Lección 2: LA CAÍDA

Lección 2.2-8 de abril

La caída

sábado por la tarde

Lea para el estudio de esta semana: Génesis 3; 2 Cor. 11:3 ; Apocalipsis 12:7-9 ; Juan 8:44 ; Romanos 16:20 ; Hebreos 2:14 ; 1 Timoteo. 2:14 , 15 .

Texto para memorizar: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” Génesis 3:15, NVI ) .

En medio de todo lo que Dios les había dado a nuestros primeros padres en Edén, también vino una advertencia: “De todo árbol del jardín podéis comer libremente; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” Gén. 2:16 , 17 , NVI) . Esta advertencia en contra de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal nos muestra que, aunque debían conocer el bien, no debían conocer el mal.

Ciertamente podemos entender por qué, ¿no?

Y, también, se cumpliría la amenaza de muerte adjunta a la advertencia sobre la desobediencia Gén. 2:17 ) : morirán Gén. 3:19 ) . No solo se les prohibió comer del árbol, sino que también fueron expulsados ​​del Jardín del Edén Gén. 3:24 ) , y por lo tanto no tuvieron acceso a lo que podría haberles dado vida eterna como pecadores Gén. 3:22 ) .

Sin embargo, en medio de esta tragedia surge la esperanza, que se encuentra en Génesis 3:15 , llamada protoevangelio, o “la primera promesa del evangelio”. Sí, este versículo presenta la primera promesa del evangelio que se encuentra en la Biblia, la primera vez que se les dice a los humanos que, a pesar de la Caída, Dios ha creado una vía de escape para todos nosotros.

Estudie la lección de esta semana para prepararse para el sábado 9 de abril.




Comentarios Elena G.W

El Señor ordenó a Moisés que refiriese a los hijos de Israel cómo los había librado del yugo de Egipto y les había conservado milagrosamente la vida en el desierto. Moisés debía recordarles su incredulidad, sus murmuraciones cuando fueron probados, así como la gran misericordia y tierna bondad del Señor que no los abandonaron nunca. Ello debía estimular su fe y fortalecer su valor. Al par que comprenderían su estado de debilidad y pecado, se darían cuenta también de que Dios era su justicia y fortaleza.

De igual importancia es hoy que el pueblo de Dios recuerde los lugares y circunstancias en que fue probado, en que su fe desfalleció, en que hizo peligrar su causa por su incredulidad y confianza en sí mismo. La misericordia de Dios, su providencia, sus libramientos inolvidables deben ser recordados uno tras otro. A medida que el pueblo de Dios repase así lo pasado, debe comprender que el Señor repite su trato. Debe prestar atención a las advertencias que le son dadas y guardarse de volver a caer en las mismas faltas. Renunciando a toda confianza en sí mismos, los hijos de Dios deben confiar en él para que los guarde del pecado que podría deshonrar su nombre (Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 201).

El libro de Deuteronomio debiera ser cuidadosamente estudiado por los que viven hoy en la tierra. Contiene un registro de las instrucciones dadas a Moisés para que él las transmitiera a los hijos de Israel. En él se repite la ley…

La ley de Dios debía ser repetida con frecuencia a Israel. Para que no se olvidaran sus preceptos, debía ser mantenida delante del pueblo y siempre había de ser exaltada y honrada. Los padres debían leerla a sus hijos, enseñándosela línea tras línea, precepto tras precepto. Y en ocasiones públicas, la ley había de ser leída para que la oyera todo el pueblo.

La prosperidad de Israel dependía de su obediencia a esta ley. Si eran obedientes, les iba a dar vida; si eran desobedientes, muerte (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 1, p. 1131).

Satanás procura siempre pervertir lo que Dios ha dicho, a fin de cegar la mente y obscurecer el entendimiento, y así inducir a los hombres a pecar. Por esta razón es Dios tan explícito y presenta sus exigencias con tanta claridad que nadie necesita equivocarse. Dios procura constantemente atraer a los hombres a sí mismo y ponerlos bajo su protección, para que Satanás no ejerza sobre ellos su poder cruel y engañoso. Condescendió a hablarles con su propia voz, y a escribir con su propia mano los oráculos vivientes. Y estas palabras bienaventuradas, todas henchidas de vida y luminosas de verdad, son confiadas a los hombres como una guía perfecta. Debido a que Satanás está tan listo para arrebatar la mente y apartar los afectos de las promesas del Señor y sus exigencias, se necesita la mayor diligencia para grabarlas en la mente y el corazón (Historia de los patriarcas y profetas, p. 537).

domingo3 de abril

La serpiente

Lea Génesis 3:1 , 2 Corintios 11:3 y Apocalipsis 12:7-9 . ¿Quién es la serpiente y cómo engaña a Eva?

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El texto comienza con “la serpiente”. La sintaxis de la frase sugiere énfasis: la palabra “serpiente” es la primera palabra de la oración. Además, “la serpiente” tiene el artículo definido, indicando que se trata de una figura conocida, como si el lector ya supiera quién es. La realidad de este ser es, pues, afirmada desde la primera palabra del capítulo.

Por supuesto, las Escrituras identifican a la serpiente como el enemigo de Dios Isaías 27:1 ) y lo llaman explícitamente “el diablo y Satanás” Apocalipsis 12:9, NVI ) . Asimismo, en el antiguo Cercano Oriente, la serpiente personificaba el poder del mal.

“Para llevar a cabo su obra sin ser visto, Satanás escogió emplear como medio a la serpiente, un disfraz muy adecuado para su propósito de engaño. La serpiente era entonces una de las criaturas más sabias y bellas de la tierra. Tenía alas, y mientras volaba por el aire presentaba una apariencia de brillo deslumbrante, teniendo el color y el brillo del oro bruñido”. — Elena G. de White, Patriarcas y profetas , pág. 53 .

Cuando habla del diablo, en cualquier forma que aparezca, la Biblia no está hablando de una mera metáfora. En las Escrituras, Satanás se representa como un ser literal y no solo como un símbolo retórico o un principio abstracto para representar el mal o el lado oscuro de la humanidad.

La serpiente no se presenta como enemiga de Dios. Por el contrario, la serpiente se refiere a las palabras de Dios, que repite y parece apoyar. Es decir, desde el principio, podemos ver que a Satanás le gusta citar a Dios y, como se verá más adelante, incluso cita la misma Palabra de Dios Mat. 4:6 ) .

Nótese también que la serpiente no discute inmediatamente con la mujer, sino que le hace una pregunta que implica que cree en lo que el Señor les ha dicho. Después de todo, preguntó: “¿De verdad ha dicho Dios…” Gén. 3:1, NVI ) ? Por lo tanto, incluso desde el principio podemos ver cuán astuto y engañoso era este ser. Y, como veremos, también funcionó.

Si Satanás pudo engañar a una Eva sin pecado en el Edén, ¿cuánto más vulnerables somos nosotros? ¿Cuál es nuestra mejor defensa contra sus engaños?



Comentarios Elena G.W

El pecado tuvo su origen en el egoísmo. Lucifer, el querubín protector, deseó ser el primero en el cielo. Trató de dominar a los seres celestiales, apartándolos de su Creador, y granjearse su homenaje. Para ello, representó falsamente a Dios, atribuyéndole el deseo de ensalzarse. Trató de investir al amante Creador con sus propias malas características. Así engañó a los ángeles. Así sedujo a los hombres. Los indujo a dudar de la palabra de Dios, y a desconfiar de su bondad. Por cuanto Dios es un Dios de justicia y terrible majestad, Satanás los indujo a considerarle como severo e inexorable. Así consiguió que se uniesen con él en su rebelión contra Dios, y la noche de la desgracia se asentó sobre el mundo (El Deseado de todas las gentes, p. 13).

El tentador [le] afirmó [a Eva] que jamás llegaría a cumplirse la divina advertencia; que les fue hecha meramente para intimidarlos.

Tal ha sido la labor que Satanás ha llevado adelante con gran éxito, desde los días de Adán hasta el presente. Tienta a los hombres a desconfiar del amor de Dios y a dudar de su sabiduría. Constantemente pugna por despertar en los seres humanos un espíritu de curiosidad irreverente, un inquieto e inquisitivo deseo de penetrar en los inescrutables secretos del poder y la sabiduría de Dios. En sus esfuerzos por escudriñar aquello que Dios tuvo a bien ocultarnos, muchos pasan por alto las verdades eternas que nos ha revelado y que son esenciales para nuestra salvación (Conflicto y valor, p. 15).

Dios ha declarado que el único medio de seguridad para el hombre es la completa obediencia a todas sus palabras. No debemos intentar el experimento de probar el mal camino, con todos sus resultados. Esto traerá debilidad mediante la desobediencia. El plan de Dios era dar al hombre claridad de visión en toda su obra…

Después de la caída Cristo se convirtió en el instructor de Adán. Actuó en lugar de Dios para con la humanidad, salvando a la raza de la muerte inmediata. Tomó sobre sí el oficio de mediador. A Adán y Eva se les concedió un tiempo de prueba para volver a su lealtad, y en este plan se abarcó a toda su posteridad.

Sin la expiación del Hijo de Dios no podría haber habido comunicación de bendición o salvación de Dios al hombre. Dios estaba celoso por el honor de su ley. La transgresión de la misma había causado una terrible separación entre Dios y el hombre. A Adán, en su inocencia, se le otorgaba comunión directa, libre y feliz con su Hacedor. Después de su transgresión, Dios se comunicará con el hombre solo mediante Cristo y los ángeles (Conflicto y valor, p. 20).

Lunes4 de abril

La fruta prohibida

Lea Génesis 2:16 , 17 y Génesis 3:1-6 (vea también Juan 8:44 ) . Compare las palabras del mandamiento de Dios a Adán con las palabras de la serpiente a la mujer. ¿Cuáles son las diferencias entre los discursos y cuál es el significado de estas diferencias?

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Note los paralelos entre la conversación de Dios con Adán Gén. 2:16 , 17 ) y la conversación de Eva con la serpiente. Es como si la serpiente ahora hubiera reemplazado a Dios y supiera aún mejor que Él. Al principio, simplemente hizo una pregunta, dando a entender que la mujer, tal vez, no había entendido bien a Dios. Pero entonces Satanás cuestionó abiertamente las intenciones de Dios e incluso lo contradijo.

El ataque de Satanás tiene que ver con dos temas, la muerte y el conocimiento del bien y del mal. Mientras que Dios declaró clara y enfáticamente que su muerte sería segura Gén. 2:17 ) , Satanás dijo que, por el contrario, no morirían, dando a entender que los humanos eran inmortales Gén. 3:4 ) . Mientras que Dios le prohibió a Adán comer del fruto Gén. 2:17 ) , Satanás los animó a comer del fruto porque al comerlo serían como Dios Gén. 3:5 ) .

Los dos argumentos de Satanás, la inmortalidad y el ser como Dios, convencieron a Eva de comer el fruto. Es preocupante que tan pronto como la mujer decidió desobedecer a Dios y comer del fruto prohibido, se comportó como si Dios ya no estuviera presente y hubiera sido reemplazada por ella misma. El texto bíblico alude a este cambio de personalidad. Eva usa el lenguaje de Dios: la evaluación de Eva del fruto prohibido, "vio que... era bueno" Gén. 3:6 ) , recuerda la evaluación de Dios de Su creación, "vio... que era bueno" Gén. 1:4 , etc) .

Estas dos tentaciones, la de ser inmortal y la de ser como Dios, están en la raíz de la idea de inmortalidad en las antiguas religiones egipcia y griega. El deseo de inmortalidad, que creían que era un atributo divino, obligó a estas personas a buscar también el estatus divino, para (esperaban) adquirir la inmortalidad. Subrepticiamente, esta forma de pensar se infiltró en las culturas judeocristianas y dio origen a la creencia en la inmortalidad del alma, que existe aún hoy en muchas iglesias.

Piense en todas las creencias que existen hoy en día que enseñan que hay algo inherentemente inmortal en todos nosotros. ¿Cómo nuestra comprensión de la naturaleza humana y el estado de los muertos nos proporciona una protección tan poderosa contra este peligroso engaño?


Comentarios Elena G.W

Con cuán intenso interés observó todo el universo el conflicto que había de decidir la posición de Adán y Eva. Cuán atentamente escucharon los ángeles las palabras de Satanás… ¡Cuán ansiosamente esperaron para ver si la santa pareja sería engañada por el tentador y se rendiría a sus artificios! Se preguntaban, ¿entregará a Satanás la santa pareja su fe y amor al Padre y al Hijo? ¿Aceptarán su falsedad como verdad?

Adán y Eva se persuadieron de que un asunto tan pequeño como comer del fruto del árbol prohibido no podría resultar en una consecuencia tan terrible como Dios había declarado. Pero ese asunto pequeño era el pecado, la transgresión de la inmutable y santa ley de Dios, y abría las compuertas de la muerte y de indecibles penalidades para nuestro mundo… No estimemos al pecado como algo trivial (A fin de conocerle, p. 16).

Los ángeles habían prevenido a Eva que tuviese cuidado de no separarse de su esposo mientras este estaba ocupado en su trabajo cotidiano en el huerto; estando con él correría menos peligro de caer en tentación que estando sola. Pero distraída en sus agradables labores, inconscientemente se alejó del lado de su esposo… Muy pronto se encontró extasiada, mirando con curiosidad y admiración el árbol prohibido. El fruto era bello, y se preguntaba por qué Dios se lo había vedado. Esa fue la oportunidad de Satanás. Como discerniendo sus pensamientos, se dirigió a ella diciendo: «¿Conque Dios os ha dicho: ¿No comáis de todo árbol del huerto?»…

Eva creyó realmente las palabras de Satanás, pero esta creencia no la salvó de la pena del pecado. No creyó en las palabras de Dios, y esto la condujo a su caída. En el juicio final, los hombres no serán condenados porque creyeron concienzudamente una mentira, sino porque no creyeron la verdad, porque descuidaron la oportunidad de aprender la verdad (Conflicto y valor, p. 15).

El pueblo de Dios debería estar en condiciones de enfrentar [a Satanás], como nuestro Salvador, con las palabras: «Escrito está». Satanás puede citar ahora las Escrituras como en los días de Cristo, y pervertirá sus enseñanzas para apoyar sus engaños. Pero las claras afirmaciones de la Biblia serán armas poderosas en todo conflicto.

Los que quieran estar en condiciones de resistir en los momentos de peligro, necesitan comprender el testimonio de las Escrituras con respecto a la naturaleza del hombre y al estado de los muertos, porque en un futuro cercano muchos tendrán que enfrentar a espíritus de demonios mientras representan a parientes o amigos amados, y declaran las más peligrosas herejías. Esos visitantes apelarán a nuestras más tiernas simpatías y obrarán milagros para sostener sus pretensiones. Debemos estar preparados para hacerles frente con la verdad bíblica de que los muertos nada saben, y de que los que aparecen son espíritus de demonios.

Satanás se ha estado preparando hace mucho tiempo para la ofensiva final que va a lanzar con el fin de engañar al mundo. Puso el fundamento de su obra cuando le dijo a Eva en el Edén: «No moriréis… el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal». Génesis 3:4, 5. Poco a poco ha preparado el camino para su obra maestra de engaño: el desarrollo del espiritismo (La historia de la redención, pp. 417, 418).

Martes5 de abril

Escondiéndose ante Dios

Lea Génesis 3:7-13 . ¿Por qué Adán y Eva sintieron la necesidad de esconderse ante Dios? ¿Por qué Dios hizo la pregunta "¿Dónde estás?" ¿Cómo buscaron Adán y Eva justificar su comportamiento?

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Después de pecar, Adán y Eva se sintieron desnudos porque perdieron sus vestiduras de gloria, que reflejaban la presencia de Dios (ver Sal. 8:5 , comparar con Sal. 104:1 , 2 ) . La imagen de Dios había sido afectada por el pecado. El verbo “hacer” en la frase ellos “se hicieron cubiertas” Gén. 3:7, NKJV ) se aplicó hasta ahora solo a Dios el Creador Gén. 1:7 , 16 , 25 , etc.) . Es como si reemplazaran al Creador al tratar de cubrir su pecado, un acto que Pablo denuncia como justicia por obras Gálatas 2:16 ) .

Cuando Dios se acerca, les hace la pregunta retórica "¿Dónde estás?" Gén. 3:9, NVI ) , el mismo tipo de pregunta que Dios le hará a Caín Gén. 4:9 ) . Por supuesto, Dios sabía las respuestas a las preguntas. Sus preguntas se hicieron en beneficio de los culpables, para ayudarlos a darse cuenta de lo que han hecho y, al mismo tiempo, para llevarlos al arrepentimiento y la salvación. Desde el momento en que los humanos pecaron, el Señor estaba trabajando para su salvación y redención.

De hecho, todo el escenario refleja la idea del juicio investigador, que comienza con el juez, quien interroga al culpable Gén. 3:9 ) para prepararlo para la sentencia Gén. 3:14-19 ) . Pero también lo hace para incitar al arrepentimiento, que finalmente conducirá a la salvación Gén. 3:15 ) . Este es un motivo que se ve a lo largo de la Biblia.

Al principio, como es común entre los pecadores, tanto Adán como Eva tratan de evadir la acusación, buscando culpar a otros. A la pregunta de Dios, Adán responde que fue la mujer que Dios le había dado Gén. 3:12 ) , ella lo guió a hacerlo. Era culpa de ella (y, implícitamente, también era de Dios), no de él.

Eva responde que fue la serpiente quien la engañó. El verbo hebreo nasha', "engañar" (en Génesis 3:13, NVI ) , significa dar a la gente falsas esperanzas y hacerles creer que están haciendo lo correcto 2 Reyes 19:10 , Isaías 37:10 , Jeremías 49:16 ) .

Adán culpa a la mujer, diciendo que ella le dio el fruto (algo de verdad en esto), y Eva culpa a la serpiente, diciendo que la engañó (algo de verdad en esto también). Pero al final, ambos eran culpables.

¿Tratando de culpar a alguien más por lo que han hecho? ¿Por qué es tan fácil para nosotros caer en la misma trampa?


Comentarios Elena G.W

La ropa blanca de la inocencia era llevada por nuestros primeros padres cuando fueron colocados por Dios en el santo Edén. Ellos vivían en perfecta conformidad con la voluntad de Dios. Toda la fuerza de sus afectos era dada a su Padre celestial. Una hermosa y suave luz, la luz de Dios, envolvía a la santa pareja. Este manto de luz era un símbolo de sus vestiduras espirituales de celestial inocencia. Si hubieran permanecido fieles a Dios, habría continuado envolviéndolos. Pero cuando entró el pecado, rompieron su relación con Dios, y la luz que los había circuido se apartó. Desnudos y avergonzados, procuraron suplir la falta de los mantos celestiales cosiendo hojas de higuera para cubrirse.

Esto es lo que los transgresores de la ley de Dios han hecho desde el día en que Adán y Eva desobedecieron. Han cosido hojas de higuera para cubrir la desnudez causada por la transgresión. Han usado los mantos de su propia invención; mediante sus propias obras han tratado de cubrir sus pecados y hacerse aceptables a Dios.

Pero esto no pueden lograrlo jamás. El hombre no puede idear nada que pueda ocupar el lugar de su perdido manto de inocencia. Ningún manto hecho de hojas de higuera, ningún vestido común a la usanza mundana, podrán emplear aquellos que se sienten con Cristo y los ángeles en la cena de las bodas del Cordero.

Únicamente el manto que Cristo mismo ha provisto puede hacernos dignos de aparecer ante la presencia de Dios. Cristo colocará este manto, esta ropa de su propia justicia sobre cada alma arrepentida y creyente (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 252, 253).

Los mejores esfuerzos que pueda hacer el hombre con su propio poder son ineficaces para responder ante la ley santa y justa que ha transgredido, pero mediante la fe en Cristo puede demandar la justicia del Hijo de Dios como plenamente suficiente. Cristo satisfizo las demandas de la ley en su naturaleza humana. Llevó la maldición de la ley por el pecador, hizo expiación para él a fin de que cualquiera que cree en él, no se pierda sino tenga vida eterna. La fe genuina se apropia de la justicia de Cristo y el pecador es hecho vencedor con Cristo, pues se lo hace participante de la naturaleza divina, y así se combinan la divinidad y la humanidad (Mensajes selectos, t. 1, p. 426).

[A]penas Adán y Eva incurrieron en pecado, empezaron a recriminarse mutuamente. Esta será la actitud inevitable de la naturaleza humana, siempre que no sea gobernada por la gracia de Cristo.

Cuando los hombres alientan ese espíritu acusador no se contentan con señalar lo que suponen es un defecto de su hermano. Si no logran por medios moderados inducirlo a hacer lo que ellos consideran necesario, recurrirán a la fuerza. En cuanto les sea posible, obligarán a los hombres a conformarse a su concepto de lo justo. Esto es lo que hicieron los judíos en los tiempos de Cristo y lo que ha hecho la iglesia cada vez que se apartó de la gracia de Cristo. Al verse desprovista del poder del amor, buscó el brazo fuerte del estado para imponer sus dogmas y ejecutar sus decretos. En esto estriba el secreto de todas las leyes religiosas que se hayan dictado y de toda persecución, desde los tiempos de Abel hasta nuestros días (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 107, 108).

miércoles6 de abril

El destino de la serpiente

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la de ella; él te aplastará la cabeza, y tú le herirás el calcañar” Gén. 3:15, NVI ) . ¿Qué le dijo el Señor a la serpiente aquí, y qué esperanza está implícita en estos versículos?

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Dios comienza Su juicio con la serpiente porque él es quien inició todo el drama. La serpiente también es el único ser que está maldito en esta narración.

Llegamos aquí a una especie de “inversión” de la Creación. Mientras que la Creación condujo a la vida, la apreciación del bien y las bendiciones, el juicio conduce a la muerte, el mal y las maldiciones, pero también a la esperanza y la promesa de salvación. Unido al cuadro sombrío de la serpiente aplastada que come el polvo Gén. 3:14 ) brilla la esperanza de la salvación de la humanidad, que se presenta en forma de profecía. Incluso antes de las condenaciones de Adán y Eva, que seguirán, el Señor les da la esperanza de la redención Gén. 3:15 ) . Sí, han pecado; sí, sufrirán a causa de su pecado; y sí, ellos también morirán a causa de los pecados. Pero a pesar de todo eso, existe la última esperanza, la esperanza de salvación.

Compare Génesis 3:15 con Romanos 16:20 , Hebreos 2:14 y Apocalipsis 12:17 . ¿Cómo se revela en estos textos el plan de salvación, así como el gran conflicto?

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Note los paralelos entre Génesis 3:15 y Apocalipsis 12:17 : el dragón (serpiente), enfurecido (enemistad); la semilla (descendencia); y la mujer en Edén y la mujer en Apocalipsis 12:17 . La batalla (el gran conflicto) que se trasladó al Edén, con la Caída, continuará hasta el fin de los tiempos. Sin embargo, la promesa de la derrota de Satanás ya se dio en el Edén, en el sentido de que su cabeza será aplastada, un tema revelado más explícitamente en Apocalipsis, que describe su muerte final Apoc. 20:10 ) . Es decir, desde el principio, a la humanidad se le dio la esperanza de que habrá una salida al terrible lío que vino del conocimiento del mal, una esperanza que todos podemos compartir en este momento.

¿Por qué es tan reconfortante ver que, en el mismo Edén, donde comenzó el pecado y la maldad en la tierra, el Señor comenzó a revelar el plan de salvación?


Comentarios Elena G.W

Puesto que la serpiente había sido el instrumento de Satanás, compartiría con él la pena del juicio divino. Después de ser la más bella y admirada criatura del campo, iba a ser la más envilecida y detestada de todas, temida y odiada tanto por el hombre como por los animales. Las palabras dichas a la serpiente se aplican directamente al mismo Satanás y señalan su derrota y destrucción final: «Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar».

Esta sentencia, pronunciada en presencia de nuestros primeros padres, fue una promesa para ellos. Mientras predecía la lucha entre el hombre y Satanás, declaraba que el poder del gran adversario sería finalmente destruido (Historia de los patriarcas y profetas, p. 42, 54).

Ningún alma es ganada para Cristo. sin que el tentador sea derrotado, y quebrantada la cabeza de la serpiente. Esto aumentará la malicia del adversario a una actividad mayor… Alarmado porque está perdiendo su presa, Satanás primero tratará de engañar, y luego de oprimir y perseguir. Hombres malos, reprochados por el precepto y el ejemplo de aquellos que acuden a la luz de la verdad bíblica, se convertirán en agentes del gran adversario de las almas, y no dejarán sin probar ningún medio para alejarlas de su fidelidad a Dios, e inducirlas a abandonar la estrecha senda de la santidad.

Pero ninguno necesita alarmarse ni atemorizarse. La promesa de Dios es que, si son fieles a sus principios, si obedecen y creen en los requerimientos de Dios, serán miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. Tienen la seguridad de tener a su servicio a las huestes del cielo, y de salir victoriosos a través de los méritos de Cristo, y son más que vencedores a través del que los amó (Nuestra elevada vocación, p. 91).

[Durante la segunda muerte] Satanás y sus ángeles sufrieron largo tiempo. Sobre Satanás pesaba no solo el castigo de sus propios pecados sino también el de todos los de la hueste redimida, que habían sido puestos sobre él. Además, debía sufrir por la ruina de las almas a quienes engañara. Después vi que Satanás y toda la hueste de los impíos estaban consumidos y satisfecha la justicia de Dios. La cohorte angélica y los santos redimidos exclamaron en alta voz: «iAmén!»

Dijo el ángel: «Satanás es la raíz, y sus hijos son las ramas. Ya están consumidos raíz y ramas. Han muerto de una muerte eterna. Nunca resucitarán y Dios tendrá un universo limpio». Entonces miré y vi que el mismo fuego que había consumido a los malos quemaba los escombros y purificaba la tierra. Volví a mirar, y vi la tierra purificada. No quedaba la más leve señal de maldición. La quebrada y desigual superficie de la tierra era ya una dilatada planicie. Todo el universo de Dios estaba limpio y había terminado para siempre la gran controversia (Primeros escritos, p. 295).

jueves7 de abril

Destino humano

Lea Génesis 3:15-24 . Como resultado de la Caída, ¿qué pasó con Adán y Eva?

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Mientras que el juicio de Dios sobre la serpiente se identifica explícitamente como una maldición Gén. 3:14 ) , el juicio de Dios sobre la mujer y el hombre no lo es. La única vez que se vuelve a usar la palabra "maldición", se aplica solo a la "tierra" Gén. 3:17 ) . Es decir, Dios tenía otros planes para el hombre y la mujer, a diferencia de la serpiente. Se les ofreció una esperanza que no se le ofreció a él.

Debido a que el pecado de la mujer se debe a su asociación con la serpiente, el versículo que describe el juicio de Dios sobre la mujer se relaciona con el juicio de la serpiente. Génesis 3:16 no sólo sigue inmediatamente a Génesis 3:15 , sino que los paralelos entre las dos profecías indican claramente que la profecía acerca de la mujer en Génesis 3:16 debe leerse en conexión con la profecía mesiánica en Génesis 3:15 . El juicio de Dios sobre la mujer, incluida la maternidad, debe por lo tanto entenderse en la perspectiva positiva de la salvación (comparar con 1 Tim. 2:14 , 15 ) .

Debido a que el pecado del hombre se debe a que escuchó a la mujer en lugar de escuchar a Dios, la tierra de la cual el hombre ha sido tomado está maldita Gén. 3:17 ) . Como resultado, el hombre tendrá que trabajar duro Gén. 3:17-19 ) , y luego “regresará” a la tierra de donde vino Gén. 3:19 ) , algo que nunca debió haber sucedido, y eso nunca fue parte del plan original de Dios.

Es significativo que, frente a esta perspectiva desesperada de muerte, Adán se vuelva, pues, hacia la mujer, donde ve la esperanza de vida a través de su parto Gén. 3:20 ) . Es decir, aun en medio de la sentencia de muerte, ve la esperanza de vida.

Mientras tanto, como haría cualquier padre amoroso, Dios había querido solo el bien para ellos, no el mal. Pero ahora que conocían el mal, Dios iba a hacer todo lo posible para salvarlos. Así, aun en medio de estos juicios, no se perdió toda esperanza para nuestros primeros padres, a pesar de su abierta y flagrante desobediencia a Dios; a pesar de que ellos, viviendo verdaderamente en el paraíso, no tenían absolutamente ninguna razón para dudar de Dios, dudar de las palabras de Dios o dudar de Su amor por ellos.

Aunque tendemos a pensar que el "conocimiento" en sí mismo es bueno, ¿por qué no siempre es así? ¿Cuáles son algunas cosas que es mejor no saber?


Comentarios Elena G.W

Adán había gozado el compañerismo de Dios y de los santos ángeles. Había contemplado la gloria del Creador. Comprendía el elevado destino que aguardaba al linaje humano si los hombres permanecían fieles a Dios. Sin embargo, se olvidó de todas estas bendiciones ante el temor de perder el don que apreciaba más que todos los demás. El amor, la gratitud y la lealtad al Creador, todo fue sofocado por amor a Eva. Ella era parte de sí mismo, y Adán no podía soportar la idea de una separación. No alcanzó a comprender que el mismo Poder infinito que lo había creado del polvo de la tierra y hecho de él un ser viviente de hermosa forma y que, como demostración de su amor, le había dado una compañera, podía muy bien proporcionarle otra. Adán resolvió compartir la suerte de Eva; si ella debía morir, él moriría con ella (Historia de los patriarcas y profetas, p. 40).

Cuando Dios creó al hombre lo hizo señor de toda la tierra y de cuantos seres la habitaban. Mientras Adán hubiese permanecido leal a Dios, toda la naturaleza hubiera estado bajo su señorío. Pero cuando se rebeló contra la ley divina, las criaturas inferiores se rebelaron contra su dominio. Así el Señor, en su gran misericordia, quiso enseñar al hombre la santidad de su ley e inducirle a ver por su propia experiencia el peligro de hacerla a un lado, aun en lo más mínimo.

La vida de trabajo y cuidado, que en lo sucesivo sería el destino del hombre, le fue asignada por amor a él. Era una disciplina que su pecado había hecho necesaria para frenar la tendencia a ceder a los apetitos y las pasiones y para desarrollar hábitos de dominio propio. Era parte del gran plan de Dios para rescatar al hombre de la ruina y la degradación del pecado (Conflicto y valor, p. 18).

Cuando Adán y Eva se dieron cuenta de cuán exaltada y santa es la ley de Dios, cuya transgresión requería un sacrificio tan costoso para salvarlos de la ruina junto con su posteridad, rogaron que se les permitiera morir o que sus descendientes experimentaran el castigo de su transgresión, antes que el amado Hijo de Dios hiciera un sacrificio tan grande. La angustia de Adán iba en aumento. Se dio cuenta de que sus pecados eran de tal magnitud que implicaban terribles consecuencias. ¿Cómo podía ser posible que el tan honrado Comandante celestial, que había caminado y conversado con él cuando gozaba de santa inocencia, a quien los ángeles honraban y adoraban, fuera depuesto de su exaltada posición para morir por causa de su pecado?…

El Padre no podía abolir ni modificar un solo precepto de su ley para adaptarla a la condición caída del ser humano. Pero el Hijo de Dios, que junto con el Padre había creado al hombre, podía ofrecer por este una expiación que el Señor podía aceptar, mediante el don de su vida en sacrificio, para recibir sobre sí la ira de su Padre. Los ángeles informaron a Adán que así como su transgresión había acarreado muerte y ruina, la vida y la inmortalidad aparecerían como resultado del sacrificio de Cristo (La historia de la redención, p. p. 48, 49).

viernes Abril 8

REFLEXIÓN ADICIONAL : Considere la conexión entre “el árbol de la vida” y “el árbol del conocimiento del bien y del mal”. Esta relación ya se sugiere por el hecho de que ambos están ubicados “en medio del Jardín” Gén. 2:9 ).Pero hay más entre los dos árboles que solo una relación geográfica. Debido a que los humanos han tomado el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, porque desobedecieron a Dios, perdieron el acceso al árbol de la vida y no pudieron vivir para siempre, al menos en esta condición. Esta conexión subyace a un principio profundo. Las elecciones morales y espirituales tienen un impacto en la vida biológica, como instruyó Salomón a su hijo: “no te olvides de mi ley, sino que tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y longevidad y paz te añadirán” Prov. 3:1 , 2 , NVI) . Esta conexión reaparece en la futura Jerusalén celestial, donde solo el árbol de la vida está presente “en medio de su calle” Ap. 22:2, NVI ).) .

“Cuando Dios creó a Eva, Él planeó que ella no fuera inferior ni superior al hombre, sino que en todas las cosas fuera su igual. La santa pareja no tendría ningún interés independiente el uno del otro; y, sin embargo, cada uno tenía una individualidad en el pensamiento y la acción. Pero después del pecado de Eva, como ella fue la primera en transgredir, el Señor le dijo que Adán debía gobernar sobre ella. Ella debía estar en sujeción a su esposo, y esto era parte de la maldición. En muchos casos, la maldición ha hecho que la suerte de la mujer sea muy penosa y su vida una carga. La superioridad que Dios ha dado al hombre la ha abusado en muchos aspectos ejerciendo un poder arbitrario. La sabiduría infinita ideó el plan de redención, que coloca a la raza en una segunda prueba al darles otra prueba”. — Elena G. de White, Testimonios para la Iglesia, vol. 3, pags. 484 .

Preguntas de discusión:

  1. Dios confrontó a Adán en el Edén y le hizo preguntas no solo para establecer su culpa sino también para guiarlo al arrepentimiento. Este motivo reaparece con Caín Gén. 4:9 , 10 ) , el Diluvio Gén. 6:5-8 ) , la Torre de Babel Gén. 11:5 ) , y Sodoma y Gomorra Gén. 18:21 ). . ¿Cómo se revela en estos incidentes la idea de un juicio investigador?
  2. ¿Por qué pensó Eva que comer del árbol del conocimiento del bien y del mal le daría sabiduría? ¿Cómo podríamos evitar, en nuestro contexto, cometer un error similar, es decir, desafiar abiertamente la Palabra de Dios con la esperanza de algo “mejor” que lo que Dios nos ha ofrecido?




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