ISAÍAS - Introducción / Lección 1: "CRISIS DE IDENTIDAD"


Isaías

"Consolaos, pueblo mío"

Desde el momento en que fueron pronunciadas por primera vez, las palabras del profeta Isaías han quedado grabadas, incluso incrustadas, en nuestra conciencia. Hay palabras inolvidables, cargadas no solo de significado sino de esperanza y promesa, palabras como "Dios está con nosotros" ( Isa. 7:14 , TLB) , "Porque un niño nos ha nacido" ( Isa. 9: 6 ) , “Todo valle será ensalzado” ( Isa. 40: 4 ) , y “fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestras iniquidades: el castigo de nuestra paz fue sobre él; y por sus heridas fuimos curados ” ( Isa. 53: 5 ) .

Las palabras crean dibujos, imágenes, ecos; las palabras débiles e insignificantes crean imágenes débiles e insignificantes; Las palabras poderosas, refinadas y bien redactadas crean imágenes potentes y refinadas y ecos fuertes y nítidos. Esto, por supuesto, explica por qué las palabras de Isaías nos hablan tan alto, tan claramente, incluso después de 27 siglos.

En su poema del siervo sufriente, por ejemplo ( Isaías 52: 13-53: 12 ) , Isaías trae una imagen del Mesías a una resolución más fina que en cualquier otro lugar del Antiguo Testamento. Esta sección por sí sola es suficiente para justificar el nombre, "el profeta del evangelio".

Además, su predicción de Ciro, por su nombre , un siglo y medio antes de que el rey persa conquistara Babilonia ( Isaías 44: 28-45: 6 ) , es tan asombrosamente específica que algunos eruditos han atribuido gran parte de Isaías a una "segunda Isaías ”, una creación hueca de aquellos que no pueden ver más allá de los crujientes límites intelectuales de la imaginación humana.

Con una combinación única de imágenes vívidas, ritmo poético incomparable y equilibrio, contrastes dramáticos al estilo de Beethoven y un rico tejido de temas profundos que se repiten en un sofisticado proceso sinfónico de elaboración y desarrollo continuo, el libro inspirado de Isaías es un valioso vehículo literario para la divinidad. pensamientos que son más altos que lo mundano como los cielos son más altos que la tierra (ver Isa. 55: 9 ) . Incluso en la traducción, que pierde los evocadores juegos de palabras y las aliteraciones del hebreo, el libro de Isaías tiene pocos pares en la historia de la literatura, ya sea secular o sagrada.

Conocemos sus palabras, tan elocuentes, tan poéticas, tan emotivas y poderosas, pero ¿conocemos al hombre Isaías y el mundo en el que escribió, oró y profetizó? A medida que el cruel Imperio Asirio alcanzaba su punto máximo de poder, era una época de peligro aplastante. Peor aún, el pueblo de Judá, el pueblo elegido, se hundía cada vez más en la debilidad moral. La codicia y la miseria lucharon en las calles. En su lucha por la riqueza o la supervivencia, algunos inhalaron los vapores narcóticos de la vana euforia mientras que otros se marchitaron en la desesperación. Buscando preservar la identidad de su nación tomando un remanente de un estado de negación y anclándolo en la realidad, Isaías llamó a su pueblo a contemplar a su Dios, el Santo de Israel, el Creador del cielo y la tierra, el que los conoció por nombre y quién prometió redimirlos del fuego, pero solo si escuchaban y obedecían.

Isaías aconsejó a los reyes. Cuando el delgado hilo de la línea remanente de Dios fue confinado a una ciudad condenada por legiones asirias, fueron las palabras proféticas de Isaías las que fortalecieron al rey Ezequías para buscar el milagro que era la única esperanza de Jerusalén (Isaías 36, 37) . Si Jerusalén hubiera caído entonces, y no ante los babilonios un siglo después, la política asiria de dispersar a los pueblos conquistados podría haber vaporizado la identidad nacional de Judá. Por lo tanto, no habría habido ningún pueblo judío de quien surgiera el Mesías, el Salvador del mundo.

En este trimestre, echamos un vistazo a Isaías, a sus palabras, a sus tiempos, a sus predicamentos, pero sobre todo a su Dios, el Dios que, tanto en ese entonces como hoy, nos grita: “No temas, porque yo he redimido. a ti, te he llamado por tu nombre; mío eres tú ” (Isaías 43: 1 ) .

El Dr. Roy Gane, un erudito hebreo, es profesor de Antiguo Testamento en el Seminario Teológico Adventista del Séptimo Día en el campus de la Universidad Andrews, en Berrien Springs, Michigan.


 

Lección 1.26 de diciembre al 1 de enero

Crisis de identidad

Sábado por la tarde

Lea para el estudio de esta semana: Isa. 1: 1-9 , Isa. 1: 10-17 , Isa. 1:18 , Isa. 1: 19-31 , Isa. 5: 1-7 .

Texto para memorizar: “'Ven ahora, y razonemos juntos', dice el SEÑOR, 'aunque tus pecados sean como la escarlata, serán blancos como la nieve; aunque sean rojas como el carmesí, serán como lana ” ( Isaías 1:18) .

L a mayoría en la tierra del olvido . Si conduce en Irlanda por un camino rural estrecho bordeado de setos, es posible que encuentre el camino bloqueado por un rebaño de vacas que deambulan a casa después de una comida crujiente. Incluso si no hay un pastor con ellos, irán al establo de su dueño. Sabrán dónde y a quién pertenecen.

Si un niño pequeño en una tienda se separa de su madre y grita: "¡He perdido a mi mamá!" puede que no sepa exactamente dónde está, o dónde está su madre, pero en medio de un mar de madres caminando por la tienda, conocerá a la única madre que, sola, es la suya.

Es triste decirlo, a diferencia incluso de esas vacas irlandesas (y mucho menos del niño perdido), los judíos olvidaron que pertenecían al Señor, su Señor celestial, y por lo tanto perdieron su verdadera identidad como pueblo del pacto. “Crié hijos y los crié, pero se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el burro el pesebre de su amo; pero Israel no sabe, mi pueblo no entiende ” ( Isa. 1: 2, 3 ) .

Esta semana echaremos un vistazo a la obra de Dios para restaurar a su pueblo a sí mismo.

Estudie la lección de esta semana para prepararse para el sábado 2 de enero.

 

Comentarios Elena G.W

El que pretendía ser el pueblo de Dios se había separado del Eterno, y había perdido su sabiduría y pervertido su entendimiento. No podía ver muy lejos, pues se olvidó de que había sido limpiado de sus antiguos pecados. Se movía inquieta e inseguramente en la oscuridad, procurando borrar de su mente el recuerdo de la libertad, seguridad y felicidad que antes había tenido. Se hundieron en toda clase de locuras insolentes y temerarias; se opusieron a las providencias de Dios, y ahondaron la culpa que ya pesaba sobre ellos. Escucharon las acusaciones de Satanás contra el carácter divino, y representaron a Dios como desprovisto de misericordia y perdón. El profeta los describe diciendo:

“¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás” (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, p. 1159).

La obra de restauración nunca puede ser completa a menos que se llegue hasta las raíces del mal. Vez tras vez han sido recortadas las ramas, pero ha sido dejada la raíz de amargura para que resurja y contamine a muchos. Pero debe llegarse hasta la profundidad misma del mal oculto, los sentidos morales deben ser juzgados, y juzgados otra vez a la luz de la presencia divina. La vida diaria testificará si la obra es verdadera o no…

Esta es la obra que corresponde a cada alma que ha deshonrado a Dios y ha agraviado el corazón de Cristo negando la verdad y la justicia. Si el alma tentada soporta el proceso de la prueba y el yo no se despierta a la vida para sentirse herido y maltratado por la prueba, ese cuchillo penetrante revela que el alma está muerta al yo, pero viva a Dios (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 5, p. 1125).

El gobierno de Dios no se funda en una sumisión ciega ni en una reglamentación irracional, como Satanás quiere hacerlo aparecer. Al contrario, apela al entendimiento y a la conciencia. “¡Venid, pues, y arguyamos juntos!”5 es la invitación del Creador a los seres que formó. Dios no fuerza la voluntad de sus criaturas. No puede aceptar un homenaje que no le sea otorgado voluntaria e inteligentemente. Una mera sumisión forzada impediría todo desarrollo real del entendimiento y del carácter: haría del hombre un simple autómata. Tal no es el designio del Creador. Él desea que el hombre, que es la obra maestra de su poder creador, alcance el más alto desarrollo posible. Nos presenta la gloriosa altura a la cual quiere elevarnos mediante su gracia. Nos invita a entregarnos a él para que pueda cumplir su voluntad en nosotros. A nosotros nos toca decidir si queremos ser libres de la esclavitud del pecado para compartir la libertad gloriosa de los hijos de Dios (El camino a Cristo, pp. 43, 44).

Domingo    27 de diciembre

¡Escuchen, cielos! (Isaías 1: 1-9)

El libro de Isaías se presenta brevemente identificando al autor (“hijo de Amoz”), la fuente de su mensaje (una “visión”) y su tema (Judá y su capital, Jerusalén, durante el reinado de cuatro reyes). El tema también identifica a la audiencia principal de Isaías como la gente de su propio país durante el tiempo en que vivió. El profeta les habló acerca de su propia condición y destino.

Al mencionar a los reyes durante cuyos reinados estuvo activo, Isaías reduce la audiencia y vincula el libro a los eventos históricos y políticos de un período determinado. Este período de tiempo nos dirige a los relatos de 2 Reyes 15-20 y 2 Crónicas 26-32.

Lea Isaías 1: 2 . ¿Cuál es la esencia del mensaje aquí? ¿Qué está diciendo el Señor? ¿Cómo se ha visto esta misma idea a lo largo de la historia sagrada? ¿Podría decirse también de la iglesia cristiana de hoy? Explica tu respuesta.

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Observe cómo el mensaje de Isaías comienza con las palabras “Oíd, cielos, y escucha, tierra” (comparar Deut. 30:19 , Deut. 31:28 ) . El Señor no está insinuando que el cielo y la tierra, por sí mismos, puedan oír y comprender. En cambio, lo hace para enfatizar.

Cuando un antiguo rey del Cercano Oriente, como un emperador hitita, firmó un tratado político con un gobernante menor, invocó a sus dioses como testigos para enfatizar que cualquier violación del acuerdo seguramente sería advertida y castigada. Sin embargo, cuando el divino Rey de reyes hizo un pacto con los israelitas en los días de Moisés, no se refirió a otros dioses como testigos. Como el único Dios verdadero, llamó, en cambio, a los cielos y la tierra para cumplir este papel (ver también Deut. 4:26 ) .

Lea atentamente Isaías 1: 1-9 . Resuma en las líneas de abajo cuáles fueron los pecados de Judá. También tome nota especial de los resultados de esos pecados. ¿De qué era culpable Judá, y qué sucedió debido a su culpa? Al mismo tiempo, ¿qué esperanza se presenta en el versículo 9?

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Comentarios Elena G.W

No es algo liviano pecar contra Dios: erigir la perversa voluntad del hombre en oposición a la voluntad de su Hacedor. Conviene a los mejores intereses de los hombres, aun en este mundo, obedecer los mandamientos de Dios. Y conviene, por cierto, a su eterno interés someterse a Dios y estar en paz con él… De todas las criaturas que Dios ha hecho sobre la tierra, solo el hombre se ha rebelado. Sin embargo, posee facultades de razonamiento para comprender las exigencias de la ley divina, y una conciencia para sentir la culpabilidad de la transgresión por una parte, y la paz y el gozo de la obediencia por la otra. Dios lo hizo un agente moral libre, para obedecer o desobedecer. La recompensa de la vida eterna —un eterno peso de gloria— se promete a los que hacen la voluntad de Dios, en tanto que la amenaza de su ira pende sobre los que desafían su ley (La edificación del carácter, pp. 74, 75).

La historia del pasado demuestra que el diablo se mantiene activo y trabajando. A él le es imposible tanto estar ocioso como ser inofensivo. Satanás ocupó su lugar en un único árbol para poner en peligro la seguridad de Adán y Eva Era su plan atraer a la sagrada pareja hacia aquel solo árbol para que hicieran precisamente lo que Dios dijo que no debían hacer: comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. No estaban en peligro si se acercaban a cualquier otro árbol. ¡Cuán razonables fueron sus palabras! Echó mano de los mismos argumentos que emplea hoy: la lisonja, la envidia, la desconfianza, la duda y la incredulidad. Si Satanás fue tan astuto en el principio, ¿cómo será ahora después de haber adquirido miles de años de experiencia? No obstante, Dios y sus santos ángeles, y todos aquellos que viven en obediencia a toda la voluntad revelada de Dios, son más sabios que él. La sutileza de Satanás no disminuirá, pero la sabiduría dada a los hombres a través de su conexión vital con la Fuente de toda luz y conocimiento divinos, será dada en proporción con las estratagemas y astucia del enemigo (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 476).

Miremos hoy al mundo en abierta rebelión contra Dios. Esta es en verdad una generación rebelde, llena de ingratitud, formalismo, falsedad, orgullo y apostasía. Los hombres descuidan la Biblia y odian la verdad. Jesús ve su ley rechazada, su amor despreciado, sus embajadores tratados con indiferencia. Él habló por sus misericordias, pero estas no han sido reconocidas; él dirigió advertencias, pero estas no han sido escuchadas. Los atrios del templo del alma humana han sido trocados en lugares de tráfico profano. El egoísmo, la envidia, el orgullo y la malicia son las cosas que se cultivan.

Muchos no vacilan en burlarse de la palabra de Dios. Los que creen esa palabra tal como se expresa son ridiculizados. Existe un desprecio cada vez mayor por la ley y el orden, y se debe directamente a una violación de las claras órdenes de Jehová. La violencia y los crímenes son resultado del hecho de que la humanidad se ha desviado de la senda de la obediencia. Miremos la desgracia y la miseria de las multitudes que adoran ante los ídolos y buscan en vano felicidad y paz (Profetas y reyes, pp. 137, 138).


Lunes 28 de diciembre

Ritualismo podrido (Isaías 1: 10-17)

Lea Isaías 1:10 . ¿Por qué crees que estaba usando las imágenes de Sodoma y Gomorra? ¿Qué estaba haciendo el Señor?

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Lea Isaías 1: 11-15 . ¿Qué le está diciendo el Señor a la gente de allí? ¿Por qué rechazó el Señor la adoración que su pueblo le estaba ofreciendo?

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Las mismas manos que ofrecían sacrificios y se levantaban en oración estaban “llenas de sangre”; es decir, culpable de violencia y opresión de otros ( Isa. 1:15 ; Isa. 58: 3 , 4 ) . Al maltratar a otros miembros de la comunidad del pacto, mostraban desprecio por el Protector de todos los israelitas. Los pecados contra otras personas eran pecados contra el Señor.

Por supuesto, Dios mismo había instituido el sistema de adoración ritual (Levítico 1-16) y designado el templo de Jerusalén como el lugar apropiado para ello ( 1 Reyes 8:10 , 11 ) . Pero los rituales estaban destinados a funcionar dentro del contexto del pacto que Dios había hecho con estas personas. Fue el pacto de Dios con Israel lo que hizo posible que Él habitara entre ellos en el santuario / templo.Entonces, los rituales y las oraciones que se realizaban allí eran válidos solo si expresaban fidelidad a Él y a Su pacto. Las personas que ofrecían sacrificios sin arrepentirse de acciones injustas hacia otros miembros de la comunidad del pacto estaban realizando mentiras rituales. Por lo tanto, sus sacrificios no solo eran inválidos, ¡eran pecados! Sus acciones rituales decían que eran leales, pero su comportamiento demostró que habían roto el pacto.

Lea Isaías 1:16 , 17 . ¿Qué manda el Señor que haga su pueblo? ¿Cómo estos versículos, en este contexto, son paralelos a lo que Jesús dijo en Mateo 23: 23-28 ? ¿Qué mensaje podemos encontrar para nosotros hoy en estos textos y en el contexto en el que se dan?

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Comentarios Elena G.W

Los judíos se habían familiarizado con el ofrecimiento de la sangre hasta perder casi de vista el hecho de que era el pecado el que hacía necesario todo este derramamiento de sangre de animales. No discernían que prefiguraba la sangre del amado Hijo de Dios, que había de ser derramada para la vida del mundo, y que por el ofrecimiento de los sacrificios los hombres habían de ser dirigidos al Redentor crucificado…

En lugar de sentir humilde arrepentimiento del pecado, habían multiplicado los sacrificios de animales, como si Dios pudiera ser honrado por un servicio que no nacía del corazón. Los sacerdotes y gobernantes habían endurecido sus corazones con el egoísmo y la avaricia. Habían convertido en medios de ganancia los mismos símbolos que señalaban al Cordero de Dios. Así se había destruido en gran medida a los ojos del pueblo la santidad del ritual de los sacrificios. Esto despertó la indignación de Jesús; él sabía que su sangre, que pronto había de ser derramada por los pecados del mundo, no sería más apreciada por los sacerdotes y ancianos que la sangre de los animales que ellos vertían constantemente (El Deseado de todas las gentes, pp. 540, 541).

La confesión no es aceptable para Dios si no va acompañada por un arrepentimiento sincero y una reforma. Debe haber cambios decididos en la vida; todo lo que ofenda a Dios debe dejarse. Tal será el resultado de una verdadera tristeza por el pecado. Se nos presenta claramente lo que tenemos que hacer de nuestra parte: “Lavaos, limpiaos; apartad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer lo malo; aprended a hacer lo bueno; buscad lo justo; socorred al oprimido; mantened el derecho del huérfano, defended la causa de la viuda”. Isaías 1:16, 17. “Si el inicuo devolviere la prenda, restituyere lo robado, y anduviere en los estatutos de la vida, sin cometer iniquidad, ciertamente vivirá; no morirá”. Ezequiel 33:15. El apóstol Pablo dice, hablando de la obra del arrepentimiento: “El que fuisteis entristecidos según Dios, ¡qué solícito cuidado obró en vosotros! y ¡qué defensa de vosotros mismos! y ¡qué indignación!… y ¡qué celo! y ¡qué justicia vengativa! En todo os habéis mostrado puros en este asunto!”. 2 Corintios 7:11.

Una vez que el pecado amortiguó la percepción moral, el que obra mal no discierne los defectos de su carácter ni comprende la enormidad del mal que ha cometido; y a menos que ceda al poder convincente del Espíritu Santo permanecerá parcialmente ciego con respecto a su pecado. Sus confesiones no son sinceras ni provienen del corazón. Cada vez que reconoce su maldad añade una disculpa de su conducta al declarar que si no hubiese sido por ciertas circunstancias no habría hecho esto o aquello que se le reprocha (El camino a Cristo, pp. 39, 40).

Martes 29 de diciembre

El argumento del perdón (Isaías 1:18)

Lea Isaías 1:18 . Después de repasarlo varias veces, escriba aquí lo que cree que el Señor está diciendo (lea algunos versículos más allá para obtener el contexto completo).

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Dios ha manifestado evidencia poderosa de que los judíos, los acusados, son culpables de incumplimiento de contrato ( Isaías 1: 2-15 ), y les ha pedido que se reforman ( Isaías 1:16 , 17 ) . Este llamamiento sugiere que hay esperanza. Después de todo, ¿por qué instar a un criminal que merece ser ejecutado a cambiar sus costumbres? ¿Cómo podría un preso en el corredor de la muerte “rescatar al oprimido, defender al huérfano, abogar por la viuda”? Pero cuando Dios dice: "Ven ahora, discutamos" ( Isaías 1:18 ) , podemos ver que el Señor todavía busca razonar con Su pueblo, todavía busca que se arrepientan y se vuelvan de sus malos caminos. , no importa lo degenerados que se hayan vuelto.

El Señor les dice que Tus pecados rojos se volverán blancos. ¿Por qué los pecados son rojos? Porque el rojo es el color de la “sangre” (sangre culpable) que cubre las manos del pueblo ( Isaías 1:15 ) . El blanco, por el contrario, es el color de la pureza, la ausencia de culpa de sangre. Aquí, Dios se ofrece a cambiarlos. Este es el tipo de lenguaje que usó el rey David cuando clamó a Dios por el perdón por su pecado de tomar a Betsabé y destruir a su esposo (lea Sal. 51: 7 , 14 ) . En Isaías 1:18 , ¡el argumento de Dios es una oferta para perdonar a su pueblo!

¿Cómo les sirve la oferta de perdón de Dios como argumento para que cambien sus caminos? Compare Isaías 1:18 con Isaías 44:22 .

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Ahora vemos el propósito de las duras palabras de advertencia de Dios contra su pueblo. No deben rechazar a su pueblo, sino traerlos de regreso a él. Su oferta de perdón es el poderoso argumento que respalda su llamado a que la gente se purifique moralmente ( Isaías 1:16 , 17 ) . Su perdón hace posible que sean transformados por su poder. Aquí vemos las semillas del "nuevo pacto", profetizado enJeremías 31: 31-34 , en el que el perdón es la base de una relación de corazón nuevo con Dios. Empezamos "en números rojos", con una deuda que nunca podremos pagar. Desde la humilde posición de reconocer nuestra necesidad de perdón, estamos listos para aceptar todo lo que Dios tiene para dar.


Comentarios Elena G.W

Primeramente, Cristo produce contrición en quien perdona, y es obra del Espíritu Santo convencer de pecado. Aquellos cuyos corazones han sido conmovidos por el convincente Espíritu de Dios reconocen que en sí mismos no tienen ninguna cosa buena. Saben que todo lo que han hecho está entretejido con egoísmo y pecado. Así como el publicano, se detienen a la distancia sin atreverse a alzar los ojos al cielo, y claman: “Dios, sé propicio a mí, pecador”. Lucas 18:13. Ellos reciben la bendición. Hay perdón para los arrepentidos, porque Cristo es “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29. Esta es la promesa de Dios: “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. Isaías 1:18 (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 12, 13).

El Señor Dios, mediante Cristo, extiende su mano durante todo el día invitando al necesitado. Recibirá a todos. Da a todos la bienvenida. No rechaza a ninguno. Se gloría en perdonar al más empedernido de los pecadores. Quitará la presa al valiente y librará a los cautivos; arrebatará el tizón del fuego. Hará descender la cadena dorada de su misericordia a las mayores profundidades de la desdicha humana y de la culpa, y levantará al alma envilecida contaminada por el pecado. Pero el ser humano debe querer aproximarse y colaborar en la obra de salvar su alma, utilizando las oportunidades que Dios le da. El Señor no fuerza a ninguno. El inmaculado vestido de bodas de la justicia de Cristo está preparado para cubrir al pecador, pero si lo rehúsa, debe perecer (A fin de conocerle, pp. 233, 234).

Los que siguen a Satanás creen que Dios es duro y exigente. Creen que los observa para denunciarlos y condenarlos, y que no está dispuesto a recibir al pecador mientras tenga alguna excusa legal para no ayudarle. Consideran su ley como una restricción a la felicidad de los hombres, un yugo abrumador del que se libran con alegría. Pero aquel cuyos ojos han sido abiertos por el amor de Cristo, contemplará a Dios como un ser compasivo. No aparece como un ser tirano e implacable, sino como un padre que anhela abrazar a su hijo arrepentido (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 160, 161).

Cuando se le manifestó el carácter divino de Cristo, vio su propia deficiencia y este conocimiento le humilló. La fortaleza y la paciencia, el poder y la ternura, la majestad y la mansedumbre que vio en la vida diaria del Hijo de Dios, llenaron su alma de admiración y amor. De día en día su corazón era atraído hacia Cristo, hasta que en su amor por su Maestro perdió de vista su propio yo. Su genio rencoroso y ambicioso cedió al poder transformador de Cristo. La influencia regeneradora del Espíritu Santo renovó su corazón. El poder del amor de Cristo transformó su carácter. Tal es el seguro resultado de la unión con Jesús. Cuando Cristo mora en el corazón, la naturaleza entera se transforma (El camino a Cristo, p. 73).

Miércoles 30 de diciembre

Para comer o ser consumido (Isaías 1: 19-31)

Lea Isaías 1: 19-31 . ¿Qué tema aparece aquí que se ve en toda la Biblia?

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Note la estructura lógica en Isaías 1:19 , 20 : Si la gente elige estar dispuesta y obedecer a Dios, comerán lo bueno de la tierra ( Isaías 1:19 ) . Por el contrario, si rechazan Su oferta de perdón y restauración y se rebelan contra Él, serán devorados por la espada ( Isaías 1:20 ) . La elección es de ellos. Estos versículos, entonces, contienen una bendición y una maldición condicional.

Isaías 1 reitera y aplica las palabras de Moisés registradas en Deuteronomio 30:19 , 20 en el momento en que se estableció el pacto con la nación de Israel: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra ti que he puesto delante de ti la vida y muerte, bendiciones y maldiciones ”.

Mire esas palabras de Moisés. Fíjense, no hay término medio. Es vida o muerte, bendiciones o maldiciones. ¿Por qué cree que solo hay una de dos opciones para nosotros? ¿Por qué no puede haber algún tipo de compromiso?

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Estas palabras de Moisés resumen la serie de advertencias, bendiciones y maldiciones que concluyen la formación del pacto en Deuteronomio 27-30 (compárese con Levítico 26) . Los elementos de este pacto incluyen (1) el relato de lo que Dios había hecho por ellos, (2) las condiciones / estipulaciones (mandamientos) que deben observarse para que se mantenga el pacto, (3) la referencia a los testigos y (4) bendiciones y maldiciones para advertir a las personas lo que sucedería si violaban las condiciones del pacto.

Los estudiosos han descubierto que estos elementos aparecen en el mismo orden en los tratados políticos que involucran a pueblos no israelitas, como los hititas. Entonces, para establecer el pacto de Dios con los israelitas, usó una forma que ellos entenderían y les inculcaría con tanta fuerza como fuera posible la naturaleza y las consecuencias de la relación mutuamente vinculante en la que estaban eligiendo entrar. Los beneficios potenciales del pacto eran asombrosos, pero si Israel rompía su acuerdo, estarían peor que nunca.

En su propio caminar cristiano, ¿cómo ha experimentado el principio de bendiciones y maldiciones como se vio arriba?


Comentarios Elena G.W

Dios habla a su pueblo mediante las bendiciones que le otorga, y cuando estas no son apreciadas, le habla suprimiendo las bendiciones, para inducirlo a ver sus pecados, y a volverse hacia él de todo corazón (Historia de los patriarcas y profetas, p. 503).

Debemos recordar todas las bendiciones que recibimos de Dios; y al cerciorarnos de su gran amor, debiéramos estar dispuestos a confiar todas las cosas a la mano que fue clavada en la cruz en nuestro favor.

El alma puede elevarse hacia el cielo en alas de la alabanza. Dios es adorado con cánticos y música en las mansiones celestiales, y al expresar nuestra gratitud nos aproximamos al culto que rinden los habitantes del cielo. Se nos dice: “El que ofrece sacrificio de alabanza me glorificará”.Salmo 50:23. Presentémonos, pues, con gozo reverente delante de nuestro Creador, con “acciones de gracias y voz de melodía”. Isaías 51:3 (El camino a Cristo, 104).

Dios nos ha dado la facultad de elección; a nosotros nos toca ejercitarla. No podemos cambiar nuestros corazones ni dirigir nuestros pensamientos, impulsos y afectos. No podemos hacernos puros, propios para el servicio de Dios. Pero sí podemos escoger el servir a Dios; podemos entregarle nuestra voluntad, y entonces él obrará en nosotros el querer y el hacer según su buena voluntad. Así toda nuestra naturaleza se someterá a la dirección de Cristo.

Mediante el debido uso de la voluntad, cambiará enteramente la conducta. Al someter nuestra voluntad a Cristo, nos aliamos con el poder divino. Recibimos fuerza de lo alto para mantenernos firmes. Una vida pura y noble, de victoria sobre nuestros apetitos y pasiones, es posible para todo el que une su débil y vacilante voluntad a la omnipotente e invariable voluntad de Dios (El ministerio de curación, pp. 131, 132).

Aquellos que tienen un amor genuino hacia Dios, manifestarán un ferviente deseo de conocer su voluntad y de realizarla… El hijo que ama a sus padres manifestará ese amor por una obediencia voluntaria; pero el niño egoísta, desagradecido, trata de hacer tan poco como sea posible por sus padres, en tanto que al mismo tiempo desea gozar de todos los privilegios concedidos a un hijo fiel y obediente. La misma diferencia se ve entre los que profesan ser hijos de Dios. Muchos que saben que son los objetos del amor y cuidado de Dios, y que desean recibir sus bendiciones, no encuentran placer en hacer su voluntad. Consideran los requisitos de Dios para con ellos como una restricción desagradable, sus mandamientos como un yugo gravoso. Pero el que está buscando verdaderamente la santidad del corazón y la vida, se deleita en la ley de Dios, y se lamenta únicamente de que esté tan lejos de cumplir sus requerimientos (Reflejemos a Jesús, p. 88).

Jueves 31 de diciembre

Canción de amor ominosa (Isaías 5: 1-7)

Lea la canción en los versículos anteriores. ¿Cuál es el significado de esta parábola?

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Dios explica el significado de la parábola solo al final, en el versículo 7. Al usar una parábola, ayuda a las personas a mirarse a sí mismas objetivamente para admitir su verdadera condición. Dios usó efectivamente este enfoque con el rey David (ver 2 Sam. 12: 1-13 ) . Al llamar a esto una "canción de amor" , Dios revela desde el principio su motivo hacia su pueblo. Su relación con ellos se origina en su carácter, que es amor ( 1 Juan 4: 8 ) . Él espera una respuesta de amor a cambio. Pero en lugar de "uvas", obtiene "uvas silvestres", que significa, en hebreo, "cosas apestosas".

¿Qué quiere decir el Señor cuando dice en Isaías 5: 4: "¿Qué más podía hacer por mi viña que no haya hecho en ella?".

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Dios dice en los siguientes versículos: “Y ahora les diré lo que haré con mi viña. Quitaré su vallado y será devorado; Derribaré su muro y será pisoteado. La convertiré en un desperdicio ” ( Isa. 5: 5 , 6 ) .

Cuando pecamos, Dios no nos separa inmediatamente de sí mismo quitando su protección y destruyéndonos. Pacientemente nos da la oportunidad de recibir el perdón (ver 2 P. 3: 9 ) . Él no corta a nadie que le responde. Apela siempre que haya esperanza de respuesta.Él no acepta inmediatamente un No por respuesta, porque sabe que somos ignorantes y engañados por el pecado. Pero si no llega a ninguna parte con nosotros, finalmente reconoce nuestra elección y nos deja permanecer en la forma que hemos elegido ser (verApocalipsis 22:11 ) .

Si rechazamos persistentemente los llamamientos de Dios a través de Su Espíritu, eventualmente podemos pasar el punto sin retorno (Mat. 12:31 , 32 ) . Alejarse de Cristo es peligroso ( Heb. 6: 4-6 ) . Dios puede hacer mucho, porque respeta nuestra libre elección.

Tome el concepto que se encuentra en Isaías 5: 4 , acerca de "¿Qué más se le podría haber hecho a mi viña"  y mire eso a la luz de la Cruz, donde Dios se ofreció a sí mismo como sacrificio por nuestros pecados, pagando con Su carne por nuestra violación de su ley. ¿Qué más se podría haber hecho por nosotros que lo que hizo allí? ¿De qué manera el morar en la cruz nos da la seguridad de la salvación y nos motiva a arrepentirnos y cambiar nuestros caminos?


Comentarios Elena G.W

Así Dios había plantado a Israel como una hermosa viña junto a las fuentes de la vida. Había colocado a su viña “en un recuesto, lugar fértil. Habíala cercado, y despedregádola, y plantádola de vides escogidas”. Isaías 5:1, 2.

“Esperaba que llevase uvas, y llevó uvas silvestres”. Isaías 5:2. La gente que vivía en los días de Cristo hacía mayor ostentación de piedad que la que hacían los judíos de los primeros tiempos, pero estaba todavía más destituida de las dulces gracias del Espíritu de Dios. Los preciosos frutos del carácter… no se manifestaron en la nación judía.

Dios en su Hijo había estado buscando fruto y no lo había encontrado. Israel era un estorbo en la tierra. Su misma existencia era una maldición; pues ocupaba en la viña el lugar que podía haber servido para un árbol fructífero. Despojaba al mundo de las bendiciones que Dios se proponía darle. Los israelitas habían representado mal a Dios entre las naciones. No eran meramente inútiles, sino un obstáculo decidido. En gran medida su religión descarriaba a la gente, y obraba la ruina en vez de la salvación (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 169, 170).

Hay demasiado egoísmo. Anhelamos que el yo muera y permanezca escondido en Cristo Jesús, entonces no hablaremos de desánimo ni de dificultades ni de todas esas pequeñeces, sino que hablaremos del gran plan de redención y del poder inigualable de Jesucristo al venir a este mundo para tomar la naturaleza humana sobre sí con el fin de que nosotros, mediante él, podamos ser elevados y obtengamos un lugar a su mano derecha. ¿Qué podría ser más agradable que eso?

Si esto no es suficiente, ¿cuánto más de lo que hizo habría podido hacer el Cielo en favor de la raza caída? ¿Cuánto más de lo que hice, dice Cristo, podría haber hecho yo en favor de mis ovejas? ¿Qué más? ¿Tendrá que abandonarnos? Lo hará, a menos que cambiemos nuestra actitud hacia Dios, porque ya hizo todo lo que podía para salvarnos. Nuestra responsabilidad delante de Dios es proporcional a la luz que hemos recibido. Caminemos en la luz, así como él está en luz (Exaltad a Jesús, p. 210).

Para la iglesia de Dios, que custodia su viña en la tierra hoy, resultan de un valor especial los mensajes de consejo y admonición dados por los profetas que presentaron claramente el propósito eterno del Señor en favor de la humanidad. En las enseñanzas de los profetas, el amor de Dios hacia la raza perdida y el plan que trazó para salvarla quedan claramente revelados. El tema de los mensajeros que Dios envió a su iglesia a través de los siglos transcurridos fue la historia del llamamiento dirigido a Israel, sus éxitos y fracasos, cómo recobró el favor divino, cómo rechazó al Señor de la viña y cómo el plan secular será realizado por un remanente piadoso en favor del cual se cumplirán todas las promesas del pacto…

Espere Israel en Dios. El Señor de la viña está ahora mismo juntando de entre los hombres de todas las naciones y todos los pueblos los preciosos frutos que ha estado aguardando desde hace mucho. Pronto vendrá a los suyos; y en aquel alegre día se habrá cumplido finalmente su eterno propósito para la casa de Israel. “Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la haz del mundo se henchirá de fruto”. Isaías 27:6 (Profetas y reyes, pp. 15, 16).

Viernes enero 1

PARA ESTUDIAR Y MEDITAR : En el contexto de Isaías 1: 4 , Elena de White escribió: “El profeso pueblo de Dios se había separado de Dios, había perdido la sabiduría y pervertido su entendimiento. No podían ver de lejos; porque habían olvidado que habían sido purificados de sus antiguos pecados. Se movían inquietos e inseguros bajo la oscuridad, buscando borrar de sus mentes el recuerdo de la libertad, la seguridad y la felicidad de su antiguo estado. Se sumergieron en toda clase de locura presuntuosa y temeraria, se opusieron a las providencias de Dios y profundizaron la culpa que ya estaba sobre ellos. Escucharon las acusaciones de Satanás contra el carácter divino y representaron a Dios desprovisto de misericordia y perdón ". - Comentario Bíblico Adventista , vol. 4, pág. 1137 .

Preguntas de discusión:

  1. ¿Cómo pueden "lavarse"? ¿Qué significa esa frase? (Ver Fil. 2:12 , 13. )
  2. ¿Cómo adaptó, expandió y aplicó Jesús el cántico de amor de la viña? Mateo 21: 33-45 , Marcos 12: 1-12 , Lucas 20: 9-19 . ¿Qué lecciones hay en la historia anterior para nosotros como adventistas del séptimo día?
  3. ¿Cuál es la relación entre el perdón que Dios ofrece y la transformación que logra en nuestras vidas? ¿Qué viene primero, la transformación y luego el perdón, o el perdón y luego la transformación? ¿Y por qué es importante saber qué viene primero?
  4. En la cita anterior, Elena de White dice que la gente se opuso a "las providencias de Dios". Qué significa eso?

Resumen : Cuando el pueblo de Dios se olvida de Él y da por sentadas Sus bendiciones, Él les recuerda que son responsables de su pacto con Él. Afortunadamente, les señala su condición, les advierte sobre las consecuencias destructivas de abandonar Su protección y les insta a que le permitan sanarlos y limpiarlos.

Historia ~ Ucrania        

 
Valentin Zaitsev

Embaucado en Ucrania

Por Andrew McChesney, Misión Adventista

Un diácono adventista del séptimo día nunca esperó ser engañado por una madre y su hijo adolescente a quien invitó a su casa después de que huyeron del conflicto en el este de Ucrania. Pero no se arrepiente. "Actuamos con corazones sinceros por Dios, y dejaremos que Dios actúe como juez entre ella y nosotros", dijo Valentin Zaitsev.

La historia comenzó en 2015 cuando Valentin se enteró de que una primera ola de desplazados internos había llegado a su ciudad del Mar Negro, Mykolaiv. La difícil situación de los desplazados internos conmovió su corazón. Entonces Valentin, un capataz de construcción, partió con su esposa a un albergue administrado por el gobierno, donde encontraron a 50 personas desplazadas que vivían en dos edificios, de seis a ocho personas por habitación. Valentin se presentó como cristiano y preguntó a las personas desplazadas qué necesitaban. La respuesta inmediata fue pañales y toallitas húmedas."Fuimos al supermercado y compramos los dos", dijo Valentin. “Luego preguntamos qué más podíamos proporcionar y pidieron ropa interior, artículos de higiene para mujeres y papas. Las autoridades les habían dado un lugar para quedarse, pero no mucho más ”.

A medida que crecía la amistad, Valentín invitó a sus nuevos amigos a estudios bíblicos. Once estuvieron de acuerdo y un pastor adventista comenzó a estudiar con ellos todas las noches. Luego estalló la violencia en el albergue, y un hombre de 19 años, Valery, fue hospitalizado con heridas de arma blanca. Cuando Valentin y su esposa visitaron el hospital, la madre del adolescente, Natasha, suplicó un nuevo lugar para quedarse. Valentin alquilaba un apartamento de tres habitaciones y les ofreció una habitación a ella y a su hijo.

Por un tiempo, todo pareció estar bien. Natasha incluso asistió a la iglesia adventista. Pero entonces Valentin descubrió que no estaba sin un centavo como decía y que se estaba aprovechando de la bondad de la gente para estafarlos. “Les dimos de comer a ella ya su hijo y les pagamos la factura del teléfono celular”, dijo. “Pero luego nos enteramos de que no eran pobres. Les pedimos que se mudaran ". Natasha y su hijo habían vivido con la familia durante seis meses.

Valentin, mirando atrás, dijo que la experiencia fue una bendición. Natasha demostró ser de gran ayuda en la casa, cocinando, lavando y cuidando a sus tres hijos. Pero la mayor bendición, dijo, fue la oportunidad de amarla. “Recibimos gozo y bendiciones porque pudimos servir a otra persona”, dijo. “Nuestra familia mejoró. No haría nada diferente ".

Valentin cree que es importante ayudar a todos, acepten o no a Jesús.

“Nuestro deber es vivir y servir, y el resto depende de Dios”, dijo. “Regamos con bondad y Dios recoge la mies”.


Pensamiento clave: Somos responsables de nuestro pacto con Dios. Él señala nuestra condición, nos advierte sobre las consecuencias destructivas de abandonar Su protección y nos insta a permitirle que los sane y los limpie.

A. Haga que un voluntario lea Isaías 1: 1-9 .

  1. Pida a los miembros de la clase que compartan un pensamiento sobre cuál es el punto más importante de este texto.
  2. ¿Qué está diciendo el Señor? ¿Cuáles fueron los pecados de Judá?
  3. Aplicación personal: ¿Crees que Dios ha preservado ciudades y pueblos debido a un pequeño remanente de personas que son fieles? Comparte tus pensamientos.
  4. Estudio de caso: Uno de sus familiares dice: “¿Qué tiene que ver el mensaje de Isaías con nosotros hoy?” ¿Cómo respondería a su familiar?

B. Haga que un voluntario lea Isaías 1: 10-15 .

  1. Pida a los miembros de la clase que compartan un pensamiento breve sobre cuál es el punto más importante de este pasaje.
  2. ¿Por qué usó las imágenes de Sodoma y Gomorra? ¿Qué punto se estaba haciendo?
  3. Aplicación personal: ¿Qué mensaje podemos encontrar para nosotros hoy en estos textos y en el contexto en el que se dan? Comparte tus pensamientos.
  4. Estudio de caso: Uno de sus amigos dice: “¿Por qué rechazó el Señor la adoración que la gente le estaba ofreciendo? ¿Importa cómo y por qué adoramos? " ¿Cómo le responderías a tu amigo?

C. Haga que un voluntario lea Isaías 1:18 .

  1. Pida a los miembros de la clase que compartan un pensamiento breve sobre cuál es la idea principal de este texto.
  2. ¿Por qué le pide Dios a su pueblo que "razone junto" con él?
  3. Aplicación personal: ¿Cómo se complacen las personas en oposición a las bendiciones y la guía de Dios?Comparte tus pensamientos.
  4. Estudio de caso: Uno de sus vecinos dice: “¿Puede Dios perdonarnos y limpiarnos si nos negamos a cambiar la forma en que pensamos y vivimos? ¿Podrían limpiarse sin arrepentimiento y cambio? " ¿Cómo le respondería a su vecino?

D. Haga que un voluntario lea Isaías 19 , 20.

  1. Pida a los miembros de la clase que compartan un pensamiento breve sobre cuál es la idea principal de este texto.
  2. ¿Por qué la obediencia es una parte tan importante del plan de salvación cuando tantas personas no lo son?
  3. Aplicación personal: En su propia experiencia, ¿cómo ha visto las bendiciones y maldiciones basadas en la obediencia o la desobediencia? Comparte tus pensamientos.
  4. Estudio de caso: Piense en una persona que necesite escuchar un mensaje de la lección de esta semana.Dígale a la clase lo que planea hacer esta semana para compartir con ellos.

Apartado 2  

La Voz de la Esperanza

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