Lección 11: APRESADO Y JUZGADO
Tarde de Sábado
Leer para el estudio de esta semana
Marcos 14:1-72 ; Juan 12:4-6 ; Romanos 8:28 ; Éxodo 24:8 ; Jeremías 31:31-34 ; Zacarías 13:7 .
Texto de memoria:
“Y decía: Abba, Padre, para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú” ( Marcos 14:36 ).
Los capítulos 14 al 16 de Marcos se conocen como la narración de la Pasión porque describen el sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesús. Como se señaló en la lección 9, los últimos seis capítulos de Marcos cubren solo una semana. La mayoría de los eventos en Marcos 14:1-16:20 ocurren el jueves y el viernes de esta Semana de la Pasión. La muerte de Jesús ocurrirá el viernes y su resurrección el domingo.
La lección de esta semana se centra en Marcos 14:1-72 , comenzando con la quinta historia del sándwich, que entrelaza dos acciones opuestas en relación con Jesús. A esto le sigue la Última Cena, seguida por la lucha de Jesús en Getsemaní. Allí es arrestado y llevado ante los líderes para ser juzgado. La escena del juicio está vinculada con la negación de Jesús por parte de Pedro, formando la sexta y última de las historias del sándwich en Marcos. Nuevamente, ocurren dos acciones opuestas, pero mediante un giro irónico, afirman la misma verdad.
A lo largo de la narración, dos tramas narrativas opuestas marchan de la mano. En un estilo nítido, Marcos expone ante el lector estas tramas contrapuestas mientras revela el triunfo de Jesús.
*Estudie la lección de esta semana para prepararse para el sábado 14 de septiembre.
Comentarios Elena G.W
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. Aquí hay una declaración que define el propósito del Señor hacia un pueblo corrompido e idólatra. “¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión”. ¿Tendrá que abandonar Dios a un pueblo, en favor del cual ha hecho algo tan grande, a saber, dar a su Hijo unigénito, la expresa imagen de sí mismo? Dios permite que su Hijo sea entregado por nuestras ofensas. Él mismo asume los atributos del juez frente al portador del pecado, despojándose de las amorosas características de un padre.De este modo el amor se manifiesta en la forma más maravillosa a una raza rebelde. ¡Qué espectáculo para los ángeles! ¡Qué esperanza para el hombre, ya que “siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”! El justo sufrió por el injusto; llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero. “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Testimonios para los ministros, pp. 245, 246).
Jesús no consideró el cielo como lugar deseable mientras estuviéramos nosotros perdidos. Dejó los atrios celestiales para llevar una vida de vituperios e insultos, y para sufrir una muerte ignominiosa. El que era rico en tesoros celestiales inapreciables, se hizo pobre, para que por su pobreza fuéramos nosotros ricos. Debemos seguir sus huellas.
El que se convierte en hijo de Dios ha de considerarse como eslabón de la cadena tendida para salvar al mundo. Debe considerarse uno con Cristo en su plan de misericordia, y salir con él a buscar y salvar a los perdidos.
Muchos estimarían como gran privilegio el visitar las regiones en que se desarrolló la vida terrenal de Cristo, andar por donde él anduvo, contemplar el lago junto a cuya orilla le gustaba enseñar, y las colinas y los valles en que se posaron tantas veces sus miradas. Pero no necesitamos ir a Nazaret, ni a Capernaúm ni a Betania, para andar en las pisadas de Jesús. Veremos sus huellas junto al lecho del enfermo, en las chozas de los pobres, en las calles atestadas de las grandes ciudades, y doquiera haya corazones necesitados de consuelo (El ministerio de curación, pp. 72, 73).
Ha de meditarse cuidadosamente sobre la vida de Cristo, y estudiarla constantemente con el deseo de entender la razón por la que él tuvo que venir. Solo podemos formular nuestras conclusiones mediante el escudriñamiento de las Escrituras, tal como Cristo nos ha ordenado hacerlo, cuando dice “ellas son las que dan testimonio de mí”. Juan 5:39. Podemos encontrar mediante la investigación de la Palabra las virtudes de la obediencia en contraste con la pecaminosidad de la desobediencia. “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”. Romanos 5:19 (Reflejemos a Jesús, p. 124).
Inolvidable
Lee Marcos 14:1-11 . ¿Qué dos historias se entrelazan aquí y cómo se complementan?
___________________________________________________________________________________________
Marcos 14:1 indica que faltaban dos días para la Pascua. Esta reunión probablemente tuvo lugar el martes por la noche o el miércoles de esa semana. Los líderes religiosos tienen un plan y un cronograma. Solo necesitan un medio para lograr su objetivo. Este vendrá de un lugar sorprendente.
Este pasaje es la quinta historia de sándwich en Marcos (ver lección 3). La historia del complot contra Jesús está vinculada con la historia de una mujer que unge la cabeza de Jesús con un perfume precioso. Dos personajes paralelos realizan acciones opuestas, mostrando un contraste irónico.
Marcos no revela quién es la mujer que se muestra aquí. Su sorprendente regalo a Jesús contrasta con la perfidia de Judas al traicionar a su Señor. No se menciona su nombre; a él se lo menciona como uno de los Doce. Se menciona el valor del regalo de ella; el precio de él es solo una promesa de dinero.
No se da ninguna razón específica de por qué hace esto, pero los invitados a la cena están horrorizados por lo que consideran un gran desperdicio de casi un año de salario al derramar el perfume sobre Jesús. Sin embargo, Jesús interviene en su defensa y dice que lo que ha hecho será incluido en la proclamación del evangelio en todo el mundo como un memorial a ella. Es inolvidable. De hecho, los cuatro Evangelios cuentan esta historia de una forma u otra, probablemente debido a las palabras de Jesús que conmemoran su acción.
La traición de Judas también es inolvidable. Marcos da a entender que su motivo fue la avaricia. El Evangelio de Juan lo deja explícito ( Juan 12:4-6 ).
Marcos contiene un juego de palabras con la palabra “bueno” para ilustrar que en estas historias hay dos motivos o tramas diferentes en juego. Jesús llama “buena/hermosa” la acción de la mujer en Marcos 14:6 . Dice que siempre se puede hacer el “bien” a los pobres ( Marcos 14:7 ; Marcos 14:9 ). Llama a su acción parte de las “buenas noticias/evangelio”. En Marcos 14:11 , Judas busca una “buena oportunidad” (ISV) para traicionar a Jesús. Lo que sugiere este juego de palabras es que el complot de los hombres para destruir al Mesías en realidad se convertirá en parte de la historia del evangelio porque lleva a buen término la voluntad de Dios al dar a Su Hijo para la salvación de la humanidad.
¿Cómo ayuda Romanos 8:28 a explicar lo que sucederá aquí?
___________________________________________________________________________________________
Comentarios Elena G.W
Ella [María] había oído hablar a Jesús de su próxima muerte, y en su profundo amor y tristeza había anhelado honrarle. A costa de gran sacrificio personal, había adquirido un vaso de alabastro de “nardo líquido de mucho precio” para ungir su cuerpo. Pero muchos declaraban ahora que él estaba a punto de ser coronado rey. Su pena se convirtió en gozo y ansiaba ser la primera en honrar a su Señor. Quebrando el vaso de ungüento, derramó su contenido sobre la cabeza y los pies de Jesús, y llorando postrada le humedecía los pies con sus lágrimas y se los secaba con su larga y flotante cabellera.Había procurado evitar ser observada y sus movimientos podrían haber quedado inadvertidos, pero el ungüento llenó la pieza con su fragancia y delató su acto a todos los presentes… El don fragante que María había pensado prodigar al cuerpo muerto del Salvador, lo derramó sobre él en vida. En el entierro, su dulzura solo hubiera llenado la tumba, pero ahora llenó su corazón con la seguridad de su fe y amor… Y cuando [Jesús] penetró en las tinieblas de su gran prueba, llevó consigo el recuerdo de aquel acto, anticipo del amor que le tributarían para siempre aquellos que redimiera (El Deseado de todas las gentes, pp. 513, 514).
Satanás había engañado a Judas y le había inducido a considerarse como uno de los verdaderos discípulos de Cristo; pero su corazón había sido siempre carnal. Había visto las potentes obras de Jesús, había estado con él durante todo su ministerio, y se había rendido a la suprema evidencia de que era el Mesías; pero Judas era mezquino y codicioso. Amaba el dinero. Lamentóse con ira de lo mucho que había costado el ungüento que María derramó sobre Jesús… Para excusar su codicia, dijo Judas que bien podía haberse vendido aquel ungüento y repartido el dinero entre los pobres. Pero no lo movía a decir esto su solicitud por los pobres, porque era muy egoísta, y solía apropiarse en provecho propio de lo que a su cuidado se confiaba para darlo a los pobres. Judas no se había preocupado de la comodidad ni aun de las necesidades de Jesús, y disculpaba su codicia refiriéndose a menudo a los pobres. Aquel acto de generosidad de parte de María fue un acerbo reproche contra la disposición avarienta de Judas. Estaba preparado el camino para que la tentación de Satanás hallara fácil acceso al corazón de Judas (Primeros escritos, p. 165).
Sabía Judas cuán ansiosos estaban los príncipes de los sacerdotes de apoderarse de Jesús, y ofrecióles entregárselo por unas cuantas monedas de plata. Su amor al dinero lo indujo a entregar a su Señor en manos de sus más acérrimos enemigos. Satanás obraba directamente por medio de Judas, y durante las conmovedoras escenas de la última cena, el traidor ideaba planes para entregar a su Maestro (Primeros escritos, p. 166).
La última cena
Lee Marcos 14:22-31 y Éxodo 24:8 . ¿Qué gran significado para la fe cristiana tiene este relato?
___________________________________________________________________________________________
Marcos 14:12 señala que este es el primer día de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero pascual. La comida se celebraba el jueves por la tarde.
En la Última Cena, Jesús instituye un nuevo servicio conmemorativo. Es una transición de la celebración de la Pascua judía y está directamente vinculada con la salida de Israel de Egipto y su conversión en el pueblo de la alianza de Dios en el Sinaí. En el momento de sellar la alianza, en Éxodo 24:8 , Moisés rocía al pueblo con la sangre de los sacrificios y dice: “He aquí la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con vosotros según todas estas palabras” (RVR1960).
Llama la atención que en la Cena del Señor, que Jesús instituye aquí, no se hace uso del cordero de la cena pascual. Esto se debe a que Jesús es el Cordero de Dios (cf. Juan 1:29 ). El pan de la Cena del Señor representa Su cuerpo. El nuevo pacto (cf. Jeremías 31:31-34 ) está sellado con la sangre de Jesús, y la copa representa esto. Él dice: “Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada” ( Mr 14:24 ).
En medio de todo esto, Jesús predice que todos sus discípulos lo abandonarán. Cita Zacarías 13:7 , que habla de la espada que hiere al pastor y de la dispersión de las ovejas. Jesús es el pastor y sus discípulos son las ovejas. Es un mensaje duro y deprimente. Pero Jesús añade una palabra de esperanza, repitiendo la predicción de su resurrección. Pero añade que irá delante de los discípulos a Galilea. Esa predicción será mencionada por el joven en la tumba de Jesús, en Marcos 16:7 , y por eso tiene un peso especial aquí.
Pero todo esto es demasiado difícil de aceptar para los discípulos, especialmente para Pedro, quien argumenta que todos los demás pueden caer, pero él no lo hará. Sin embargo, Jesús continúa con el lenguaje solemne y predice que Pedro lo negará tres veces antes de que el gallo cante dos veces. La predicción desempeñará un papel crucial en la escena del juicio de Jesús y la negación de Pedro; por lo tanto, también desempeña un papel crucial aquí.
¿Qué puedes aprender de las ocasiones en las que le prometiste a Dios que harías o no harías algo y terminaste haciéndolo o no haciéndolo de todos modos?
___________________________________________________________________________________________
Comentarios Elena G.W
También se les ordenó [a los israelitas] que celebrasen la fiesta de la Pascua como una ordenanza, a fin de que cuando sus hijos preguntaran qué significaba dicho servicio, les relataran su maravillosa preservación en Egipto. Que cuando el ángel destructor salió durante la noche para matar a los primogénitos de los hombres y a los primogénitos de los animales, pasó por encima de sus casas, y no murió ni uno solo de los hebreos que tuviera la señal de la sangre en los postes de sus puertas. Y el pueblo se inclinó y adoró, agradecido por este memorial singular dado para preservar en sus hijos el recuerdo del cuidado de Dios por su pueblo…La Pascua señalaba hacia atrás a la liberación de los hijos de Israel, y también era una señal típica hacia adelante, hacia Cristo, el Cordero de Dios, inmolado para la redención del hombre caído. La sangre rociada sobre los dinteles de la puerta prefiguraba la sangre expiatoria de Cristo, y también la continua dependencia del hombre pecador de los méritos de esa sangre para salvarse del poder de Satanás y para la redención final. Cristo cenó la Pascua con sus discípulos justo antes de su crucifixión, y esa misma noche instituyó la ordenanza de la Cena del Señor, que debía celebrarse para conmemorar su muerte (Spiritual Gifts, t. 3, pp. 223, 225).
Cuando Cristo, la víspera de ser traicionado, amonestó de antemano a sus discípulos: “Todos seréis escandalizados en mí esta noche”, Pedro le dijo confiadamente: “Aunque todos sean escandalizados, mas no yo”. Marcos 14:27, 29. Pedro no conocía el peligro que corría, y lo descarrió la confianza propia. Se creyó capaz de resistir la tentación; pero pocas horas después le vino la prueba, y con maldiciones y juramentos negó a su Señor.
Cuando el canto del gallo le hizo recordar las palabras de Cristo, sorprendido y emocionado por lo que acababa de hacer, se volvió y miró a su Maestro. En ese momento Cristo miró a Pedro, y este se comprendió a sí mismo ante la triste mirada, en la que se mezclaban la compasión y el amor hacia él. Salió y lloró amargamente, pues aquella mirada de Cristo quebrantó su corazón. Pedro había llegado al punto de la conversión, y amargamente se arrepintió de su pecado. Fue semejante al publicano en su contrición y arrepentimiento, y como este, también alcanzó misericordia. La mirada de Cristo le dio la seguridad del perdón (Palabras de vida del gran Maestro, p. 118).
Jesús miró con compasión a sus discípulos. No podía salvarlos de la prueba, pero no los dejó sin consuelo. Les aseguró que él estaba por romper las cadenas del sepulcro, y que su amor por ellos no faltaría. “Después que haya resucitado —dijo—, iré delante de vosotros a Galilea”. Mateo 26:32. Antes que le negasen, les aseguró el perdón. Después de su muerte y resurrección, supieron que estaban perdonados y que el corazón de Cristo los amaba (El Deseado de todas las gentes, p. 628).
Getsemaní
Lee Marcos 14:32-42 . ¿Qué oró Jesús en Getsemaní y cómo fue respondida su oración?
___________________________________________________________________________________________
Al salir de la ciudad amurallada de Jerusalén donde comieron la cena de Pascua, Jesús y sus discípulos cruzan el valle de Cedrón hacia un jardín en las laderas del Monte de los Olivos. El nombre Getsemaní significa prensa de aceite, lo que sugiere que había una prensa para procesar aceite de oliva en las cercanías. La ubicación exacta se desconoce porque los romanos talaron todos los árboles del Monte de los Olivos durante el asedio del año 70 d. C.
Cuando Jesús entra en el jardín, deja a sus discípulos allí y continúa con Pedro, Santiago y Juan. Pero luego deja también a estos tres y continúa solo. Este distanciamiento espacial sugiere que Jesús se está aislando cada vez más a medida que enfrenta su sufrimiento inminente.
Jesús ora para que se aparte de él la copa del sufrimiento, pero sólo si es la voluntad de Dios ( Marcos 14:36 ). Utiliza el término arameo Abba, que Marcos traduce como “Padre”. El término no significa “papá”, como algunos han sugerido. El término que utilizaba un niño para dirigirse a su padre era abi (véase Raymond E. Brown, The Death of the Messiah, Anchor Bible Reference Library [Nueva York: Doubleday, 1994], vol. 1, pp. 172, 173). Sin embargo, el uso del término Abba, “Padre”, conlleva un estrecho vínculo familiar, que no debe subestimarse.
Lo que Jesús pide en oración es que se le quite la copa del sufrimiento, pero se somete a la voluntad de Dios (compárese con el Padre Nuestro, Mateo 6:10 ). A lo largo del resto del relato de la Pasión resulta evidente que la respuesta de Dios a la oración de Jesús es no. No quitará la copa del sufrimiento porque a través de esa experiencia se ofrece la salvación al mundo.
Cuando enfrentas dificultades, es alentador tener amigos que te apoyan. En Filipenses 4:13 , Pablo habla de hacer todas las cosas a través de Aquel que lo fortalece. Muchos olvidan Filipenses 4:14 , donde el apóstol comienza diciendo: “Sin embargo, fue bueno que compartieras mis problemas” (ISV). Esto es lo que Jesús deseaba en Getsemaní. Tres veces vino a buscar consuelo de sus discípulos. Tres veces estaban durmiendo. Al final, los despierta para que salgan con Él a enfrentar la prueba. Él está listo; ellos no.
Comentarios Elena G.W
En Compañía de sus discípulos, el Salvador se encaminó lentamente hacia el huerto de Getsemaní. La luna de Pascua, ancha y llena, resplandecía desde un cielo sin nubes. La ciudad de cabañas para los peregrinos estaba sumida en el silencio.Jesús había estado conversando fervientemente con sus discípulos e instruyéndolos; pero al acercarse a Getsemaní se fue sumiendo en un extraño silencio. Con frecuencia, había visitado este lugar para meditar y orar; pero nunca con un corazón tan lleno de tristeza como esta noche de su última agonía. Toda su vida en la tierra, había andado en la presencia de Dios… Pero ahora le parecía estar excluído de la luz de la presencia sostenedora de Dios. Ahora se contaba con los transgresores… Sintiendo cuán terrible es la ira de Dios contra la transgresión, exclama: “Mi alma está muy triste hasta la muerte” (El Deseado de todas las gentes, p. 636).
En esta terrible crisis, cuando todo estaba en juego, cuando la copa misteriosa temblaba en la mano del Doliente, los cielos se abrieron, una luz resplandeció de en medio de la tempestuosa obscuridad de esa hora crítica, y el poderoso ángel que está en la presencia de Dios ocupando el lugar del cual cayó Satanás, vino al lado de Cristo. No vino para quitar de su mano la copa, sino para fortalecerle a fin de que pudiese beberla, asegurado del amor de su Padre. Vino para dar poder al suplicante divino-humano. Le mostró los cielos abiertos y le habló de las almas que se salvarían como resultado de sus sufrimientos. Le aseguró que su Padre es mayor y más poderoso que Satanás, que su muerte ocasionaría la derrota completa de Satanás, y que el reino de este mundo sería dado a los santos del Altísimo. Le dijo que vería el trabajo de su alma y quedaría satisfecho, porque vería una multitud de seres humanos salvados, eternamente salvos (El Deseado de todas las gentes, p. 643).
No podemos tener una fe débil ahora; no podemos estar seguros con una actitud descuidada, indolente y perezosa. Hay que utilizar hasta el último ápice de habilidad, y hay que pensar en forma aguda, serena y profunda. La sabiduría de ningún instrumento humano es suficiente para trazar planes y proyectos en este tiempo. Exponed cada plan delante de Dios con ayuno, y humillando el alma delante del Señor Jesús, y encomendad vuestros caminos al Señor. La promesa segura es que él dirigirá vuestras sendas. Él posee recursos infinitos. El Santo de Israel, quien llama por su nombre a las huestes del cielo, y mantiene las estrellas en su lugar, os cuida individualmente…
Quisiera que todos pudiesen comprender las posibilidades y las probabilidades que están al alcance de los que esperan que su eficacia venga de Cristo y los que afirman en él su confianza. La vida que se oculta con Cristo en Dios siempre tiene un refugio; puede decir: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13 (Mensajes selectos, t. 2, p. 418).
Dejando todo para huir de Jesús
Lee Marcos 14:43-52 . ¿Qué sucede aquí que es tan crucial para el plan de salvación?
___________________________________________________________________________________________
Es chocante que uno de los colaboradores más cercanos de Jesús lo traicionara y lo entregara a sus enemigos. Los Evangelios no dan muchos detalles acerca de la motivación de Judas, pero Elena G. de White escribe: “Judas tenía por naturaleza un fuerte amor al dinero, pero no siempre había sido lo suficientemente corrupto como para cometer una acción como ésta. Había fomentado el espíritu maligno de la avaricia hasta que llegó a ser el motivo principal de su vida. El amor a Mammón sobrepasó su amor por Cristo. Al convertirse en esclavo de un vicio, se entregó a Satanás, para ser empujado a cualquier extremo en el pecado”. —Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes , pág. 716.
La traición en sí misma es deplorada por todos, incluso por aquellos que se valen de traidores (compárese con Mateo 27:3-7 ). Pero la acción de Judas es particularmente nefasta porque trata de ocultar su traición bajo el disfraz de la amistad. Da instrucciones a la multitud de que el hombre al que besa es el hombre que deben arrestar. Parece que Judas quería ocultar su perfidia a Jesús y a los otros discípulos.
El caos se desata cuando la multitud arresta a Jesús. Alguien saca una espada ( Juan 18:10-11 dice que fue Pedro) y le corta la oreja al siervo del sumo sacerdote. Jesús se dirige a la multitud y los reprende por hacer en secreto lo que temían hacer en público cuando Él enseñaba en el templo. Pero Jesús termina con una referencia al cumplimiento de las Escrituras. Es otra señal de esa trama dual que recorre el relato de la Pasión: que la voluntad de Dios se está cumpliendo al mismo tiempo que la voluntad del hombre trabaja para destruir al Mesías.
Todos los discípulos huyen, incluido Pedro, que sin embargo reaparecerá, siguiendo a Jesús a distancia y acabará metiéndose en problemas. Pero en Marcos 14,51-52 se habla de un joven que sigue a Jesús, un relato que se encuentra aquí y en ningún otro lugar de los evangelios canónicos. Algunos piensan que fue el propio Marcos, pero eso no es demostrable. Lo curioso es que huye desnudo. El joven, en lugar de dejarlo todo para seguir a Jesús, lo deja todo para huir de Jesús.
Pensemos en la terrible idea de que ser esclavo de un solo vicio llevó a Judas a hacer lo que hizo. ¿Qué nos debería decir esto acerca de odiar el pecado y, por la gracia de Dios, vencerlo?
___________________________________________________________________________________________
Comentarios Elena G.W
Los discípulos quedaron aterrorizados al ver que Jesús permitía que se le prendiese y atase. Se ofendieron porque sufría esta humillación para sí y para ellos. No podían comprender su conducta, y le inculpaban por someterse a la turba. En su indignación y temor, Pedro propuso que se salvasen a sí mismos. Siguiendo esta sugestión, “todos los discípulos huyeron, dejándole”. Pero Cristo había predicho esta deserción. “He aquí —había dicho—, la hora viene, y ha venido, que seréis esparcidos cada uno por su parte, y me dejaréis solo: mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo”. Juan 16:32 (El Deseado de todas las gentes, p. 646).Jesús quedó solo en manos de la turba asesina. ¡Oh! ¡Cómo triunfó entonces Satanás! ¡Cuánto pesar y tristeza hubo entre los ángeles de Dios! Muchas cohortes de santos ángeles, cada cual con su caudillo al frente, fueron enviadas a presenciar la escena con objeto de anotar cuantos insultos y crueldades se infligiesen al Hijo de Dios, así como cada tormento angustioso que debía sufrir Jesús, pues todos los hombres que actuaban en aquella tremenda escena habrán de volverla a ver en vivos caracteres (Primeros escritos, p. 168).
Así como el sumo sacerdote asperjaba la sangre caliente sobre el propiciatorio, mientras la fragante nube de incienso ascendía delante de Dios, de la misma manera, mientras confesamos nuestros pecados e invocamos la eficacia de la sangre expiatoria de Cristo, nuestras oraciones han de ascender al cielo, con la fragancia de los méritos del carácter de nuestro Salvador. A pesar de nuestra indignidad, siempre hemos de tener en cuenta que hay Uno que puede quitar el pecado y salvar al pecador. Cristo quitará todo pecado reconocido delante de Dios con corazón contrito. Esta creencia es la vida de la iglesia. Así como la serpiente fue levantada por Moisés en el desierto, y se pedía a todos los que habían sido mordidos por las serpientes ardientes que miraran para vivir, también el Hijo del Hombre debía ser levantado, para que “todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
A menos que haga de la contemplación del exaltado Salvador la gran ocupación de su vida, y por la fe acepte los méritos que tiene el privilegio de reclamar, el pecador no tendrá mayores posibilidades de ser salvado de las que Pedro tenía de caminar sobre las aguas sin mirar constantemente a Jesús (Testimonios para los ministros, pp. 92, 93).
¿Quién eres?
Lee Marcos 14:60-72 . Compara cómo reaccionó Jesús a los acontecimientos con la reacción de Pedro. ¿Qué lecciones podemos aprender de las diferencias?
___________________________________________________________________________________________
Marcos 14:53-59 describe el momento en que Jesús es llevado ante el Sanedrín y la primera parte del juicio. Es un ejercicio de frustración. Una y otra vez, los líderes tratan de hacer valer su acusación contra Jesús. El escritor del Evangelio señala que el testimonio era falso y que los testigos nunca estuvieron de acuerdo.
Finalmente, el sumo sacerdote se levanta y se dirige directamente a Jesús. Al principio Jesús no responde. Pero luego el sumo sacerdote lo pone bajo juramento ante Dios (ver Mateo 26:63 ) y le pregunta directamente si Él es el Mesías. Jesús admite franca y abiertamente que lo es y luego hace referencia a Daniel 7:13-14 , que habla del Hijo del hombre sentado a la diestra de Dios y viniendo con las nubes del cielo. Esto es demasiado para el sumo sacerdote, que rasga sus vestiduras y pide la condena de Jesús, que el concilio da inmediatamente. Los líderes comienzan a avergonzar a Jesús escupiéndole, cubriéndole el rostro, golpeándolo y llamándolo a profetizar.
Mientras Jesús está dentro siendo juzgado y dando un testimonio fiel, Pedro está fuera dando un informe mentiroso. Esta es la sexta y última historia de sándwich en Marcos, y aquí la ironía es particularmente acentuada. Aquí hay dos personajes paralelos, Jesús y Pedro, haciendo acciones opuestas. Jesús da un testimonio fiel, Pedro uno falso. Tres veces Pedro es abordado por un sirviente o por transeúntes, y cada vez niega su asociación con Jesús, incluso maldiciendo y jurando en el proceso.
En ese momento, un gallo canta por segunda vez y Pedro recuerda de repente la profecía de Jesús de que negaría a su Señor tres veces esa misma noche. Se derrumba y llora. He aquí la sorprendente ironía: al final de su juicio, Jesús tiene los ojos vendados y es golpeado y se le ordena que “profetice”. La idea era burlarse de él, ya que no podía ver quién lo había golpeado. Sin embargo, en el mismo momento en que lo hacen, Pedro está negando a Jesús en el patio de abajo, cumpliendo una de las profecías de Jesús. En consecuencia, al negar a Jesús, Pedro demuestra que Jesús es el Mesías.
¿Qué palabras de esperanza le darías a alguien que, aunque quiere seguir a Jesús, a veces no lo logra? ¿Quién de nosotros no ha dejado de seguir alguna vez lo que sabe que quiere Jesús?
___________________________________________________________________________________________
Comentarios Elena G.W
Pedro siguió a su Señor después de la entrega, pues anhelaba ver lo que iban a hacer con Jesús; pero cuando lo acusaron de ser uno de sus discípulos, temió por su vida y declaró que no conocía al hombre. Se distinguían los discípulos de Jesús por la honestidad de su lenguaje, y para convencer a sus acusadores de que no era discípulo de Cristo, Pedro negó la tercera vez lanzando imprecaciones y juramentos. Jesús, que estaba a alguna distancia de Pedro, le dirigió una mirada triste de reconvención. Entonces el discípulo se acordó de las palabras que le había dirigido Jesús en el cenáculo, y también recordó que él había contestado diciendo: “Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré”. Pedro acababa de negar a su Señor con imprecaciones y juramentos, pero aquella mirada de Jesús conmovió su corazón y lo salvó. Con amargas lágrimas se* arrepintió de su grave pecado, se convirtió y estuvo entonces preparado para confirmar a sus hermanos (Primeros escritos, pp. 169, 170).Jesús se mantenía manso y humilde ante la enfurecida multitud que tan vilmente lo maltrataba. Le escupían en el rostro, aquel rostro del que algún día querrán ocultarse, y que ha de iluminar la ciudad de Dios con mayor refulgencia que el sol. Cristo no echó sobre sus verdugos ni una mirada de cólera. Cubriéndole la cabeza con una vestidura vieja, le vendaron los ojos y, abofeteándole, exclamaban: “Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?” Los ángeles se conmovieron; hubieran libertado a Jesús en un momento, pero sus dirigentes los retuvieron (Primeros escritos, p. 170).
Me alegro de que nuestros sentimientos no son evidencia de que no seamos hijos de Dios. El enemigo os tentará a pensar que habéis hecho cosas que os han separado de Dios, y que ya no os ama; pero nuestro Señor todavía nos ama, y esto podemos saberlo por las palabras que ha dejado escritas para casos como estos. “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. 1 Juan 2:1. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9…
Dios os ama, y el precioso Salvador, que se entregó por vosotros, no os rechazará porque sois tentados, y habéis vencido en vuestra debilidad. Sigue amándoos.
Pedro negó a su Señor en la hora de la prueba, pero Jesús no dejó a su pobre discípulo. Aunque Pedro se odiaba a sí mismo, el Señor lo amaba; y después de su resurrección, lo llamó por su nombre, y le envió un amante mensaje. ¡Oh, qué Salvador bondadoso, amante y compasivo tenemos nosotros! Y él nos ama aunque erremos (A fin de conocerle, p. 284).
Él os ama; él os cuida. Es una bendición para vosotros, y os dará su paz y su gracia. Os dice: “Tus pecados te son perdonados”. Podéis estar deprimidos a causa de dolencias corporales, pero eso no es una evidencia de que el Señor no esté trabajando cada día por vosotros. Os perdonará con abundancia. Apropiaos de las abundantes promesas de Dios. Jesús es nuestro amigo constante y que no falla, y él quiere que confiéis en él. Apartad la vista de vosotros y mirad la perfección de Cristo (That I May Know Him, p. 285; parcialmente en A fin de conocerle, p. 284).
Pensamiento adicional
Lea Ellen G. White, “Ante Anás y el tribunal de Caifás”, págs. 698–715; “Judas”, págs. 716–722, en El Deseado de todas las gentes .
“Mientras los insultos degradantes todavía estaban frescos en los labios de Pedro, y el agudo canto del gallo todavía resonaba en sus oídos, el Salvador se apartó de los jueces que lo miraban con enojo y miró fijamente a su pobre discípulo. Al mismo tiempo, los ojos de Pedro se fijaron en su Maestro. En ese rostro apacible leyó profunda compasión y tristeza, pero no había ira.
“La visión de aquel rostro pálido y sufriente, de aquellos labios temblorosos, de aquella mirada de compasión y perdón, le atravesó el corazón como una flecha. La conciencia se despertó. La memoria se puso en actividad. Pedro recordó la promesa que había hecho pocas horas antes de que iría con su Señor a la prisión y a la muerte. Recordó su dolor cuando el Salvador le dijo en el aposento alto que negaría a su Señor tres veces aquella misma noche. Pedro acababa de declarar que no conocía a Jesús, pero ahora comprendió con amargo dolor cuán bien lo conocía su Señor, y cuán exactamente había leído su corazón, cuya falsedad era desconocida incluso para él mismo.”—Elena G. de White, El Deseado de todas las gentes , págs. 712, 713.
Preguntas para discusión
- ¿Cómo, con sólo leer lo que Jesús predijo en Marcos 14:9 , estamos viendo que otra de sus predicciones —una predicción altamente improbable dadas las circunstancias en las que fue pronunciada— en realidad se está cumpliendo?
___________________________________________________________________________________________ - Compare y contraste a Judas y Pedro. ¿En qué se parecían y en qué se diferenciaban en su forma de actuar en el relato de la Pasión?
___________________________________________________________________________________________ - Analice el significado de la Cena del Señor. ¿Cómo podemos hacer que tenga más significado en nuestra iglesia e involucrar a más miembros en su celebración?
___________________________________________________________________________________________ - Analice el hecho de que Dios le dijo no a la oración de Jesús en Getsemaní. ¿Qué significa que Dios nos diga no?
___________________________________________________________________________________________ - Aunque Pedro le falló mucho a Jesús con sus negaciones, Jesús no lo rechazó. ¿Qué esperanza puede sacar usted de este hecho?
___________________________________________________________________________________________
Comentarios Elena G.W
Nuestra elevada vocación, 28 de octubre, “Cuidado con la confianza propia” p. 309.El Deseado de todas las gentes, “Judas”, pp. 663-670.
Comentarios
Publicar un comentario