Lección 1 tercer trimestre 2018: ME SERÉIS TESTIGOS
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hech. 1:8).
La misión de Jesús en la Tierra había terminado. Dios pronto enviaría al Espíritu Santo, quien, al ratificar sus esfuerzos con muchas señales y prodigios, fortalecería y conduciría a los discípulos en una misión que llegaría hasta los confines del mundo. Jesús no podía quedarse con ellos para siempre en carne humana. No solo porque su encarnación le imponía una limitación física en el contexto de una misión mundial, sino también porque, para que el Espíritu llegara, eran necesarias la ascensión de Jesús y su exaltación en el cielo. Sin embargo...
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