Comentario Lección 1 de la Escuela Sabática: "EL CONFLICTO CÓSMICO"
El conflicto cósmico
Preparado por © Jonathan Gallagher
Para memorizar
"Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fué a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo" Apocalipsis 12:17.Textos Bíblicos:
Ezequiel 28:1, 2, 11-17; Génesis 3:1-7; Apocalipsis 12:1-17; Romanos 8:31-39; Apocalipsis 14:12.Citas
• Si alguna vez se llegara a abrir la cortina y apareciera el mundo espiritual detrás de ella, expondría ante nuestros ojos una lucha tan intensa, tan convulsiva, barriendo todo dentro de su alcance, de tal modo que la batalla más feroz jamás librada en la tierra sería, en comparación, un simple juego. Esto no sucede aquí, sino allá arriba, en los cielos. Allá es donde se libra el conflicto real. Nuestra lucha terrenal se mueve en su contragolpe. Abraham Kuyper
• Satanás se esfuerza siempre en presentar de un modo falso el carácter de Dios, la naturaleza del pecado y las verdaderas consecuencias que tendrá la gran controversia. Sus sofismas debilitan el sentimiento de obligación para con la ley divina y dan a los hombres libertad para pecar. Al mismo tiempo les hace aceptar falsas ideas acerca de Dios, de suerte que le miran con temor y odio más bien que con amor. Atribuye al Creador la crueldad inherente a su propio carácter, la incorpora en sistemas religiosos y le da expresión en diversas formas de culto. Sucede así que las inteligencias de los hombres son cegadas y Satanás se vale de ellos como de sus agentes para hacer la guerra a Dios. Debido a conceptos erróneos de los atributos de Dios, las naciones paganas fueron inducidas a creer que los sacrificios humanos eran necesarios para asegurarse el favor divino; y perpetráronse horrendas crueldades bajo las diversas formas de la idolatría. Elena de White
• La noción de conflicto cósmico, con su seguridad de que Dios puede vencer todo lo que nos daña y amenaza y eventualmente erradicará el sufrimiento por completo, puede desempeñar un papel importante en una “teodicea práctica”. Fortalece a muchos cuando enfrentan los enormes desafíos que trae el sufrimiento Richard Rice
• La teología cristiana solo se puede entender si hemos incorporado una imagen más amplia de un conflicto celestial que se ha extendido al planeta tierra. Lo que descubriremos es que cuando incorporamos este conflicto cósmico como un tema central, esto agrega una profundidad de comprensión a todas las demás doctrinas cristianas, incluida la salvación personal. De hecho, la forma extrema y radical en que Dios ganó el conflicto universal con Satanás es la misma forma en que Dios proveyó para nuestra salvación personal. Brad Cole
• El problema que enfrenta la familia humana y el problema central en la teología del conflicto cósmico se centran en el carácter de Dios. Sigve Tonstad
• El carácter y el gobierno de Dios se manifiestan cuando, en lugar de emplear la violencia contra sus enemigos para aplastarlos, Jesús ama a sus enemigos para redimirlos. Greg Boyd
Cuando comenzamos por el final, entendemos lo que sucedió al principio: “Se desató entonces una guerra en el cielo” (Apocalipsis 12: 7). Inmediatamente esta es una idea extraña para muchos, ¿no es el cielo el lugar de la paz y la bondad eterna? Esta sorprendente declaración genera muchas más preguntas: ¿Cómo puede ocurrir esto? ¿No es el cielo el lugar de la perfección? ¿Cuál fue el papel de Dios? ¿Cuáles fueron los problemas reales en este conflicto en el paraíso? ¿Cómo así que peleaban? Todo esto como resultado de la decisión de Lucifer de seguir su propio camino y de creer insensátamente que podía manejar el Universo de Dios mejor que el mismo Dios (Isaías 14:13, 14). Lucifer intenta hacerse como el Dios Altísimo. El corazón de la rebelión de Lucifer es creer que su camino es mejor que el de Dios. Entonces Dios es identificado como el tirano y es acusado de todo tipo de maldad. Lo correcto se vuelve incorrecto, y lo incorrecto se vuelve correcto en este escenario de pesadilla que es el negativo de la buena creación de Dios (Ezequiel 28: 13-17). Si bien la profecía es mixta, el mensaje con respecto a Lucifer es claro. Es un énfasis en sí mismo, una exaltación del individuo sobre los demás en la explotación del poder. Aunque creado perfecto, Lucifer eligió el mal.
¿Cómo responde Dios a este desafío no solo a su autoridad, sino a la naturaleza misma de la verdad y lo correcto? ¿Exigiendo obediencia? ¿Afirmando lo correcto basado en el poder divino? ¿Eliminando la fuente de esta perversión? ¿Matando a Lucifer? No. En última instancia, Lucifer es expulsado del cielo después de haber tenido la oportunidad de demostrar su carácter y métodos (Lucas 10:18). Sin embargo, Satanás, el Acusador, continúa su ataque contra Dios y su verdad, y somos parte de ello. Por eso nos convertimos en “un espectáculo para todo el universo, tanto para los ángeles como para los hombres” (1 Corintios 4: 9 NVI), una demostración de la respuesta de Dios.
“ Hemos llegado hacer un espectáculo para todo el universo, tanto para los ángeles como para los hombres.”1 Corintios 4: 9 NVI. Esta afirmación conduce de inmediato a la pregunta: ¿por qué somos un espectáculo para el mundo? Si estamos aquí como parte de la respuesta de Dios en la gran controversia, entonces, ¿cuál es nuestro mensaje? Apocalipsis 12 y la guerra en el cielo. De nuevo, tenemos derecho a preguntar de qué se trató la guerra y qué demostró. Estamos en medio de la guerra en curso, jugando un papel en la gran controversia. ¿Cuáles son los problemas de todo el universo? El tema central en la gran controversia es quién es Dios y cómo actúa. El diablo le ha acusado a Dios con enormes defectos de carácter y acciones que de ser ciertas serían verdaderamente demoníacas. Este conflicto cósmico que ha envuelto a todo ser pensante es de suprema importancia para comprender nuestra propia situación. Solo con esto como fondo permanente podemos comenzar a darle sentido al mundo y a nuestro lugar en él, y nuestra relación con nuestro Dios creador. Dios busca demostrar los verdaderos problemas implícitos en la gran controversia y los resultados finales de la rebelión. ¿El pecado mata? Segura e inevitablemente, sí. ¿Pero cómo? A través de la larga, dolorosa y sangrienta historia de la humanidad, Dios permite que todos veámos las consecuencias. No nos trata como peones en un juego divino, sino como agentes morales libres, tomando decisiones que determinarán lo que sucede. Sin embargo, debido a los efectos del pecado, los inocentes sufren con los culpables, y Dios quiere que ese punto también se entienda. Dios está tratando con material muy pobre: ¡nosotros!
La Biblia nos muestra el registro de cómo Dios ha manejado la crisis, el conflicto en el universo que tiene como punto central la cuestión de si Dios es realmente bueno o no. ¿Acaso ama de verdad o lo hace solo en términos dictatoriales? ¿Actúa arbitrariamente o es razonable y consecuente? ¿Se deleita castigando y destruyendo, o llora por la pérdida de cada uno de sus hijos? A veces podemos preguntarnos por qué Dios no actuó de manera más “decisiva”, tomando el poder y el control, y dictando lo que debería suceder. Pero este no es el tema fundamental en el conflicto. Nadie, ni siquiera el Diablo, ha disputado que Dios es todopoderoso. De hecho, ese es uno de los cargos en su contra: que Dios es todopoderoso y, por lo tanto, es un dictador, un tirano, un déspota que gobierna por la fuerza. Entonces, no se trata de que Dios revele su asombroso poder para hacernos cumplir en obediencia su voluntad autocrática. A veces Dios ha usado el poder, como lo registra la Biblia. Sin embargo, tales acciones no logran lo que Dios quiere: un acuerdo sobre la verdad y lo correcto, una relación basada no en el miedo, sino en el amor. Porque si hablamos de fuerza y poderío, incluso los demonios creen. Pero tiemblan. Simplemente reconocen la supremacía de Dios en el poder.
Dios dice muy claramente que lo que quiere no es por fuerza, ni por ningún poder, sino por su espíritu (ver Zacarías 4: 6), la persuasión que proviene del tercer miembro de la Deidad que convence y conduce a toda la verdad. Nuestro papel aquí en el presente es ayudar a las personas a pensar bien de Dios, a comprender su naturaleza y carácter, y a ver la imagen mucho más amplia que involucra a todo el universo. Sin esa perspectiva, algunas de las acciones de Dios son difíciles de entender. Ciertamente no tenemos el monopolio de la verdad, pero este marco más amplio de los problemas relacionados con Dios, su uso del poder y cómo dirige su gobierno mejora considerablemente nuestra comprensión y nuestro papel en el conflicto cósmico.
Aunque había abandonado su puesto de querubín cubridor, habría sido no obstante restablecido en su oficio si, reconociendo la sabiduría del Creador, hubiese estado dispuesto a volver a Dios y si se hubiese contentado con ocupar el lugar que le correspondía en el plan de Dios. Pero el orgullo le impidió someterse. Se empeñó en defender su proceder insistiendo en que no necesitaba arrepentirse, y se entregó de lleno al gran conflicto con su Hacedor. {El Conflicto de los Siglos, p. 486}
El pecado tuvo su origen en el egoísmo. Lucifer, el querubín protector, deseó ser el primero en el cielo. Trató de dominar a los seres celestiales, apartándolos de su Creador, y granjearse su homenaje. Para ello, representó falsamente a Dios, atribuyéndole el deseo de ensalzarse. Trató de investir al amante Creador con sus propias malas características. Así engañó a los ángeles. Así sedujo a los hombres. Los indujo a dudar de la palabra de Dios, y a desconfiar de su bondad. Por cuanto Dios es un Dios de justicia y terrible majestad, Satanás los indujo a considerarle como severo e inexorable. Así consiguió que se uniesen con él en su rebelión contra Dios, y la noche de la desgracia se asentó sobre el mundo. {El Deseado de Todas las Gentes, p. 13}
• Satanás se esfuerza siempre en presentar de un modo falso el carácter de Dios, la naturaleza del pecado y las verdaderas consecuencias que tendrá la gran controversia. Sus sofismas debilitan el sentimiento de obligación para con la ley divina y dan a los hombres libertad para pecar. Al mismo tiempo les hace aceptar falsas ideas acerca de Dios, de suerte que le miran con temor y odio más bien que con amor. Atribuye al Creador la crueldad inherente a su propio carácter, la incorpora en sistemas religiosos y le da expresión en diversas formas de culto. Sucede así que las inteligencias de los hombres son cegadas y Satanás se vale de ellos como de sus agentes para hacer la guerra a Dios. Debido a conceptos erróneos de los atributos de Dios, las naciones paganas fueron inducidas a creer que los sacrificios humanos eran necesarios para asegurarse el favor divino; y perpetráronse horrendas crueldades bajo las diversas formas de la idolatría. Elena de White
• La noción de conflicto cósmico, con su seguridad de que Dios puede vencer todo lo que nos daña y amenaza y eventualmente erradicará el sufrimiento por completo, puede desempeñar un papel importante en una “teodicea práctica”. Fortalece a muchos cuando enfrentan los enormes desafíos que trae el sufrimiento Richard Rice
• La teología cristiana solo se puede entender si hemos incorporado una imagen más amplia de un conflicto celestial que se ha extendido al planeta tierra. Lo que descubriremos es que cuando incorporamos este conflicto cósmico como un tema central, esto agrega una profundidad de comprensión a todas las demás doctrinas cristianas, incluida la salvación personal. De hecho, la forma extrema y radical en que Dios ganó el conflicto universal con Satanás es la misma forma en que Dios proveyó para nuestra salvación personal. Brad Cole
• El problema que enfrenta la familia humana y el problema central en la teología del conflicto cósmico se centran en el carácter de Dios. Sigve Tonstad
• El carácter y el gobierno de Dios se manifiestan cuando, en lugar de emplear la violencia contra sus enemigos para aplastarlos, Jesús ama a sus enemigos para redimirlos. Greg Boyd
Para debatir
¿Cómo entendemos el conflicto cósmico? ¿Cuáles son los problemas reales en él y cómo se pueden resolver? ¿Cómo respondemos cuando incluso personas dentro de nuestra propia religión llaman tales ideas como “mitología adventista”?¿Cómo “gana” realmente Dios? ¿Cuál es nuestro lugar en todo este conflicto? ¿Cómo hablamos bien de Dios? O mejor aún,¿cómo demostramos la verdad acerca de Él?Resumen Bíblico
Ezequiel 28:1, 2, 11-17 revela la gran controversia bajo el símbolo del Rey de Tiro. Los versos clave son: “Desde el día en que fuiste creado tu conducta fue irreprochable, hasta que la maldad halló cabida en ti.” y “A causa de tu hermosura te llenaste de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría.” (Ezequiel 28:15, 17 NVI). Génesis 3: 1- 7 proporciona el relato de la Caída aquí en la Tierra, pero siempre debe recordarse que esto sucedió después de la caída de Lucifer con todo lo que esto significa. Apocalipsis 12: 1-17 registra la guerra en el cielo y la expulsión de los ángeles rebeldes. Romanos 8: 31-39 nos dice que somos más que vencedores y que nada en toda la creación puede separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús. Apocalipsis 14:12 exige la paciencia de los santos.Comentario
La gran controversia tiene que ver con Dios y quién es Él, nuestra alabanza y alegría proviene de descubrir que Dios no es el tipo de persona que el Diablo ha descrito, sino que Él es la fuente de todo lo que es bueno, verdadero y amoroso revelado en la persona de Jesucristo. Los problemas en la gran controversia no se centran en la supremacía del poder de Dios, sino en cómo lo usa. La rebelión de Lucifer es una apropiación de poder sin responsabilidad.Cuando comenzamos por el final, entendemos lo que sucedió al principio: “Se desató entonces una guerra en el cielo” (Apocalipsis 12: 7). Inmediatamente esta es una idea extraña para muchos, ¿no es el cielo el lugar de la paz y la bondad eterna? Esta sorprendente declaración genera muchas más preguntas: ¿Cómo puede ocurrir esto? ¿No es el cielo el lugar de la perfección? ¿Cuál fue el papel de Dios? ¿Cuáles fueron los problemas reales en este conflicto en el paraíso? ¿Cómo así que peleaban? Todo esto como resultado de la decisión de Lucifer de seguir su propio camino y de creer insensátamente que podía manejar el Universo de Dios mejor que el mismo Dios (Isaías 14:13, 14). Lucifer intenta hacerse como el Dios Altísimo. El corazón de la rebelión de Lucifer es creer que su camino es mejor que el de Dios. Entonces Dios es identificado como el tirano y es acusado de todo tipo de maldad. Lo correcto se vuelve incorrecto, y lo incorrecto se vuelve correcto en este escenario de pesadilla que es el negativo de la buena creación de Dios (Ezequiel 28: 13-17). Si bien la profecía es mixta, el mensaje con respecto a Lucifer es claro. Es un énfasis en sí mismo, una exaltación del individuo sobre los demás en la explotación del poder. Aunque creado perfecto, Lucifer eligió el mal.
¿Cómo responde Dios a este desafío no solo a su autoridad, sino a la naturaleza misma de la verdad y lo correcto? ¿Exigiendo obediencia? ¿Afirmando lo correcto basado en el poder divino? ¿Eliminando la fuente de esta perversión? ¿Matando a Lucifer? No. En última instancia, Lucifer es expulsado del cielo después de haber tenido la oportunidad de demostrar su carácter y métodos (Lucas 10:18). Sin embargo, Satanás, el Acusador, continúa su ataque contra Dios y su verdad, y somos parte de ello. Por eso nos convertimos en “un espectáculo para todo el universo, tanto para los ángeles como para los hombres” (1 Corintios 4: 9 NVI), una demostración de la respuesta de Dios.
“ Hemos llegado hacer un espectáculo para todo el universo, tanto para los ángeles como para los hombres.”1 Corintios 4: 9 NVI. Esta afirmación conduce de inmediato a la pregunta: ¿por qué somos un espectáculo para el mundo? Si estamos aquí como parte de la respuesta de Dios en la gran controversia, entonces, ¿cuál es nuestro mensaje? Apocalipsis 12 y la guerra en el cielo. De nuevo, tenemos derecho a preguntar de qué se trató la guerra y qué demostró. Estamos en medio de la guerra en curso, jugando un papel en la gran controversia. ¿Cuáles son los problemas de todo el universo? El tema central en la gran controversia es quién es Dios y cómo actúa. El diablo le ha acusado a Dios con enormes defectos de carácter y acciones que de ser ciertas serían verdaderamente demoníacas. Este conflicto cósmico que ha envuelto a todo ser pensante es de suprema importancia para comprender nuestra propia situación. Solo con esto como fondo permanente podemos comenzar a darle sentido al mundo y a nuestro lugar en él, y nuestra relación con nuestro Dios creador. Dios busca demostrar los verdaderos problemas implícitos en la gran controversia y los resultados finales de la rebelión. ¿El pecado mata? Segura e inevitablemente, sí. ¿Pero cómo? A través de la larga, dolorosa y sangrienta historia de la humanidad, Dios permite que todos veámos las consecuencias. No nos trata como peones en un juego divino, sino como agentes morales libres, tomando decisiones que determinarán lo que sucede. Sin embargo, debido a los efectos del pecado, los inocentes sufren con los culpables, y Dios quiere que ese punto también se entienda. Dios está tratando con material muy pobre: ¡nosotros!
La Biblia nos muestra el registro de cómo Dios ha manejado la crisis, el conflicto en el universo que tiene como punto central la cuestión de si Dios es realmente bueno o no. ¿Acaso ama de verdad o lo hace solo en términos dictatoriales? ¿Actúa arbitrariamente o es razonable y consecuente? ¿Se deleita castigando y destruyendo, o llora por la pérdida de cada uno de sus hijos? A veces podemos preguntarnos por qué Dios no actuó de manera más “decisiva”, tomando el poder y el control, y dictando lo que debería suceder. Pero este no es el tema fundamental en el conflicto. Nadie, ni siquiera el Diablo, ha disputado que Dios es todopoderoso. De hecho, ese es uno de los cargos en su contra: que Dios es todopoderoso y, por lo tanto, es un dictador, un tirano, un déspota que gobierna por la fuerza. Entonces, no se trata de que Dios revele su asombroso poder para hacernos cumplir en obediencia su voluntad autocrática. A veces Dios ha usado el poder, como lo registra la Biblia. Sin embargo, tales acciones no logran lo que Dios quiere: un acuerdo sobre la verdad y lo correcto, una relación basada no en el miedo, sino en el amor. Porque si hablamos de fuerza y poderío, incluso los demonios creen. Pero tiemblan. Simplemente reconocen la supremacía de Dios en el poder.
Dios dice muy claramente que lo que quiere no es por fuerza, ni por ningún poder, sino por su espíritu (ver Zacarías 4: 6), la persuasión que proviene del tercer miembro de la Deidad que convence y conduce a toda la verdad. Nuestro papel aquí en el presente es ayudar a las personas a pensar bien de Dios, a comprender su naturaleza y carácter, y a ver la imagen mucho más amplia que involucra a todo el universo. Sin esa perspectiva, algunas de las acciones de Dios son difíciles de entender. Ciertamente no tenemos el monopolio de la verdad, pero este marco más amplio de los problemas relacionados con Dios, su uso del poder y cómo dirige su gobierno mejora considerablemente nuestra comprensión y nuestro papel en el conflicto cósmico.
Comentarios de Elena de White
La controversia en el cielo comenzó con un deseo egoísta de alcanzar una posición, un deseo de parte de Lucifer de ser igual a Dios. {Traducido al español de Review and Herald, 30 de mayo de 1899}Aunque había abandonado su puesto de querubín cubridor, habría sido no obstante restablecido en su oficio si, reconociendo la sabiduría del Creador, hubiese estado dispuesto a volver a Dios y si se hubiese contentado con ocupar el lugar que le correspondía en el plan de Dios. Pero el orgullo le impidió someterse. Se empeñó en defender su proceder insistiendo en que no necesitaba arrepentirse, y se entregó de lleno al gran conflicto con su Hacedor. {El Conflicto de los Siglos, p. 486}
El pecado tuvo su origen en el egoísmo. Lucifer, el querubín protector, deseó ser el primero en el cielo. Trató de dominar a los seres celestiales, apartándolos de su Creador, y granjearse su homenaje. Para ello, representó falsamente a Dios, atribuyéndole el deseo de ensalzarse. Trató de investir al amante Creador con sus propias malas características. Así engañó a los ángeles. Así sedujo a los hombres. Los indujo a dudar de la palabra de Dios, y a desconfiar de su bondad. Por cuanto Dios es un Dios de justicia y terrible majestad, Satanás los indujo a considerarle como severo e inexorable. Así consiguió que se uniesen con él en su rebelión contra Dios, y la noche de la desgracia se asentó sobre el mundo. {El Deseado de Todas las Gentes, p. 13}
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