Lección 10 para la Escuela Sabática "EL PAPEL DE LA MAYORDOMÍA"
El papel de la mayordomía
Preparado por © Jonathan Gallagher
Textos Bíblicos:
Colosenses 1:16–18; Hebreos 4:14–16; 3 Juan 3; Génesis 6:13–18; Apocalipsis 14:6–12; 1 Pedro 1:15, 16; 1 Tesalonicenses 4:7.Citas
• Muy a menudo consideramos la mayordomía simplemente como una cuestión de nuestra entrega a Dios, pero este aspecto es secundario. Antes de que podamos dar, debemos poseer, y antes de poseer debemos recibir. Por lo tanto, la mayordomía es, en primer lugar, recibir los dones buenos y abundantes de Dios. Y una vez recibidos, esos obsequios no deben usarse únicamente para nuestro propio bien. También deben usarse para el beneficio de los demás y, por último, para la gloria de Dios, el dador. El administrador necesita una mano abierta para recibir de Dios y luego una mano activa para dar a Dios y a los demás. Murray J. Harris• La mayordomía cristiana comienza con Dios en el centro. Cuando la mayordomía gira en torno a cualquier otro centro, se malinterpreta. La institución de la iglesia es un sustituto inadecuado del cuerpo encarnado de Cristo. La iglesia como institución es un medio para el final de la iglesia como la comunión de todos los creyentes. La mayordomía es servir a Dios a través de la iglesia, no a la institución de la iglesia. Dan R. Dick
• El mundo pregunta: "¿Qué posee un hombre?" Cristo pregunta: "¿Cómo lo usa?" Andrew Murray
Para debatir
¿Cómo definiríamos el rol de la mayordomía? ¿Es la mayordomía la causa o el resultado? Usualmente la gente luce abatida al mencionar la mayordomía, ¿por qué ocurre esto? ¿Cómo podemos hacer que la mayordomía se centre más en nuestra vida en Cristo que en pagarle dinero a una organización? ¿Cuál es nuestro papel en el avance del Reino de Dios?Resumen Bíblico
Cristo es el Creador, gobernador, y la cabeza de la iglesia (Colosenses 1:16–18).Él es nuestro gran Sumo Sacerdote (Hebreos 4:14–16). A Juan le complace saber que los creyentes continúan caminando en la verdad (3 Juan 3). Génesis 6: 13–18 registra las instrucciones de Dios a Noé antes del Diluvio. Apocalipsis 14: 6–12 es el mensaje del tercer ángel. Dios nos llama a ser santos como Él es (1 Pedro 1:15, 16), ver también 1 Tesalonicenses 4: 7.Comentario
La lección hace referencia a la rueda de un carruaje como una ayuda para explicar el concepto del papel de la mayordomía. Inmediatamente surge la pregunta: ¿por qué no una rueda de bicicleta o incluso una rueda de automóvil? ¿Qué tan familiarizados estamos hoy con las ruedas de los carruajes?El punto principal es evidente: Cristo es el centro de todo. Nunca debemos olvidar esto, en todos los aspectos de nuestra vida cristiana, en todas las políticas y acciones de nuestra iglesia.
En muchos aspectos, este estudio de colocar el carro delante del caballo puede fallar (¡¿o acaso es una metáfora obsoleta?!) Si nuestra experiencia cristiana es buena, si estamos bien con Dios, entonces la mayordomía es solo uno de los muchos aspectos que también serán buenos y correctos. Poner énfasis en la mayordomía sin primero enfatizar la importancia de una relación cercana con Jesús distorsionará el verdadero enfoque que debemos darle a nuestras vidas. Hablemos en cambio sobre la centralidad que se debe dar a Jesús.
“Si quieres ver lo que Dios está pensando, mira a Jesucristo. Si quieres obtener una idea de lo que podrías llamar la personalidad dinámica de Dios, mira a Jesucristo... Estamos diciendo que Jesús es el medio de comunicación de Dios, y que Jesús es la expresión del pensamiento de Dios... Si quieres ver la mente de Dios, mira a Jesucristo: en Él está la mente de Dios”. William Barclay, Descubriendo a Jesús (Louisville, KY: Westminster John Knox Press, 2000), pp.42-3
Jesús es el centro de todo para un cristiano. Es a través de Jesús que vemos a Dios, como Él mismo lo dijo. Es a través de él que vemos cómo se desarrollala Gran Controversia. Sobre todo, para nosotros, es a través de Jesús que experimentamos la salvación. ¿Cómo podemos dejar a Jesús fuera de algo?
Entonces sí, la mayordomía es parte de nuestra vida cristiana. Pero si nos concentramos solamente en esta vida terrenal, empezamos a ver solo el dinero y las demandas, la maquinaria de la organización. Necesitamos volver sobre nuestros pasos y regresar, y mirar a Jesús: “Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe”. Hebreos 12: 2 NVI.
Comentario de Elena de White
Cuando uno se aparta de las imperfecciones humanas para contemplar a Jesús, se realiza en el carácter una transformación divina. El Espíritu de Cristo, al trabajar en el corazón, lo conforma a su imagen. Entonces sea vuestro esfuerzo ensalzar a Jesús. Diríjanse los ojos de la mente al “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” {Palabras de Vida del Gran Maestro, p. 196}Ensalzad a Jesús, los que enseñáis a las gentes, ensalzadlo en la predicación, en el canto y en la oración. Dedicad todas vuestras facultades a conducir las almas confusas, extraviadas y perdidas, al “Cordero de Dios.” Ensalzad al Salvador resucitado, y decid a cuantos escuchen: Venid a Aquel que “nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros.”2 Sea la ciencia de la salvación el centro de cada sermón, el tema de todo canto. Derrámese en toda súplica. No pongáis nada en vuestra predicación como suplemento de Cristo, la sabiduría y el poder de Dios. Enalteced la palabra de vida, presentando a Jesús como la esperanza del penitente y la fortaleza de cada creyente. Revelad el camino de paz al afligido y abatido, y manifestad la gracia y perfección del Salvador. {Obreros evanglicos, p. 168}
Toda persona que cree los mensajes de Dios debe exaltar a Jesús, dirigir a los hombres hacia Cristo y decir: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29... {Exaltad a Jesús, p. 30}
pero el gran centro de atracción, Cristo Jesús, no debe ser dejado fuera del mensaje del tercer ángel... {El Evangelismo, p 138}
Cristo crucificado, Cristo resucitado, Cristo ascendido al cielo, Cristo que va a volver, debe enternecer, alegrar y llenar de tal manera la mente del predicador, que sea capaz de presentar estas verdades a la gente con amor y profundo fervor. Entonces el predicador se perderá de vista, y Jesús quedará manifiesto. {El Evangelismo, p. 139}
…ningún discurso debe predicarse jamás sin presentar a Cristo, y a él crucificado, como fundamento del Evangelio. {El Evangelismo, p. 139}
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