Lección 7: ESPERANZA INDESTRUCTIBLE

 

Lección 7.


6-12 de agosto

Esperanza indestructible

sábado por la tarde

Leer para el estudio de esta semana: Habacuc 1:1-4 , Job 38-41, Isaías 41:8-14 ,   Jeremías 29:1-10 , Hebreos 12:1-13 .

Versículo para memorizar: “Ahora bien, la esperanza no defrauda, ​​porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” Romanos 5:5, NVI ) .

Cuando estás en la iglesia rodeado de gente sonriente, qué fácil es hablar y cantar sobre la esperanza. Pero cuando nos encontramos dentro del crisol, la esperanza no siempre parece tan fácil. A medida que las circunstancias nos presionan, comenzamos a cuestionar todo, particularmente la sabiduría de Dios.

En uno de sus libros, CS Lewis escribe sobre un león imaginario. Queriendo conocer a este león, alguien pregunta si el león está a salvo. A la persona se le dice que no está a salvo, “pero está bien”.

Aunque no siempre entendemos a Dios y Él parece hacer cosas impredecibles, eso no significa que Dios esté contra nosotros. Simplemente significa que aún no tenemos la imagen completa. Pero luchamos con la idea de que para que tengamos paz, confianza y esperanza, Dios debe ser comprensible y predecible. Él necesita estar, en nuestro pensamiento, "a salvo". Como tal, nos preparamos para la decepción.

Un vistazo a la semana: ¿Cómo nos ayuda nuestra comprensión del carácter de Dios a mantener la esperanza en el crisol?

Estudie la lección de esta semana para prepararse para el sábado 13 de agosto.


Comentarios Elena G.W

Cuando lleguen las pruebas, recordad que estas son enviadas para vuestro bien… Cuando las pruebas y tribulaciones os aflijan, recordad que fueron enviadas para que pudierais recibir renovada fuerza y mayor humildad de manos del Señor de la gloria, a fin de que él pudiera bendeciros libremente y apoyaros y sosteneros. Con fe y con la esperanza “que no avergüenza,” aferraos a las promesas de Dios…

El Señor se propone que su pueblo sea feliz, y abre ante nosotros una fuente de consuelo tras otra, para que podamos henchirnos de gozo y paz en medio de nuestra vida actual. No tenemos necesidad de esperar hasta ir al cielo para gozar de iluminación, consuelo y gozo. Debemos disfrutar de ellos aquí mismo en esta vida…Perdemos mucho porque no nos asimos de las bendiciones que podrían ser nuestras en medio de las aflicciones. Todos nuestros sufrimientos y tristezas, todas nuestras tentaciones y pruebas, todos nuestros pesares, nuestros vituperios y privaciones, en suma, toda obra en conjunto para nuestro bien…Todas las circunstancias y los incidentes son los artesanos divinos por medio de los cuales se nos hace bien. Miremos la luz que se oculta tras la nube (Mi vida hoy, 30 de junio, p. 192).

Ahora que usted ya no puede mantenerse activa, y cuando las dolencias la asedian, todo lo que Dios requiere de Ud. es que confíe en él. Encomiende a él su alma como a un fiel Creador. Sus misericordias son seguras y su pacto es eterno. Bienaventurado es el hombre que espera en el Señor su Dios y que guarda la verdad para siempre. Que su mente se posesione de las promesas y que las retenga. Si Ud. no puede recordar rápidamente la abundante seguridad contenida en las preciosas promesas, escúchelas de los labios de otra persona. Qué plenitud, y qué amor y seguridad se encuentran en las siguientes palabras que proceden de los labios de Dios mismo, que proclaman su amor, su piedad y su interés en los hijos que constituyen su preocupación:

“¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado”. Éxodo 34:6, 7 (Mensajes selectos, t. 2, pp. 264, 265).

La Biblia revela a Cristo como el buen Pastor, que busca a las ovejas perdidas incansablemente. Por métodos peculiarmente suyos, ayudaba a todos los que necesitaban ayuda. Con gracia tierna y cortés, ministraba a las almas enfermas de pecado, impartiendo sanidad y fuerza…

Toda la vida del Salvador se caracterizó por la benevolencia desinteresada y la hermosura de la santidad. Él es nuestro modelo de bondad. Desde el comienzo de su ministerio, los hombres empezaron a comprender más claramente el carácter de Dios. Practicaba sus enseñanzas en su propia vida. Era consecuente sin obstinación, benevolente sin debilidad, y manifestaba ternura y simpatía sin sentimentalismo. Era altamente sociable, aunque poseía una reserva que inhibía cualquier familiaridad. Su temperancia nunca lo llevó al fanatismo o la austeridad. No se conformaba con el mundo, y sin embargo prestaba atención a las necesidades de los menores de entre los hombres (Consejos para los maestros, pp. 248, 249).

domingo7 de agosto

El panorama completo

Cuando estamos dolidos, es muy fácil suponer que lo único que importa es lo que nos sucede. Pero hay una imagen un poco más grande que solo “yo” (ver Apocalipsis 12:7 , Rom. 8:22 ) .

Lea Habacuc 1:1-4 . ¿A qué se enfrentó Habacuc?

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Podrías esperar que Dios dijera algo como, “Eso es realmente terrible, Habacuc; déjame ir y ayudarte inmediatamente.” Pero la respuesta de Dios es lo contrario. Le dice a Habacuc que va a empeorar. Lea esto en Habacuc 1:5-11 .

Israel había sido llevado cautivo por los asirios, pero Dios promete que lo peor está por venir: los babilonios ahora se llevarán al pueblo de Judá. Habacuc clama de nuevo en los versículos 12-17, y luego espera a ver qué va a decir Dios.

¿Cómo trae esperanza la introducción de Dios a la destrucción prometida de Babilonia en Habacuc 2:2 , 3 ?

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Habacuc 2 es la promesa de Dios de la destrucción de los babilonios. Hebreos 10:37 cita Habacuc 2:3 , insinuando una aplicación mesiánica de esta promesa en el futuro. Con la misma certeza que se prometió la destrucción de Babilonia, también tenemos la certeza de la destrucción de “Babilonia la Grande” Ap. 18:2, NVI ) .

Habacuc estaba atrapado entre el gran mal que lo rodeaba y la promesa de Dios de lo peor por venir. Sin embargo, aquí es precisamente donde nos encontramos en la historia de la salvación. Gran mal nos rodea, pero la Biblia predice que mucho peor está por venir. La clave para la supervivencia de Habacuc fue que fue llevado a ver el cuadro completo.

Por lo tanto, en el capítulo 3 es capaz de hacer una increíble oración de alabanza por lo que Dios hará en el futuro.

Lea Habacuc 3:16-19 . ¿Qué identifica Habacuc como sus razones para la esperanza? ¿Cuál es la esperanza del pueblo de Dios mientras esperamos que se desarrollen las últimas escenas proféticas? ¿Cómo puedes hacer tuya esta esperanza?

Comentarios Elena G.W

Considerando la situación de los fieles en su tiempo, [Habacuc] dio voz a la preocupación de su corazón en esta pregunta: “¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que mire molestia, y saco y violencia delante de mí, habiendo además quien levante pleito y contienda? Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale verdadero: por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcido el juicio”. Habacuc 1:2-4…

Dios respondió al clamor de sus hijos leales. Mediante su portavoz escogido reveló su resolución de castigar a la nación que se había apartado de él para servir a los dioses de los paganos. Estando aún con vida algunos de los que averiguaban acerca del futuro, ordenaría milagrosamente los asuntos de las naciones dominantes en la tierra, y daría ascendencia a los babilonios… Los príncipes de Judá y los más hermosos de entre el pueblo serían llevados cautivos a Babilonia; las ciudades y los pueblos de Judea, así como los campos cultivados, serían asolados; nada quedaría indemne.

Confiando en que aun en ese terrible castigo se cumpliría de alguna manera el propósito de Dios para su pueblo, Habacuc se postró sumiso a la voluntad revelada de Jehová… Y luego, como su fe se extendía hasta más allá de las perspectivas penosas del futuro inmediato y confiaba en las preciosas promesas que revelan el amor de Dios hacia sus hijos que manifiestan confianza, el profeta añadió: “No moriremos”. Vers. 12. Con esta declaración de fe, entregó su caso y el de todo israelita creyente, en las manos de un Dios compasivo (Profetas y reyes, pp. 284, 285).

La fe que fortaleció a Habacuc y a todos los santos y justos de aquellos tiempos de prueba intensa, era la misma fe que sostiene al pueblo de Dios hoy. En las horas más sombrías, en las circunstancias más amedrentadoras, el creyente puede afirmar su alma en la fuente de toda luz y poder. Día tras día, por la fe en Dios, puede renovar su esperanza y valor. “El justo en su fe vivirá”. Al servir a Dios, no hay por qué experimentar abatimiento, vacilación o temor. El Señor hará más que cumplir las más altas expectativas de aquellos que ponen su confianza en él. Les dará la sabiduría que exigen sus variadas necesidades (Profetas y reyes, p. 285).

El tiempo de espera puede parecer largo; el alma puede estar oprimida por circunstancias desalentadoras; pueden caer al lado del camino muchos de aquellos en quienes se puso confianza; pero con el profeta que procuró alentar a Judá en un tiempo de apostasía sin parangón, declaremos con confianza: “Jehová está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra”. Habacuc 2:20. Recordemos siempre el mensaje animador: “Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará… Mas el justo en su fe vivirá”. Vers. 3, 4 (Profetas y reyes, p. 286).

Lunes8 de agosto

Quién es nuestro padre

Oswald Chambers escribe: “¿Le has estado preguntando a Dios qué va a hacer? Él nunca te lo dirá. Dios no te dice lo que va a hacer; Él te revela quién es Él”. — My Utmost for His Highest (Uhrichsville, OH: Barbour & Company, Inc., 1963), 2 de enero.

¿Qué crees que Chambers quiere decir con esta idea?

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Como sabemos, el libro de Job comienza con una gran tragedia personal para Job. Lo pierde todo, excepto su vida y su esposa, y ella le sugiere que “¡maldiga a Dios y muera!”. Job 2:9, NVI ) . Lo que sigue es una discusión en la que sus amigos intentan averiguar por qué sucedió todo. A lo largo de todas estas discusiones, Dios permanece en silencio.

Entonces de repente en Job 38 Dios aparece y habla: “¿Quién es éste que oscurece mis planes con palabras sin conocimiento?” Job 38:2, NVI ) . Sin pausa, Dios le hace a Job unas 60 preguntas asombrosas. Abra su Biblia y explore estos en Job 38 y 39.

Después de la última pregunta, Job responde: “Soy indigno, ¿cómo puedo responderte? Puse mi mano sobre mi boca. Hablé una vez, pero no tengo respuesta; dos veces, pero no diré más” Job 40:4 , 5 , NVI) . Pero Dios no ha terminado. Luego comienza de nuevo y hace otra serie de preguntas "grandes" en sucesión.

Lea la respuesta final de Job en Job 42:1-6 . ¿Qué estaba tratando Dios de decirle a Job, y cuál fue el efecto en él?

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Dios nunca responde ninguna de las preguntas de “por qué” de los amigos de Job. Pero Dios pinta un cuadro de Su grandeza sin paralelo como se revela a través de las asombrosas obras de la creación. Después de esto, Job ciertamente no necesita ninguna respuesta. La necesidad de explicaciones ha sido eclipsada por una imagen abrumadora de la magnificencia de Dios.

Esta historia revela una paradoja fascinante. La esperanza y el aliento pueden brotar de la comprensión de que sabemos tan poco. Instintivamente, tratamos de encontrar consuelo sabiendo todo, y por eso nos desanimamos cuando no podemos saber. Pero a veces Dios pone de relieve nuestra ignorancia para que nos demos cuenta de que la esperanza humana sólo puede encontrar seguridad en un Ser mucho más grande que nosotros.

¿Están ocurriendo ahora cosas que simplemente no puedes entender? Si es así, concéntrese en el carácter de Dios. ¿Cómo puede hacer eso darte la esperanza que necesitas para perseverar a través de lo que ahora es incomprensible?

Comentarios Elena G.W

Se creía generalmente entre los judíos que el pecado era castigado en esta vida. Se consideraba que cada aflicción era castigo de alguna falta cometida por el mismo que sufría o por sus padres. Es verdad que todo sufrimiento es resultado de la transgresión de la ley de Dios, pero esta verdad había sido falseada. Satanás, el autor del pecado y de todos sus resultados, había inducido a los hombres a considerar la enfermedad y la muerte como procedentes de Dios, como un castigo arbitrariamente infligido por causa del pecado. Por lo tanto, aquel a quien le sobrevenía una gran aflicción o calamidad debía soportar la carga adicional de ser considerado un gran pecador…

Dios había dado una lección destinada a prevenir esto. La historia de Job había mostrado que el sufrimiento es infligido por Satanás, pero que Dios predomina sobre él con fines de misericordia. Pero Israel no entendía la lección. Al rechazar a Cristo, los judíos repetían el mismo error por el cual Dios había reprobado a los amigos de Job.

Los discípulos compartían la creencia de los judíos concerniente a la relación del pecado y el sufrimiento. Al corregir Jesús el error, no explicó la causa de la aflicción del hombre, sino que les dijo cuál sería el resultado. Por causa de ello se manifestarían las obras de Dios (El Deseado de todas las gentes, pp. 436, 437).

La verdadera santidad y humildad son inseparables. Mientras más cerca esté el alma de Dios, más completamente se humillará y someterá. Cuando Job oyó la voz del Señor desde el torbellino, exclamó: “Me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza”. Job 42:6. Cuando Isaías vio la gloria del Señor, y oyó a los querubines que clamaban: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos”, exclamó: “¡Ay de mí! que soy muerto”. Isaías 6:3, 5)…

El que capta un destello del incomparable amor de Cristo, computa todas las otras cosas como pérdida, y considera al Señor como el principal entre diez mil… Cuando los serafines y querubines contemplan a Cristo, cubren su rostro con sus alas. No despliegan su perfección y belleza en la presencia de la gloria de su Señor. ¡Cuán impropio es, pues, que los hombres se exalten a sí mismos! Más bien que se vistan de humildad, cesen toda lucha por supremacía y aprendan lo que significa ser mansos y humildes de corazón. El que contempla la gloria de Dios y su infinito amor tendrá una visión humilde de sí mismo, pero al contemplar el carácter de Dios, será transformado a su imagine divina. (That I May Know Him, p. 175; parcialmente en A fin de conocerle, p. 175).

Martes9 de agosto

La presencia de nuestro Padre

“Porque yo soy el SEÑOR tu Dios que toma tu mano derecha y te dice: No temas; yo te ayudaré” Isaías 41:13, NVI ) .

Alguien dijo una vez: “Cuando Dios parece lejano, ¿quién es el que se ha movido?” Cuando surgen problemas, suponemos que Dios nos ha abandonado. La verdad es que no se ha ido a ninguna parte.

La presencia de Dios parecía muy lejana a los judíos en el exilio. Sin embargo, a través de Isaías, Dios les asegura una futura liberación. Sin embargo, mientras que el regreso real a Jerusalén estaba todavía muchos años en el futuro, Dios quería que Su pueblo supiera que Él no se había alejado de ellos y que había muchas razones para tener esperanza.

Lea Isaías 41:8-14 . ¿Qué motivos de esperanza puede identificar para las personas que esperan ansiosamente la futura liberación? ¿Cómo nos ayuda esta promesa mientras esperamos que termine nuestro exilio en la tierra?

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Una de las imágenes más poderosas de estos versículos se encuentra en Isaías 41:13 . El Dios soberano del universo dice que Su pueblo no necesita temer, porque Él es quien “toma tu mano derecha” (NVI). Una cosa es imaginar a Dios guiando los eventos en la tierra desde un gran trono a años luz de nuestra tierra. Pero es una imagen completamente diferente darse cuenta de que Él está lo suficientemente cerca como para sostener las manos de su amado pueblo.

Cuando estamos ocupados, puede ser difícil recordar que Dios está tan cerca de nosotros. Pero cuando recordamos que Él es Emanuel, “Dios con nosotros”, hace una gran diferencia. Cuando la presencia de Dios está con nosotros, también lo están sus propósitos, sus promesas y su poder transformador.

Durante los próximos días, intente un experimento. En todo momento posible, trate de recordarse a sí mismo que el Dios del universo está lo suficientemente cerca de usted como para tomar su mano y promete personalmente su ayuda. Mantenga un registro de cómo esto cambia la forma en que vive. Esté preparado para discutir su experiencia en clase el sábado.

Comentarios Elena G.W

Muchos tienen ideas confusas acerca de lo que constituye la fe, y viven por debajo de sus privilegios. Confunden sentimiento y fe, y están continuamente angustiados y perplejos, porque Satanás toma toda ventaja posible de su ignorancia e inexperiencia… Debemos creer que somos elegidos de Dios, para ser salvados por el ejercicio de la fe, a través de la gracia de Cristo y la obra del Espíritu Santo; y debemos alabar y glorificar a Dios por esta maravillosa manifestación de un favor que no merecemos. Es el amor de Dios el que conduce el alma a Cristo para ser benignamente recibida y presentada al Padre…

El Padre concede su amor al pueblo elegido que vive en medio de los hombres. Son el pueblo que Cristo ha redimido, mediante el precio de su propia sangre, y porque responden a la dirección de Cristo, mediante la misericordia soberana de Dios, son elegidos para ser salvados como sus hijos obedientes. La gratuita gracia de Dios se manifiesta sobre ellos, y el amor con que él los ha amado. Cualquiera que se humille como un niñito, que reciba y obedezca la Palabra de Dios con sencillez infantil, estará entre los elegidos de Dios (Nuestra elevada vocación, p. 79).

[C]on el apóstol Juan os invito a mirar “cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios”. 1 Juan 3:1. ¡Qué amor, qué amor incomparable, que nosotros, pecadores y extranjeros, podamos ser llevados de nuevo a Dios y adoptados en su familia! Podemos dirigirnos a él con el nombre cariñoso de “Padre nuestro”, que es una señal de nuestro afecto por él, y una prenda de su tierna consideración y relación con nosotros…

Todo el amor paterno que se haya transmitido de generación a generación por medio de los corazones humanos, todos los manantiales de ternura que se hayan abierto en las almas de los hombres, son tan solo como una gota del ilimitado océano, cuando se comparan con el amor infinito e inagotable de Dios. La lengua no lo puede expresar, la pluma no lo puede describir. Podéis meditar en él cada día de vuestra vida; podéis escudriñar las Escrituras diligentemente a fin de comprenderlo; podéis dedicar toda facultad y capacidad que Dios os ha dado al esfuerzo de comprender el amor y la compasión del Padre celestial; y aun queda su infinidad. Podéis estudiar este amor durante siglos, sin comprender nunca plenamente la longitud y la anchura, la profundidad y la altura del amor de Dios al dar a su Hijo para que muriese por el mundo. La eternidad misma no lo revelará nunca plenamente (Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 691).

miércoles10 de agosto

Los planes de nuestro Padre para nosotros

Todos buscan esperanza. Pero, ¿dónde se encuentra? Para algunas personas, la esperanza se encuentra en la sonrisa de un amigo. Para otros, la esperanza surge de la seguridad económica o de un matrimonio estable. ¿Dónde buscas normalmente esperanza y coraje?

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En el libro de Jeremías, el profeta está escribiendo a personas que habían perdido la esperanza en su exilio. “Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos acordándonos de Sión” Sal. 137:1, NVI ) . Pero a pesar de que tienen el corazón roto, Jeremías expone las razones por las que no deben perder la esperanza.

¿Qué razones para la esperanza se dan en Jeremías 29:1-10 ?

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En este pasaje, hay tres importantes fuentes de esperanza que vale la pena destacar.

  • Primero, Dios le dice a Su pueblo que no debe perder la esperanza, porque su situación no es el resultado del azar o de un mal impredecible. Porque Dios mismo dice: “Yo llevé [a Judá] al destierro de Jerusalén a Babilonia” Jeremías 29:4, NVI ) . Aunque el mal parece rodearlos, Judá nunca ha dejado el centro de las manos de Dios.

  • En segundo lugar, Dios le dice a Su pueblo que no debe perder la esperanza, porque Él puede obrar aun dentro de sus dificultades presentes. “Busca también la paz y la prosperidad de la ciudad a la que te he llevado al destierro. oren al Señor por él, porque si prospera, ustedes también prosperarán” Jeremías 29:7, NVI ) .

  • Tercero, Dios le dice a Su pueblo que no debe perder la esperanza, porque Él va a poner fin a su destierro en un tiempo específico: “Así dice el SEÑOR: 'Cuando se cumplan setenta años en Babilonia, vendré a vosotros y cumpliré mi buena promesa de haceros volver a este lugar'” Jeremías 29:10, NVI ) .

Después de que Dios explica cómo Él estuvo a cargo de su pasado, está a cargo de su presente y estará a cargo de su futuro, Él transmite hermosamente Su tierno cuidado por Su pueblo (ver Jeremías 29:11-14 ) .

Lee Jeremías 29:11-14 , diciendo tu nombre después de la palabra tú, como si Dios te estuviera haciendo estas promesas personalmente. Aplica estas promesas para ti mismo en cualquiera que sean tus luchas actuales.


Comentarios Elena G.W

Estemos llenos de esperanza y valor. El desánimo en el servicio del Señor es irracional y pecaminoso. Dios conoce cada una de nuestras necesidades. Él posee la omnipotencia. Puede conceder a sus siervos la medida de eficiencia que necesitan según su situación. Su amor infinito y su compasión no se cansan nunca. A la majestad de la omnipotencia, él une la bondad y la compasión de un tierno pastor. No tenemos por qué temer que él no cumpla sus promesas. Él es la verdad eterna. Jamás cambiará la alianza que ha concertado con aquellos a quienes ama. Las promesas que ha hecho a la iglesia son inquebrantables. Hará de ella un ornamento para siempre, un motivo de gozo de generación en generación.

Estudiad el capítulo 41 de Isaías y procurad comprender todo su significado…

El que ha escogido a Cristo se ha unido a un poder que ninguna sabiduría ni fuerza humana alguna puede quebrantar. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia… Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha…”. Isaías 41:10, 13 (Testimonios para la iglesia, t. 8, p. 46).

Dios mismo es la fuente de toda misericordia. Se llama “misericordioso, y piadoso”. No nos trata según lo merecemos. No nos pregunta si somos dignos de su amor; simplemente derrama sobre nosotros las riquezas de su amor para hacernos dignos. No es vengativo. No quiere castigar, sino redimir. Aun la severidad que se ve en sus providencias se manifiesta para salvar a los descarriados. Ansía intensamente aliviar los pesares del hombre y ungir sus heridas con su bálsamo (El discurso maestro de Jesucristo, p. 23)

El plan que Dios se propone llevar a cabo hoy mediante su pueblo, es el mismo que deseaba llevar a cabo mediante Israel cuando lo sacó de Egipto. Contemplando la bondad, la misericordia, la justicia y el amor de Dios revelados en la iglesia, el mundo ha de obtener una representación de su carácter. Y cuando la ley de Dios quede así manifestada en su vida, el mundo reconocerá la superioridad de los que aman, temen y sirven a Dios por encima de todos los demás habitantes de la tierra.

Los ojos del Señor observan a cada uno de sus hijos; él tiene planes para cada uno de ellos. Él se propone que quienes practiquen sus santos preceptos constituyan un pueblo distinguido. Al pueblo de Dios de este tiempo, tanto como al antiguo Israel, se le aplican las palabras que Moisés escribió por inspiración del Espíritu: “Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra” Deuteronomio 7:6.

Ni siquiera estas palabras alcanzan a expresar la grandeza y la gloria de lo que Dios realizará mediante su pueblo. Es necesario que no tan solo a este mundo, sino que al universo entero le sean revelados los principios del reino divino (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 21).

jueves11 de agosto

La disciplina de nuestro padre

Lea Hebreos 12:5-13 . ¿Cuál es el mensaje para nosotros aquí y cómo encaja con lo que hemos estado estudiando este trimestre?

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En Hebreos 12:5-13 , Pablo describe las pruebas en el contexto de la disciplina. En la traducción bíblica NVI de este pasaje, varias formas de la palabra disciplina aparecen diez veces. En el mundo griego, esta palabra era la palabra más básica para “educación”. Así que entender “disciplina” es entender cómo Dios nos educa en la escuela de fe que Pablo ha estado describiendo antes en Hebreos 11.

A lo largo de Hebreos 11, Pablo ha estado pintando cuadros de hombres y mujeres de fe. Su fe fue lo que los mantuvo en marcha cuando se enfrentaron a todo tipo de situaciones difíciles. Al entrar en el capítulo 12, Pablo se vuelve hacia nosotros, los lectores, y dice que, dado que tantas personas antes que nosotros han perseverado contra obstáculos increíbles, nosotros también podemos correr y terminar la vida de fe. La clave es poner nuestros ojos en Jesús Heb. 12:2 ) , para que Él sea un ejemplo en tiempos difíciles Heb. 12:3 ).Leer el capítulo 12 es como recibir un par de anteojos para leer. Sin estas gafas, nuestra visión o comprensión de las dificultades siempre será borrosa. Pero mirar a través de estos lentes corregirá la explicación borrosa del sufrimiento que nuestra cultura nos impone. Entonces seremos capaces de comprender con claridad y podremos responder a las pruebas de manera inteligente.

Lea a través de los “anteojos” de Hebreos 12:1-13 . Ahora concéntrese en los versículos 5-13 y responda estas preguntas:

¿Cuál es la fuente de la disciplina?

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¿Cuál es nuestra respuesta a la disciplina?

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¿Cuál es el objetivo de la disciplina?

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Lea Hebreos 12:1-13 nuevamente. Haz una lista de todas las razones con las que puedes identificarte como motivos de esperanza. ¿Cómo has experimentado esta esperanza en tus propios tiempos de “educación” espiritual?

Comentarios Elena G.W

En esa experiencia de Pablo hay una lección para nosotros; nos revela la manera en que Dios obra. El Señor puede sacar victoria de lo que nos parece desconcierto y derrota. Estamos en peligro de olvidar a Dios, de mirar las cosas que se ven, en vez de contemplar con los ojos de la fe las cosas que no se ven. Cuando viene la desgracia o el infortunio, estamos listos para culpar a Dios de negligencia o crueldad. Si ve conveniente interrumpir nuestro servicio en alguna actividad, nos lamentamos, sin detenernos a reflexionar que así Dios puede estar obrando para nuestro bien. Necesitamos aprender que la corrección es parte de su gran plan y que bajo la vara de la aflicción, el cristiano puede hacer, a veces, más por su Maestro que cuando está ocupado en el servicio activo (Los hechos de los apóstoles, p. 383).

Muchos que profesan el nombre de Cristo y dicen que aguardan su pronta venida, no saben lo que es sufrir por Cristo. Sus corazones no están subyugados por la gracia, y no han muerto al yo, como a menudo lo demuestran de diversas maneras. Al mismo tiempo hablan de tener pruebas. Pero la causa principal de sus pruebas se halla en un corazón que no ha sido subyugado, que sensibiliza tanto al yo que se irrita con frecuencia. Si los tales pudiesen comprender lo que es ser un humilde seguidor de Cristo, un verdadero cristiano, comenzarían a trabajar a conciencia y correctamente. Primero morirían al yo, luego serían fervientes en la oración, y dominarían toda pasión del corazón. Renunciad a vuestra confianza propia y a vuestra suficiencia propia, hermanos, y seguid al manso Dechado. Tened siempre a Cristo presente, y recordad que es vuestro ejemplo y que debéis andar en sus pisadas. Mirad a Jesús, autor de nuestra fe, quien por el gozo que le fue propuesto soportó la cruz, despreciando la vergüenza. Sufrió la contradicción de los pecadores. Por causa de nuestros pecados fue una vez el Cordero manso, herido, golpeado e inmolado.

Por lo tanto, suframos alegremente algo por amor de Jesús, crucifiquemos diariamente el yo, y participemos aquí de los sufrimientos de Cristo, a fin de que seamos participantes con él de su gloria, y seamos coronados de gloria, honor, inmortalidad y vida eterna (Primeros escritos, pp. 113, 114).

Si esperamos llevar la corona, debemos esperar llevar la cruz. Nuestras mayores pruebas vendrán de aquellos que profesan la piedad. Así sucedió con el Redentor del mundo; y así acontecerá con sus seguidores… Aquellos que anhelan ganar la corona de vida eterna no necesitan sorprenderse o desanimarse debido a que a cada paso hacia la Canaán celestial encuentran obstáculos y pruebas…

El Salvador sabe qué es lo mejor. La fe crece en la lucha contra la duda, las dificultades y las pruebas. La virtud se fortalece resistiendo a la tentación… Pero Juan en su santa visión contempla a las almas fieles que salen de la tribulación rodeando el trono de Dios, vestidas de vestidos blancos, y coronadas de gloria inmortal… Su fidelidad a Dios y a su Palabra permanece manifiesta, y se les conceden los más altos honores del cielo en la lucha contra el pecado y Satanás (Nuestra elevada vocación, p. 363).

viernes12 de agosto

REFLEXIÓN ADICIONAL : Lea Ellen G. White, “La escuela del más allá”, págs. 301-309, en Educación ;“Help in Daily Living”, págs. 470, 471, en The Ministry of Healing .

“A la experiencia de todos llegan momentos de aguda desilusión y absoluto desánimo, días en que la tristeza es la porción, y es difícil creer que Dios sigue siendo el bondadoso benefactor de Sus hijos nacidos en la tierra; días en que las tribulaciones acosan el alma, hasta que la muerte parece preferible a la vida. Es entonces cuando muchos pierden el control de Dios y son llevados a la esclavitud de la duda, la esclavitud de la incredulidad. Si en esos momentos pudiéramos discernir con perspicacia espiritual el significado de las providencias de Dios, veríamos a los ángeles tratando de salvarnos de nosotros mismos, esforzándose por plantar nuestros pies sobre un fundamento más firme que las colinas eternas, y una nueva fe, una nueva vida, brotarían de nosotros. siendo." — Elena G. de White, Profetas y reyes , pág. 162 .

Preguntas de discusión:

  1. Elena G. de White dice que “todos” experimentamos momentos de “profunda desilusión y completo desánimo”. ¿Qué tan bien nos notamos unos a otros a medida que pasamos por esos momentos? ¿Cómo podemos aprender mejor a ser agentes de esperanza unos para otros cuando experimentamos decepciones tan amargas?
  2. Como clase, repase sus respuestas a la pregunta final del martes. ¿Qué diferencia hizo en su vida mantener la realidad de la cercanía de Dios siempre ante usted?
  3. En clase, lea en voz alta las secciones de Job 38-41. ¿Qué tipo de imagen de Dios presenta? ¿Qué aprendes que te da esperanza y aliento? ¿Cómo encaja el sábado en este cuadro? ¿Cómo nos ayuda a mantener ante nosotros la naturaleza y el carácter de Dios?
  4. La esperanza que transforma viene del cielo. Esto significa que podemos orar para que la esperanza entre en la vida de los demás. Dedique algún tiempo a orar por aquellos cuya esperanza ha flaqueado recientemente, para que su esperanza sea renovada. Más que eso, ¿qué puedes hacer por otros que están en una lucha perdida por encontrar esperanza?
  5. Si alguien está dispuesto, pídale que cuente un momento en que la desesperación y las pruebas le hicieron perder la esperanza y la fe. ¿Qué cambió a esa persona? ¿Qué podemos compartir unos con otros que pueda ayudar cuando estamos en tiempos de duda y desesperación?

Comentarios Elena G.W

Cada día con Dios, 27 de mayo, “Regocijaos en el Señor”, p. 154;La educación, “La escuela del más allá” pp. 301–309.

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