 Corintios 13:12 (VM). Vemos la imagen de Dios reflejada como en un espejo en las obras de la naturaleza y en su modo de obrar para con los hombres; pero entonces le veremos cara a cara sin velo que nos lo oculte (El conflicto de los siglos, p. 655, 656).
 Viernes
29 de diciembre

Reflexiones adicionales

"El gran plan de redención resulta en traer completamente de vuelta al mundo al favor de Dios. Todo lo que se perdió por el pecado es restaurado. No solo el hombre, sino también la tierra es redimida, para ser la morada eterna de los obedientes. Durante seis mil años, Satanás ha luchado por mantener la posesión de la Tierra. Ahora se cumple el propósito original de Dios en su creación. "Los santos del Altísimo tomarán el reino, y poseerán el reino para siempre, por los siglos de los siglos". "—Elena G. de White, Patriarcas y Profetas, p. 342.

Pero antes de que eso pueda convertirse en una realidad, es nuestro deber asociarnos con Dios en Su misión de alcanzar al mundo con el mensaje de advertencia para que las personas puedan aceptar y ser parte de la promesa de Dios de recreación.

"Anhelo ver a muchos obreros trabajando para aquellos que no conocen las evidencias de nuestra fe. Muchos han recibido gran luz al oír los mensajes de los tres ángeles, y ahora deben proclamar estos mensajes en todas partes del mundo. Deseo hacer mi parte y abrir el camino para que otros lleven la luz de la verdad. Que el Señor nos ayude a ponernos la armadura. Los creyentes deben unirse en la solemne obra de dar la última nota de advertencia al mundo". —Elena G. de White, Carta 390, 1907 (inédita).

A lo largo de este trimestre hemos estudiado diversos aspectos y cuestiones relacionadas con la misión de Dios. Esta semana concluimos nuestro estudio explorando las claves de Apocalipsis para entender cómo es una relación restaurada con Dios, y culminamos con una visión de la misión cumplida: la recreación y restauración de la tierra. Si bien es cierto que la destrucción del pecado y el sufrimiento serán los días más aterradores de la historia de la tierra, Dios proyecta nuestra visión a un tiempo más allá de esta destrucción y proporciona consuelo y aliento en la promesa de la tierra restaurada.

Preguntas de discusión


  1. ¿Qué es el "evangelio eterno"? ¿Por qué es "eterno"? ¿Y por qué lo que enseña debe ser fundamental para nuestra misión?
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  2. ¿Por qué ponemos tanto énfasis en los mensajes de los tres ángeles? ¿Cómo respondes al argumento de que necesitamos enfocarnos en Jesús y no en algo tan supuestamente "negativo" como estos mensajes, que incluyen advertencias muy fuertes?
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  3. ¿Cómo les ha ayudado este trimestre a comprender mejor no solo la importancia de la misión, sino también cómo usted y su iglesia podrían participar mejor en ella, que es lo que hemos sido llamados a hacer?
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Comentarios Elena G.W

Reflejemos a Jesús, 13 de febrero, “Dios revela su justicia y amor”, p. 50;Exaltad a Jesús, 7 de agosto, “Cristo murió por nosotros”, p. 227.

Pensamiento clave: “Anhelo ver muchísimos obreros trabajando para aquellos que no conocen la evidencia de nuestra fe”. Es nuestro deber alcanzar al mundo con los mensajes de los tres ángeles en todas partes del mundo.

A. Pida a un voluntario que lea Apocalipsis 14:6-12 .

  1. Pida a los miembros de la clase que compartan una breve reflexión sobre cuál es el punto más importante de este pasaje.
  2. ¿Qué tienen que ver estos versículos con nuestra misión y mensaje?
  3. Aplicación personal: ¿Por qué son tan importantes el juicio y el sábado en el evangelio que se presenta aquí en Apocalipsis? ¿Realmente necesitamos exponerlo con tanta audacia y claridad?
  4. Estudio de caso: Uno de ustedes, pariente, afirma: “Pensé que el evangelio eterno era una buena noticia. ¿Por qué estos mensajes en el segundo y tercer ángel hablan negativamente de otras iglesias y de la marca de la bestia?

B. Haga que un voluntario lea 1 Juan 4:8 .

  1. Pida a los miembros de la clase que compartan una idea sobre cuál es el punto más importante de este texto.
  2. ¿Por qué cada grupo de personas le importa a Dios?
  3. Aplicación personal: ¿Cómo llegamos a aquellos que desean destruir a los cristianos? Su religión les dice que maten a los cristianos y tengan su propia versión de la Biblia. Comparte tus pensamientos
  4. Estudio de caso : Uno de tus amigos afirma: “¿Cómo se supone que debemos llegar a personas de otros países de diferentes religiones? Tienen sus propias creencias y culturas. El evangelio puede trascender estas creencias. A veces simplemente añaden a Jesús a su plétora de dioses y realmente no se convierten”. ¿Cómo le responderías a tu amigo?

C, Haga que un voluntario lea 2 Corintios 11:2, Isaías 30:21, 1 Juan 1:8.

  1. Pida a los miembros de la clase que compartan una breve reflexión sobre cuál es el punto más importante de este texto.
  2. ¿Qué nos dicen estos textos sobre el carácter de quienes se convirtieron en seguidores de Jesús?
  3. Aplicación Personal: ¿Cómo podemos saber si es el espíritu de Dios el que nos guía o el espíritu de los demonios que salen a engañar al mundo? Comparte tus pensamientos.
  4. Estudio de caso: Uno de sus vecinos afirma: “¿Qué significa ser una virgen casta para Cristo? ¿Cómo podemos nosotros, como pecadores, hacer esto ante Dios e indicar a otros que también se conviertan en vírgenes castas para Cristo? ¿Cómo le respondería a su pariente?

4. Haga que un voluntario lea Apocalipsis 21:1-4 , 21:22-22:5 .

  1. Pida a los miembros de la clase que compartan una idea sobre cuál es el punto más importante de este texto.
  2. ¿Cuál es la escena descrita aquí?
  3. Aplicación personal: ¿Cómo estás acelerando el regreso de Cristo? ¿Cómo estás plantando semillas de esperanza en los corazones de quienes necesitan escuchar las buenas nuevas? Comparte tus pensamientos.
  4. Estudio de caso: Piense en una persona que necesita escuchar un mensaje de la lección de esta semana. Dile a la clase lo que planeas hacer esta semana para compartir con ellos.

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